Persecución
Persecución
JORGE F.
"A través de este mensaje quiero hacer pública mi situación. En 2011 denuncié a una empleada del Pami por malos tratos a los afiliados, y a partir de ese momento, cada vez que tengo que realizar un trámite -como puede ser sacar un turno al médico-, me siento perseguido. No puede ser que por ejercer nuestro derecho a denunciar a quien nos maltrata, suframos durante años una continua persecución".
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Opinión
ERCILIO FERRI
"El carácter demagógico y la intención de influir sobre las masas son actualmente comunes a todos los partidos políticos. A causa de la intención citada, todos ellos están obligados a transformar sus principios en grandes estupideces, al fresco y pintarlos así en las paredes. Nada hay que cambiar en ello y aun es superfluo levantar siquiera un dedo en contra, pues en este caso, rige lo que dice Voltaire: cuando el populacho se pone a razonar, todo está perdido".
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Diálogo o cárcel
MARIO PILO
"Cuando el peronismo, empezando por el propio presidente, Massa y hasta el Instituto Patria, llaman al diálogo (ahora que están perdidosos), cuidado. Están debilitados y buscan tiempo. Nunca se debe acordar con débiles políticos, que solo buscan lo que las urnas les han negado. Después de 12 años del Vamos por Todo, nos quedamos con el todo. Esto es lo que está sucediendo. Las Paso son unas encuestas gigantes. Para noviembre no hay que bajar los brazos. Generar más halcones y menos palomas. Y tener memoria, que es otra gran falta de los argentinos. El peronismo nunca cumple acuerdos. Recuerden: 'La hora de los pueblos', el Pacto de Olivos, el Frepaso con De la Rúa y Chacho Álvarez, etc... Lo reitero: es absolutamente necesario dar un paso gigantesco al frente. Una verdadera revolución pero de la ética política".
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Retomar el tema Hidrovía
ENRIQUETA GONZÁLEZ
"Un mensaje a los periodistas: se han portado muy bien respecto del desarrollo y cobertura de las elecciones, pero ahora es momento de tratar otros temas que se dejaron de lado. Por ejemplo, la Hidrovía, que están a punto de dársela a los chinos; o de los empresarios que son atacados por los gremialistas y no los dejan trabajar. Todas esas cosas hay que ponerlas en el tapete y que todo el mundo las conozca".
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Menos palabras y más acciones
ALFREDO SALOMÓN
"Dice el presidente de la Nación que 'lo que hicimos mal, lo corregiremos'. Y yo le pregunto: ¿cómo corregirá los que murieron por falta de vacunas contra el Covid, cuando el gobierno las esperaba de Rusia y rechazó las que ofrecía EE.UU., que inclusive las regalaba? ¿Cómo corregirá las rebeliones, festejando cumpleaños y demás, sin tapabocas y sin respetar las distancias establecidas? El señor presidente debería dejar de hablar y hablar y hacer las cosas como corresponde, porque su rol de primer mandatario deja mucho que desear".
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Soberbia
LUZ BALBASTRO
"La soberbia es una discapacidad que suele afectar a pobres infelices que se encuentran de golpe con una miserable cuota de poder… dice José de San Martín. Así podríamos definir algunos resultados electorales del domingo pasado. La soberbia, la vanidad, la mentira… tarde o temprano se paga… Este domingo el soberano se pronunció con la expresión democrática del voto y al decir del Padre de la patria: "aquellos infelices que se encontraron de golpe con una cuota de poder"…. pagaron con la derrota, pagaron con el papelón la actitud soberbia y arrogante con la que encararon su labor. Venimos de días donde la campaña y su oferta política se degradó hasta el ridículo, vimos groserías, candidatas desnudas, algunos se disfrazaron de payasos y otros ofrecían puños cerrados en lugar de la palabra y la propuesta. Alguno dijo por allí… "Algo no habremos hecho bien"… ¿Algo?, ¿solamente algo? Resultados como los del domingo ilusionan, dan una cuota de esperanza... queda un eco que dice que se puede cambiar, que no todo está perdido. Aún resta una etapa electoral más y es de esperar que -por el bien de la República- el resultado electoral haya sido la vacuna para la soberbia de algunos".
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Llegan cartas
Gritar no es sinónimo de autoridad
HUGO MODESTO IZURDIAGA
Alberto Fernández y sus discursos: en ellos se lo nota acalorado, enojado y algo violento. Al hablar en un tono alto, pierde el timbre normal de su voz. De tal manera, que a veces no se entiende lo que está diciendo. Su modo de hablarle al público no parece ser del todo correcto (en cuanto a lo que se espera de un mandatario). Si desea que el pueblo argentino lo escuche y le preste atención, debería hacerlo con un sentimiento de empatía hacia los demás.
Solo le pedimos un poco más de serenidad.
Señor Presidente no es conveniente emitir palabras como "Imbéciles, hipócritas, miserables". Estas son expresiones verbales que lo distancian aun más de los ciudadanos argentinos. Llegará un día en que la distancia sea tanta que no tendrá camino de retorno para reconciliarse con la gente. Trate de no perder el equilibrio emocional. El país lo necesita. Usted puede dirigir los destinos de nuestra patria de una manera correcta y confiable. Así logrará ser merecedor de respeto y quizás para algunos también de admiración. Todos comprendemos que le tocó administrar un república llena de problemas, pero usted tenía pleno conocimiento de la situación social de Argentina, antes de postularse a presidente de la Nación.
Deje a un lado las excusas, tratando de convencernos "en cada plática" que la culpa es del ex presidente Mauricio Macri. Desempeñe fielmente su cargo, y busque soluciones para que la república crezca. No pierda parte de su tiempo culpando y juzgando a los demás. Utilice todas sus energías para diseñar un próspero futuro para todos los habitantes del suelo argentino.
Bien lo dijo el Filósofo José Ortega y Gasset: "Argentinos a las cosas. Déjense de cuestiones previas personales, de suspicacias, de narcisismos".