La distancia entre los dirigentes y la sociedad a la que representan no se acorta poniendole el cuerpo a las manifestaciones de ésta contra aquellos. Dar la cara es sólo un acto de entrega. Puede ser elogiado el gesto heroico de enfrentar a multitudes, pero el papel de quienes toman decisiones en el Estado es el de ocuparse de que no haya tanto dolor en su mayoría evitable.
El miércoles 27, en cuestión de horas, para quienes siguen la actividad política el centro informativo se trasladó de Santa Fe a Rosario, de manera sorpresiva. Todo parecía estar concentrado en la Legislatura, pero las miradas se posaron en el Monumento a la Bandera, como para recordar que la agenda política es autónoma, tiene su propias reglas, y también que abajo entre la gente las urgencias se imponen. Hubo imágenes fuertes que llegaron a todo el país. Unos días antes, los periodistas de Santa Fe Canal (la TV pública provincial) habían advertido en un comunicado que no eran responsables de la decisión del directorio de no cubrir esas concentraciones. El gobernador parece haberles dado la razón a los que no quieren tapar el sol con una mano.
En la capital provincial la noticia fue la presencia del director del Organismo de Investigaciones del Ministerio Público de la Acusación, Marcelo Sain, en la Comisión de Acuerdos donde madura un dictamen de mayoría que recomendará su destitución, por no guardar las formas mínimas de independencia al ejercer su cargo en el Poder Judicial. En el espacio público más importante de la ciudad del sur, el gobernador decidió presentarse en uno de los tantos reclamos multitudinarios que exigen vivir algo de aquella promesa de paz y orden.
Tenés que leerSain solicita ser escuchado por todos los diputados y senadoresEl peligro al que se expuso el titular del Poder Ejecutivo lleva a suponer que hay dirigentes que valoran en exceso el material del que realmente está hecho su vínculo con la gente.
Lo mismo cabe para el intendente de Rosario, Pablo Javkin, que tampoco la pasó bien en medio de esa marcha, pero pudo repetir a cuanto vecino se le cruzó que la Municipalidad no tiene policía. Perotti dijo antes que estaba dispuesto a hablarlo.
La gestión de Sain como ministro de Seguridad marcó hasta aquí al gobierno de Omar Perotti que, ahora sí, parece decidido a dar vuelta la página. Habrá que ver si está a tiempo, más allá de los resultados electorales que le depare noviembre. Admitió que se ha llegado a un grado de violencia que "es inaceptable" y en esa definición hay mucho más que leer. Al día siguiente fue apartado el jefe de la policía en Rosario y puede que los cambios excedan a los uniformados.
Tenés que leerRechazan el amparo presentado por SainEl titular del OI fue a la Legislatura para defenderse de la acusación de hacer proselitismo -algo que va camino de costarle el cargo que ganó por concurso- con la foto de Néstor Kircher en su cuenta de twitter y, protegido por dos automóviles cargados de custodios, mostró los dos dedos en V en ambas manos (pero "como MacArthur o Churchill", según se ocupó de aclarar después).
Los legisladores lo escucharon y le formularon preguntas con cuyas respuestas pudieron probar que son suyos los posteos con opiniones partidarias que violentan el artículo 89 de la Constitución que dice que "los miembros del Poder Judicial no pueden actuar de manera alguna en política".
Tenés que leerEn la Legislatura de Santa Fe piden sacar del fuero laboral una nueva cautelar de SainSain habló de una persecución en su contra por las investigaciones que ha hecho en el Organismo de Investigaciones (en la Justicia) aunque con la prensa nombró casos de su época en el Ministerio de Seguridad (en el Ejecutivo).
Hace un par de meses, mediante un amparo judicial, Sain pudo esquivar la dura sanción que le iba a imponer la Legislatura por las confusiones entre uno y otro rol. Esta semana en cambio, no logró lo mismo también en el fuero laboral de Rosario. Su suerte parece echada salvo que haya un nuevo factor judicial.