El inmunólgo y principal asesor médico presidencial estadounidense Anthony Fauci dijo este domingo que Estados Unidos padecerá "algo de dolor y sufrimiento en el futuro" ante el persistente aumento de casos de coronavirus provocado por la contagiosa variante Delta.
Las infecciones de coronavirus se han disparado en Estados Unidos del mínimo de menos de 10.000 por día a fines de mayo a unos 60.000 en jornadas recientes, sobre todo en estados con bajo nivel de vacunación respecto del alto nivel general del país. Por ejemplo, el sureño estado de Florida, pese a que ya vacunó de manera completa a casi la mitad de su población, informó el sábado 21.683 nuevos casos de Covid-19, la cifra más alta desde el inicio de la pandemia.
En ese sentido, el doctor Fauci, jefe de los asesores médicos del presidente Joe Biden, dijo que no espera otros confinamientos en Estados Unidos, pero advirtió que la situación seguirá empeorando porque muchos habitantes no se vacunan.
Además, agregó que las personas que no se vacunan afectan a otras porque "están permitiendo la propagación del rebrote" y rechazó el argumento de sus críticos de que no darse la vacuna es una decisión individual.
Los que no se vacunan están "invadiendo los derechos individuales" de otras personas con mayor predisposición a contagiarse o desarrollar cuadros severos y "haciéndolos vulnerables", completó Fauci.
La semana pasada, Biden anunció que millones de empleados públicos federales deberán mostrar que están vacunados o, de lo contrario, someterse a testeos periódicos, restricciones de viajes, distanciamiento social y uso de tapabocas.
El mandatario demócrata, que no pudo cumplir su promesa de vacunar con al menos una dosis al 70% de los adultos para principios de julio, ha achacado el resurgimiento del virus al hecho de que muchas personas no quieren vacunarse.
Aunque esta semana hubo un incremento en la vacunación , el porcentaje de habitantes vacunados con el esquema completo es de alrededor del 60%. Mientras que los inmunizados con una dosis son hoy el 69,3%.
La campaña se desaceleró de forma drástica desde abril a medida que se agota la demanda, debido a una baja aceptación de las vacunas entre los sectores más jóvenes de la población y en los estados más conservadores, al tiempo que la variante Delta se expande y ya circula de manera descontrolada en los 50 estados del país.