El abuelo que cumplía una prisión domiciliaria en su casa y aprovechaba los momentos que tenía a solas con su nieta de ocho años para abusarla sexualmente fue condenado a 18 años de reclusión, ya que se unificaron las penas que pesan sobre sus espaldas.
Es que el familiar pervertido, tras un juicio abreviado, fue sentenciado a ocho años de prisión por el delito de abuso sexual simple reiterado agravado por el vínculo en perjuicio de una menor y ese castigo se sumó a los diez años de condena que ya cumplía. Por su edad avanzada, no irá al Servicio Penitenciario y continuará encerrado en su vivienda, monitoreado por una pulsera electrónica.
El 21 de marzo de 2019, el hombre cuya identidad no puede ser dada a conocer para proteger a la víctima había sido sentenciado por la Cámara Penal Correccional Sala II por haber cometido un abuso sexual gravemente ultrajante por las circunstancias de su realización.
En el hecho que se resolvió este jueves, la fiscal Valentina Bucciarelli demostró que el sujeto agredió sexualmente a la chiquita en varias oportunidades, cada vez que su familia lo visitaba. Según trascendió de la instrucción, los hechos sucedían por lo general en el living de la casa cuando la niña se sentaba en el sillón con él a ver televisión o a jugar con el teléfono celular.
Además de manosearla, la obligaba a tocarlo. La víctima sostuvo que los abusos comenzaron a producirse desde el 2020 y contó que su abuelo le decía que no debía contarlo porque era un secreto. Sin embargo, la nena le contó a su mamá y ésta desencadenó la posterior denuncia e investigación judicial que acaba de finalizar.