La secuencia de una de las jugadas más claras de gol de Colón. Leguizamón se mete por el medio y coloca la pelota en "cortada" para la llegada de Bernardi, quien le pega con el empeine y de manera defectuosa, tirándola afuera de los límites del campo de juego.
"Estoy cansado de los árbitros, no de éste. Siempre digo lo mismo, parece que todas las semanas tengo que decir algo, intento no meterme con los árbitros, los líneas y el cuarto árbitro, porque me equivoco como ellos o más en plantear partidos, en los cambios, en afrontar un partido, como todos acá", dijo Fernando Gamboa, el entrenador de Newell's, enojado por el penal que le dio Baliño a Colón para empatar el partido que se jugó el sábado en el Brigadier López.
"Lo que molesta es que con nosotros se vienen equivocando desde que arrancó el torneo. Con Estudiantes no nos cobraron un penal, otro contra Platense, donde aunque terminamos ganando podríamos haberlo perdido. Con Argentinos nos cobran un fuera de juego que es una locura total cuando quedamos uno contra el arquero. Nos pide disculpas porque se había quedado enganchado con la jugada anterior. Yo no puedo quedarme enganchado con nada, cuando me pasa dos veces al tercer día me mandan a mi casa. Entiendo los errores pero si se cometen que sean repartidos. Estoy absolutamente molesto", disparó Gamboa tras el 1 a 1 ante Colón.
También habló Baliño, quien le explicó a los colegas de La Capital de Rosario el por qué de la sanción: "Es una mano de bloqueo, que por más que la pelota se desvía primero en la pierna, después hay un movimiento adicional de la mano hacia la pelota. La mano está rígida, intenta bloquear el centro y por ello se sanciona la falta. El brazo está en una posición antinatural".
Recordemos que la jugada se produjo por el lado derecho del ataque de Colón, en una de las tantas proyecciones de Eric Meza, quien al acercarse al área intentó colocar el centro y la pelota pegó primero en la pierna y luego en el brazo de Negri, quien había ingresado hacía unos minutos en lugar de Bíttolo.
Sin dudas que se trató de una jugada de interpretación del árbitro. El árbitro puede sancionar a un jugador cuando el balón toca su mano o su brazo tras haber rebotado en su cuerpo. Todo dependerá de la posición previa de la mano. Si esta se encuentra en una posición no natural, de tal manera que parezca tener intención de tocar el balón con la mano o con el brazo, o si existe el riesgo de que al tenerla así el esférico pueda alcanzarle la mano o el brazo, estas acciones serán sancionables. Dicha sanción consistirá en un tiro libre directo o penal, con total independencia de que el balón haya rebotado de manera accidental en el cuerpo del jugador.
Por otro lado, se considera que una mano no ha sido intencionada, y por lo tanto la acción no tendría que ser sancionada, cuando el jugador tiene la mano en una posición natural pero el balón le toca su mano o su brazo tras haber rebotado en su propio cuerpo.
Con estos elementos se manejan los árbitros en este tipo de jugadas, donde evidentemente hay un componente bien clarito que es el del rebote previo en la pierna y posterior en la mano. La pelota pega en la mano izquierda del jugador leproso, que está "separada" del cuerpo. Esto es lo que tomó en cuenta Baliño para la sanción.