La banda de los hermanos Andersen regresa a territorio santafesino con shows en Rosario, Santa Fe y Rafaela, mientras sigue presentando su disco “Estado de Enlace” y canciones de sus “Demos en aislamiento”. De todo esta actualidad conversó El Litoral con Seba Andersen, vocalista y referente del septeto.
Gentileza Rubén Arzamendia Sebastián, Valentín, Santiago, Camila y Máximo Andersen, junto a Andrés Nor y Julián Ropero: un grupo que no baja el ritmo arriba y abajo del escenario.
Luego de actuar por primera vez en el Teatro Ópera de Buenos Aires con entradas agotadas en julio, y sumar una nueva función para el 17 de septiembre, El Plan de la Mariposa vuelve a recorrer la provincia de Santa Fe para presentar su nuevo disco “Estado de Enlace”, con todos los protocolos sanitarios correspondientes. La pata local de la gira comenzará el jueves 23 de septiembre en el Teatro El Círculo de Rosario (Laprida 1235), con entradas en venta en la boletería de la sala y a través del sistema Ticketek. Al día siguiente (viernes 24) será el turno de Santa Fe, en el Centro Cultural Provincial (Junín 2457): las localidades se venderán en boletería del CCP, de Tribus Club de Arte (República de Siria 3572) y a través de Ticketway. El tour local cerrará en Rafaela el sábado 25, en el Teatro B. Juan Lasserre (Bv. Lehmann 228), con entradas a la venta a través de Ticketway y al número 3425764161.
Anticipando este reencuentro, El Litoral repasó el presente del grupo de la mano del cantante Sebastián Andersen, referente de una formación que suma a sus hermanos Valentín (guitarra y voz), Santiago (violín y segunda guitarra), Camila (voz) y Máximo (teclados y acordeón), junto a Andrés Nor (bajo) y Julián Ropero (batería).
Gentileza producción La portada de Estado de Enlace , como siempre con arte de Santiago Andersen.
Sebastián, Valentín, Santiago, Camila y Máximo Andersen, junto a Andrés Nor y Julián Ropero: un grupo que no baja el ritmo arriba y abajo del escenario.Foto: Gentileza Ruben Arzamendia
Vivo en ronda
-Finalmente se editó como sesión y álbum doble “Enlace en Estado Vivo”, esto que nació como un streaming en un entorno doméstico, rodeados de cuadros. Están las canciones en formato vivo pero en un entorno de intimidad.
-Sí, La idea era poner la cámara como espía de una situación que, si bien estaba mejorada (porque había algunos cuadros más, un poco de entorno, mejores luces y sonido), es la situación de El Plan en su formato más íntimo, más común también; porque todo el tiempo estamos tocando en ronda. La idea era hacer un registro, pero no con la banda tocando a la cámara, sino la cámara espiando esa situación. Nos motivaba tener un contenido así en Internet, porque no teníamos ningún video haciendo lo que hacemos constantemente; si bien había algún vídeo en vivo, algún pedacito, o algunas cosas tocando acústico, Por ahí faltaba ese contenido que mostrara lo que más hacemos, que es tocar así con la banda completa y eléctricos.
Lo hicimos para el streaming ya pensando que lo íbamos a mezclar mejor: fue streameado en vivo y después nos quedamos con ese material y lo editamos, Lo mejoramos, le hicimos el color y lo subimos a las redes.
-La segunda mitad tiene otro clima: son otras canciones, con otra onda, pero también hay una cuestión visual, como las luces atrás de las ventanas: como que se pone más show.
-Puede ser. La segunda por ahí tiene unos temas que son más introspectivos, con unas partes más psicodélicas. Es cuando estás más entrado en el mundo de El Plan de la Mariposa, Por ahí .a idea era profundizar más ahí en esa segunda mitad.
-En esa segunda parte están las dos canciones nuevas que habían salido en los “Demos en aislamiento”: “Agradecimiento (La danza de la realidad)” y La Ofrenda”. Después de los “Demos” es como la presentación en sociedad.
-Sí, también los “Demos” fueron sin batería, en formato maqueta, que eran las herramientas que teníamos en ese momento, Fue como un experimento, y después los arreglamos con toda la banda y los pusimos para que tengan un audio más orgánico, más grande, se escuchen mejor, con más claridad. No es lo mismo lo otro que es una grabación parecida a una maqueta, hay una programación haciendo de batería, que la batería tocando el tema y la banda entera tocándolo en el mismo momento.
-Ya es como la versión definitiva que van a tener los temas en los shows.
-Sí, de hecho no siempre pero generalmente los tocamos en vivo; también tocamos algunos otros de los demás de aislamiento en esta gira.
-¿Dónde se grabó la sesión?
Es acá en Capital. Esas obras de arte son del papá del baterista, que se llama Luis Ropero y es un artista alucinante, que nos gusta mucho. Incluso hay una escultura que está en el videoclip de “El romance con el desapego” que también la hizo él; el loco es arquitecto y hace todas esas obras que a mí me gustan mucho. Aparte de eso también están algunas obras de mi hermano Santiago.
-Están también los pequeños rituales, como la arenga del principio: es como un elemento documental de eso que habitualmente no se ve de la banda.
-Sí, es eso que te decía: el concepto base era como si la cámara no estuviera; en realidad un poco polarizando con una situación inicial: cuando hicimos “Demos en aislamiento” realizamos como una presentación en vivo de esos temas; ahí los cantamos mirando a la cámara, como si fuera un show mirando a la gente, pero la gente no estaba. Fue un formato que nos gustó, fue lindo en el momento, pero nos dejó un sabor medio raro porque se convertía como en un programa de tele: salíamos de un formato que ese es el nuestro.
Entonces dijimos: “Bueno, para el próximo queremos hacerlo así con ese concepto de que la cámara está espiando; que no esté el plan pendiente de la cámara; que ninguno de los que estemos ahí tocando esté haciendo nada para la cámara, sino haciendo todo para la música, para el círculo, para la unidad”. Y desde ahí obviamente nos dábamos cuenta que estaban las cámaras, pero no estábamos afectados por eso, o lo mínimo posible.
Clima en concierto
-Si bien es otro contexto, algo de esa onda reposada seguramente se transmite a los shows actuales, que necesariamente son más tranquilos que las clásicas presentaciones de la banda, donde la gente bailaba y demás.
-La verdad que sí. Igualmente como hay muchas ganas, nuestras ni hablar y también de los que les copa El Plan, hay mucha energía y mucha manija de que eso suceda. Han sido fechas cargadas de energía, donde se han cantado todo y agitado a pleno desde los lugares, porque el protocolo está bien, hay que cumplirlo en este tiempo, para que se pueda sostener la gira.
Pero igualmente fueron fechas muy cargadas de energía. Por ahí sí lo que hacemos es no tirar siete temas seguidos todos arriba, porque ahí en el asiento no sabes para dónde disparar. Entonces hacemos por ahí dos, tres temas para arriba, o uno, y bajamos. Tratamos de no pasarnos ni incitar mucho al agite; no excedernos en ese viaje porque si no sentís demasiado el encierro; o esa idea nos hacemos nosotros si estuviéramos ahí sentados en una silla. Un poco tiene esa dinámica, y hay varios temas acústicos: tratamos de hacer un parate más tranqui y después volver a subir.
-De todos modos ustedes tienen un público muy especial, que los acompaña en la onda y entiende la situación.
-Son una masa. No sé si está bien que lo diga yo, pero El Plan tiene un público espectacular: muy bonito, muy lindo, muy respetuoso, con gente muy copada; que viene a pasar un buen momento, a compartirlo. Vienen personas de todas las edades: el otro día vinieron unos que tenían 84 y 82 años; después los conocimos porque los vimos ahí, la flasheamos y los llamamos para que vinieran a charlar un ratito. De eso a nenes chiquitos, de tres años; obviamente muchos adolescentes. Es un clima muy familiar, a mí me encanta eso: todas las generaciones juntas disfrutando de un encuentro. Me parece que es saludable para la sociedad, para nosotros, poder compartir así entre todas las edades.
Aire libre
-En este último tiempo también realizaron microsesiones en locaciones naturales, en formatos más acotados. ¿Cómo salió eso?
-Es algo que hacemos hace bastante tiempo. Lo empezamos a hacer en los viajes, buscando conectar un poco más con la naturaleza y hacer las mismas canciones pero en un contexto totalmente despojado. Obviamente una guitarra igual es tecnología, pero sin tener la música demasiado intervenida por la tecnología, y en un contexto natural. Nos parece que tiene que ver con el concepto de mundo que tenemos, y con la relación con la naturaleza, que disfrutamos mucho. Salió medio natural y de casualidad, y después se volvió algo que hacemos de vez en cuando.
Es un encuentro con las canciones desde otro lugar, una versión más relajada, sin tanto arreglo; pero que tiene esa frescura de lo simple: de estar en un contexto natural guitarreando un rato. De hecho los hacemos sin demasiada preparación: cuando andamos de gira, si encontramos un contexto que nos parece interesante o atractivo para hacerlo, vamos y lo hacemos: tocamos la canción en el formato que tengamos a mano.
-Siguen presentando “Estado de Enlace”, un álbum que tuvieron que mostrar de maneras diferentes: en algún momento los streamings, obviamente hicieron muchos videos; cuando se puede tocar se sale de gira. ¿Sienten que esas canciones ya entraron en el público?
-Sí, creo que algunas más que otras. Es un disco que si bien tiene algunos temas más “solares”, más simples de digerir, tiene otros más complejos y más duros. Sentimos que hay canciones como “María”, “El faro”, que en vivo se empoderan muchísimo más; otras como “El túnel de la vida u “Oro de abeja que las escuchás de pasada. Son cosas que nos imaginamos, porque no podemos escucharlas sin saber que somos nosotros. Pero nos damos cuenta por lo que pasa en Internet: son canciones que rápidamente se comparten mucho, y que viajan de forma fluida. En cambio otras más rebuscadas, enroscadas, densas, que no se mueven a esa misma velocidad, pero que el vivo las empodera de otra manera.
Para eso el vivo está bueno también, porque le da otra profundidad a la canción, otro entendimiento y otra forma. Por lo menos el testeo rápido es que las cantan a pleno a las nuevas. También son las personas que ya decidieron comprar una entrada, venir a la presentación de un disco, supongo que la mayoría lo habrá escuchado; es lo que haría si voy a la presentación de un disco: un poco lo escucho antes para mi cerebro ya lo tenga un poquito digerido para después disfrutarlo más.
Quinta a fondo
-¿Qué se viene para el futuro de El Plan? ¿Ya están pensando en canciones nuevas?
-Estamos por rodar un video de un tema que vamos a sacar dentro de poco. Y estamos arreglando y componiendo bastante, en todos los huecos que nos quedan de la gira. No es algo que lo detengamos en algún momento, sino que siempre lo seguimos. Por lo pronto llenando todos los fines de semana que se pueda con fechas, porque se abrió esta ventana que ojalá que dure; pero mirando lo que pasa en otros países, y la Delta, es como que está un poco la sensación de “che, aprovechemos, porque después no se sabe hasta dónde va a durar esta venta de apertura, esta nueva realidad en la que podemos salir a tocar”.
Ojalá que siga, tengo un cierto optimismo, que ya se instale y sea de a poquito la salida. Pero por las dudas salgamos a tocar todo lo posible, porque si se cierra y tenemos que volver adentro está bueno que hayamos tocado mucho, por muchas razones. Así que eso está en prioridad.
-¿El video es de un tema nuevo?
-“Estado de Enlace” en el formato físico tiene un vinilo y un CD que viene adentro; el CD tiene tres canciones más: una es “Llega, llega, llega”, que es el último acústico que sacamos con un video filmado en Córdoba; y después hay dos más, que solo están ahí adentro, no están subidas a Internet. La idea es subirlas ahora como singles, pero que son desprendimientos de “Estado de Enlace”.