Una calle de la ciudad santafesina de Rosario será la primera en el país en llevar el nombre de una organización de la diversidad sexual, que "fue verdaderamente revolucionaria", según definió uno de sus fundadores, Guillermo Lovaganini.
"La idea es visibilizar en el espacio público las huellas de las luchas sociales, políticas, culturales, sindicales de la ciudad" afirmaron desde la agrupación.
Una calle de la ciudad santafesina de Rosario será la primera en el país en llevar el nombre de una organización de la diversidad sexual, que "fue verdaderamente revolucionaria", según definió uno de sus fundadores, Guillermo Lovaganini.
El próximo martes el municipio local, junto con el Programa de Señalética de Marcas de Memoria de la Secretaría rosarina de Género y Derechos Humanos, renombrarán como "Colectivo Arco Iris" al expasaje 736 de esta ciudad, en lo que será un nuevo reconocimiento hacia la defensa de los derechos de las personas gays, lesbianas, travestis y transgénero en las luchas contra todo tipo de discriminación.
"Es una forma de reconocer la lucha de un colectivo que trabajó en condiciones muy distintas a las de este presente, cuando la diversidad era un tema difícil que aparecía poco en los medios, cuando eran muchas y muchos menos los que salían a la calle", dijo Cecilia Vallina, coordinadora del Área Memoria del municipio.
"La idea es visibilizar en el espacio público las huellas de las luchas sociales, políticas, culturales, sindicales de la ciudad", abundó sobre el programa.
"Fue una organización revolucionaria, verdaderamente revolucionaria, porque Arco Iris entró en el momento justo, aunque también teníamos en el gobierno municipal de entonces una gran mano, con el Partido Socialista", recordó Lovaganini, quien por entonces trabajaba en el Instituto de Obra Social del Ejército (IOSE), y delegaba las apariciones públicas en Paradiso para evitarse un problema laboral.
"El esfuerzo -aclaró sobre los logros de la organización- lo hizo el activismo, fue el fruto de la lucha de tantos años de la diversidad sexual".
El activista trabaja en la aprobación de la ley de Enseñanza Sexual Integral (ESI) porque considera que "es fundamental: las futuras generaciones tienen que entender la sexualidad como lo que es".