La banda santotomesina Peces Dorados presentó el 22 de agosto el videoclip de “Una flor en el camino”, realizado por Lechuza Films. Se trata del primer adelanto del disco debut de este proyecto, fundado por los ex Siete Millas Mati Pallero y Luli Gauna. En diálogo con El Litoral, el primero relató la experiencia, el renacer artístico y lo que se viene hacia adelante.
Gentileza Lechuza Films Pallero al frente, escoltado por Gauna y el acordeonista Nicolás Milocco, que llegó para redondear el sonido del grupo.
El domingo 22 de agosto, Peces Dorados presentó el videoclip de “Una flor en el camino” con un show en Tribus Club de Arte. La obra, disponible en todas las plataformas digitales, es el adelanto de la nueva aventura emprendida por la banda santotomesina (que se concretará en el álbum “Estilo único”) y fue realizado por Lechuza Films.
La agrupación comenzó su historia en 2017, año en el que comenzaron a ensayar. Mati Pallero y Luli Gauna, fundadores de la banda y amigos de la vida, venían compartiendo experiencias como Siete Millas y una serie de shows que acompañaban las muestras del destacado escultor Roberto Favaretto Forner. Mientras surgían las primeras composiciones, se empezó a constituir el grupo.
Con la llegada de Nicolás Milocco (acordeón), Julián Pereyra (bajo) y Julián Notaro (batería), Peces Dorados pasó a otra dimensión: la eléctrica. Luego de un año de ensayo, realizaron una serie de recitales en Santo Tomé, Santa Fe y Esperanza. En cada ocasión, el orgánico se expande con la participación de algún percusionista amigo, especialmente Gerónimo Cabral.
Del resurgimiento bajo este nuevo proyecto, la producción audiovisual y los próximos pasos de Peces Dorados habló con Pallero, guitarrista, cantante y compositor de esta nueva apuesta que va del rock a una diversidad de géneros.
Identidad
-¿Cómo surgió la canción “Una flor en el camino”, que es el primer single de la banda?
-Esta canción va a ser la primera canción en salir del disco de los Peces, que va a salir antes de fin de año. Son diez canciones, que ya las tenemos bastante amasaditas acá en el estudio. Yo tengo acá mi estudio, grabamos acá en casa, produzco yo las canciones, las mezclo; por ahí terminamos lo que es el proceso del mastering con otras personas: en el caso de la banda estamos trabajando siempre con el Rami Genevois, acá en Santa Fe.
Y esta canción es la que sentimos nosotros que más identificaba El concepto de la banda: “Con esta canción vamos a hacer un video; con esta canción vamos a arrancar”; Porque realmente si lo sentía yo, y un poco mi compadre el Luli; dijimos: “Esta define bastante lo que queremos mostrar con la banda, el estilo que queremos hacer”.
La idea del guión la armamos nosotros, con el Luli. Está basado en hechos verídicos: el video, la canción, todo; Sí bien el personaje al que le pasó no es como el que maneja, es más joven, está basada en un hecho verídico. Quedamos muy contentos con el laburo que le metió Lechuza (Films) en todo lo que es filmación; pero tanto la idea como los lugares donde se rodó los conseguimos nosotros, fueron ideas nuestras: desde el momento en que hablamos con los chicos de hacer el video ya teníamos pensado en qué lugar íbamos a filmar, cómo hacer el video: cómo ir a arrancar, qué nos imaginábamos. Después hubo que llevarla adelante, y quedamos súper contentos.
-Tiene esa fusión de estilos que buscan ustedes: mezcla algo de Manu Chao, algo de tango en algún momento; el acordeón fusionado con la armónica.
-Exactamente. Además Nicolás en el acordeón fue uno de los últimos en sumarse a la banda: ya hace casi dos años que está. Pero el acordeón terminó también de redondear mucho lo que queremos hacer; al fusionarlo con la armónica se genera algo muy lindo, como vos decís. Siempre como eje tenemos al rock; si bien es una banda eléctrica, con batería, con guitarra eléctrica, al tener esa línea de vientos como el acordeón y la armónica podemos irnos un poco para el tango, nos vamos un poco para el candombe; Nos divertimos de otra forma: llevamos ritmos muy primitivos un poco más a lo actual.
Gentileza Lechuza Films Eugenio Emilio Cacerola Juárez, protagonista del videoclip, a bordo del Peugeot 404 color natural del qué habla la letra.
Eugenio Emilio “Cacerola” Juárez, protagonista del videoclip, a bordo del Peugeot “404 color natural” del qué habla la letra.Foto: Gentileza Lechuza Films
Viejos y nuevos compañeros
-Infaltable que esté el rock, porque tanto Luli como vos vienen de una historia…
-Una historia de más de 20 años, ¿podés creer? Hace más de 20 años que tocamos juntos con el enano (risas). Una masa: con el Luli llevamos fácil 23 años juntos haciendo música; estuvimos con Siete Millas como 15 años, después nos separamos. Pero con él siempre nos seguimos juntando cuando se separó el grupo: íbamos a tocar en formato acústico en muestras de Favaretto Forner: cada vez que Favaretto exponía algo íbamos con él.
Y así empecé a componer las canciones de los Peces: primero todo instrumental y después a esas canciones le sumé letra. Fueron de ese proceso de estar ligado a él, estar con el Luli tocando, y las canciones fueron apareciendo. En 2017 fue la idea de decir: “Luli vamos a darle a esas canciones un formato eléctrico”: ya nos estábamos imaginando que podían quedar buenísimas; y ahí empezamos la recorrida de los músicos: sumar un baterista, un bajista, después se sumó Nicolás en el acordeón, que fue el cierre total de lo que queremos: “Esto está buenísimo acá nos plantamos”.
Por ahí en los shows cada vez que tocamos en vivo se nos suma algún amigo percusionista que le queda muy bien a la banda; en este caso se suma a mi amigo Gerónimo Cabral, que venía tocando con los Sr. Brass: es como que nos une una historia con él, porque siempre estuvo de alguna u otra forma colaborando con lo que era Siete Millas, conmigo: muy amigo mío. Y cada vez que tocamos él está ahí siempre presente; en las grabaciones por ahí también participa. Somos un quinteto, Gerónimo es como el músico sin compromiso: cuando él puede se suma, cuando no puede por ahí sumamos a otro. Pero la idea siempre es que esté él ahí: el sexto Pez Dorado.
-Con esa historia encima por ahí puede ser traumático decir: “Tenemos este pasado, tenemos que volver a hacer un nuevo camino desde cero”; de todos modos como lo contás vos parece que fue natural.
-En lo personal trato de no forzar la música. Igualmente no quiere decir que deje de hacer música: siempre estoy activo, igual que el Luli; siempre estuvimos activos en la música de una u otra forma. Creo que la mejor forma de que las cosas se hagan lindas es no forzándolas: este es un proyecto que tiene mucho esfuerzo de ensayo, de compromiso, porque después llegás al punto ese: “Bueno muchachos, ahora hay que comprometerse: dale, dale” y todo bien, fluimos natural. Pero el compromiso nunca tiene que dejar de estar, sino las cosas no llegan a ningún lado. Si bien no forzamos nada, sí le metimos mucho entusiasmo a lo que se venía, a la apertura musical que estábamos queriendo llevar adelante, sin cerrarnos en lo que veníamos haciendo sino abrirnos mucho más musicalmente, artísticamente, buscarle la vuelta también para hacer algo original.
Por eso también el disco que estamos amasando, ya hace como dos añitos que venimos grabando, tiene un estilo único: así le vamos a poner. Tiene diez temitas: “Una flor en el camino” va a ser la que abra el disco; alguna de las que están en las redes, que quedaron tres, van a estar; pero obviamente regrabadas, con acordeón, con novedades. Y hay muchas canciones que todavía la gente ni las escuchó, que tenemos muchísimas ganas de que estén ahí ya dando vueltas.
Viaje cinematográfico
-Volviendo al video, hay algunos hallazgos: por un lado el actor...
-Un fenómeno.
-Está el Almacén Verona, que es todo un emblema. Y fundamentalmente conseguir el Peugeot “404 color natural” del qué habla la letra.
-Fue una aventura. Todo partió de conseguir el auto, porque la canción ya estaba armada: ya hablaba del “404 color natural”. Así que de ahí se desprendieron una banda de aventuras hermosas. Porque el primer 404 que consigo, el que me da el OK que me lo prestaba, estaba en Carcarañá: teníamos que viajar toda la banda a filmar a Carcarañá, replantear los lugares; pero ya estábamos embarcados. Eso fue dos meses antes de realizar el video. Después seguí buscando, y aparece un 404 en Santa Fe. Pegamos muy buena onda con el muchacho, Le conté para qué Necesitábamos el auto: Eran dos o tres días para rodar y me dijo: “Llevátelo el viernes cuando empiecen a rodar, y el domingo cuando terminen me lo devolvés”.
El primero que conseguí en Carcarañá, un señor de 69 años, Daniel (Gonzales), quedó re cebado con la idea del video: quería participar. Así que se vino de Carcarañá: es la persona que está al costado de la ruta, pateando la moto que no le arranca, y pasa el 404 y lo lleva al Almacén Verona. Se vino de allá con el sobrino, se trajo de allá la moto, porque me preguntó “¿necesitan algo más?” y necesitábamos una Vespa. Cuándo es la está pateando pasa el primer actor: en este caso es mi amigo (Eugenio Emilio) “Cacerola” Juárez, que es mi vecino, dicho sea de paso. “Cacerola” vive enfrente de mi casa así que lo comprometimos para el video (risas).
Una aventura de sumar buena onda, buena gente; creo que el video es el resultado de eso, de toda la buena energía que se le metió. Porque no es un video que se haya hecho con un presupuesto elevadísimo sino con lo que teníamos: somos todas bandas independientes, que nos autogestionamos; que estamos buscando presupuesto 400 millones de veces antes de hacer las cosas. De parte de los Lechuza un laburo impecable, y de parte de la gente que vino a colaborar superó nuestras expectativas
-Para un artista independiente si no se suman esas ondas no se podría lograr un producto de calidad.
-No, no se puede, y por más que tengamos recursos si no está la onda no está nada. Esto fue una sumatoria de buena energía: por preguntar por un auto hacer una amistad. La nena también es hija de una amiga, Celeste Basset; la Cele ya había actuado en “El rock and roll me está matando” de Siete Millas, bailando con sus amigas. Esos lazos de amistad siguen dando sus frutos de alguna forma.
-Qué grande que están los hijos de la gente que iba a El Marqués…
-Una masa: Mía (Burchardt) se llama nuestra pequeña hermosa actriz.
Cambio de planes
-Cuando habían empezado a salir a tocar con cierta regularidad vino la pandemia. ¿Cómo vivieron ese tiempo de tener que parar una moto que ya había agarrado envión?
-Y vamos a ver qué pasa ahora, porque tampoco sabemos si nos van a parar. Es un tema cómo se está dando ahora el tema de tocar en vivo. La verdad es que está difícil; por eso también podemos concentrarnos un poco más en hacer este video, en poner un poco más la cabeza en producir las canciones, en grabar, mezclar. Y cuándo se puede tocar y la fecha está buena ahí estamos: si las condiciones están buenas siempre tratamos de sumarnos.
Estuvieron buenísimas un par de fechas, veníamos re embalados y después se frenó y tuvimos que volver a arrancar casi de cero. Igualmente esto que se abre y se cierra siempre perjudica más a las bandas más grandes; por ahí nosotros que somos bandas emergentes nos acomodamos, tratamos de buscarle la vuelta, nos tenemos que adaptar. Pero las bandas que tienen un tenor más grande de manejo de gente, de despliegue, son a las que más les está afectando: la capacidad reducida, las entradas están súper costosas. Les afecta más que a nosotros, que por ahí estamos más enfocados en querer mostrarnos.
Es un poco complicado para todos, para ninguno es linda la situación; pero no estamos tampoco tan angustiados ni amargados con en qué lugar tocar: los conciertos son más o menos para todos igual; ojalá que de a poco se siga abriendo. Pero bueno, también es todo un no saber qué va a pasar.
Pero bueno, siempre tratamos de buscarle el lado positivo: si bien no se puede tocar, gracias a Dios tengo el estudio acá en casa: yo produzco las canciones, las grabo, así que nos tomamos el tiempo y paramos un poco la pelota, que es lo que realmente después te hace ser una banda. Porque si no tenés canciones grabadas, si no tenés el video, no existís: No es más como en los 90, cuando las bandas tocaban tres, cuatro, cinco años hasta recién grabar su disco.
-El disco salía cuando la gente ya sabía la letra de las canciones.
-Claro, ahora cambió todo: La banda tiene que salir con música, con video, Y después tocar en vivo. Cambió toda la onda a raíz de todas las redes sociales, la Internet; ya en el año 2000 empezó a cambiar mucho todo el formato ese. Pero bueno, hay que adaptarse continuamente.
Nuevas rutas
-Los artistas que necesitaban parar para grabar o para relanzar un proyecto le sacaron un poco más el jugo a la situación. Es un poco lo que les pasó a ustedes: aprovechar ese tiempo y poner la cabeza en componer y en grabar.
-Sin duda: La cabeza la tenemos puesta en eso, y a raíz de eso sabemos que van a pintar seguramente fechitas interesantes como la que nos estaban apareciendo. Tratando de salir de lo que es Santa Fe capital: estamos tirando líneas para ir a tocar a Rosario. Tratando de abrir el espectro, porque tenemos gente fuera del país que ve que la banda puede tener más futuro, o la ven muy potable; cosa que nosotros no vemos.
Nos dicen: “Che, loco, ustedes se tienen que ir a tocar a Europa”. Y nosotros vamos: estamos haciendo música, no te digo que nos estamos proyectando para allá pero sabemos que tenemos buenos músicos, gente comprometida: tratamos de llegar hasta donde no tenemos pensado. Ya estamos grandes, Hay muchas cosas que por ahí antes nos permitíamos que ahora ya no nos permitimos más. Y bueno, ahí vamos.
-De acá a fin de año, queda la salida del disco...
-Antes de “Estilo único” vamos a sacar otro video más, de una canción que se llama “Motito”, que seguramente vamos a estar rodando en octubre, también con los Lechuza. Ya tenemos el guión armado, la idea: vamos a rodar más que nada en lugares de acá de Santo Tomé, porque la canción habla un poco del barrio Chaparral: habla de un personaje del barrio. Va a estar buenísimo, nos vamos a divertir un montón: creo que nos vamos a divertir más que con el video de “Una flor en el camino” (risas). Esa es por lo menos la promesa: que sea más divertido.
Puertas adentro
-¿Cuando de trabajo de estudio le falta al disco, sacando el mastering, que lo van hacer con Ramiro?
-No sé si el master del disco lo vamos a hacer con el Rami: el de los videos sí. El del disco capaz que lo hagamos con Mario Breuer, porque por ahí tenemos pensado en un futuro editar en forma material; el CD ya fue, entonces ahora se estila el vinilo. Son pocas las personas que masterizan para vinilo, entonces ya tendríamos que hablar con Breuer, o con (Eduardo) Bergallo; con alguno de esos viejos que están un poco más con ese asunto.
Las canciones ya están todas grabadas; Me queda grabar cositas acá en el estudio: meter alguna percusión de Gerónimo, me queda regrabar alguna voz a mí. Pero ya tenemos las canciones plasmadas: tenemos las diez canciones, hay que ajustarle un poquitito las tuercas a todas. El mastering es un proceso que se hace rápido: una vez que yo termine las canciones en una semana tenemos un disco masterizado. Lo más tedioso, lo que más laburo da, es grabar, editar y mezclar.
-Te falta el fino nomás.
-El ajuste de tuercas de uno. Aparte en lo que es mi proyecto musical no tenemos tanto apuro de que nos corre el tiempo, de la ansiedad. Entonces lo tomamos con un poquitito más de calma, lo escucho 400 millones de veces; vienen también amigos, colegas, a colaborar: Luciano “Lutta” Luggren, que laburó mucho tiempo en el estudio El Pote con Ramiro. Me tiran también sus críticas constructivas; por ahí hasta viene Ramiro a mi estudio. Tienen opinión desde el punto de vista sonoro los chicos, me dan una mano grosa antes de llegar al final.