La célebre cantante chilena e ícono del “electro pop queer” Javiera Mena vuelve a recorrer Latinoamérica con un show renovado, que pasará por Rosario y Santa Fe el 26 y 27 de noviembre, respectivamente. El Litoral conversó con la trasandina sobre su reciente EP, “I. Entusiasmo”, sobre sus modos de trabajo y su renovación constante.
Gentileza @rodphotography Me gusta generar unas incomodidades pero divertidas, desde un lado también amable , dice Javiera sobre su apertura a la hora de escribir libremente sobre su sexualidad y sentimientos.
Tras casi dos años sin llevar a cabo un show presencial en Latinoamérica, la célebre cantante chilena e ícono del “electro pop queer” Javiera Alejandra Mena Carrasco anuncia que visitará la Argentina con varios shows sin precedentes. El 25, 26, 27 y 28 de noviembre, la artista tomará rumbo a las ciudades de Buenos Aires, Santa Fe, Rosario y Córdoba, respectivamente, para ejecutar lo que será su gira en nuestro país. El paso por la provincia se dará en el capitalino Tribus Club de Arte (República de Siria 3572) y la sureña La Sala de las Artes (Suipacha y Güemes).
La artista llega con un show cargado de energía, emociones y nueva música tras el reciente lanzamiento de “Culpa”, un sencillo en el que ha tomado el concepto de culpa más allá del bien y el mal, representado en estos dos lados paralelamente a través de los sonidos y versos que comprenden la canción.
En el espectáculo totalmente renovado, la artista chilena alternará momentos íntimos con otros festivos para cantar la sensual “Corazón astral”, la bohemia “Diva”, así como las baladas “Pasión AKA ilusión” y “Dos”, entre otros sencillos de su último trabajo, “I. Entusiasmo”. Además repasará hits de sus cuatro álbumes anteriores: “Esquemas juveniles”, “Espejo”, “Otra era” y el clásico “Mena”.
De este nuevo material conversó El Litoral con Javiera, para conocer más sobre este EP que constituye la primera mitad de su presente álbum, como así también su manera de crear y de ser en el arte.
Gentileza @rodphotography El productor Pablo Stipicic, que describió al disco como una montaña rusa de emociones, está muy arriba y al mismo tiempo que está muy abajo .
El productor Pablo Stipicic, que describió al disco como “una montaña rusa de emociones, está muy arriba y al mismo tiempo que está muy abajo”.Foto: Gentileza @rodphotography
Por el continente
-Volvés a los escenarios después de prácticamente dos años. ¿Cómo se vive esto de volver a girar, y de volver a hacerlo por Latinoamérica?
-Fue a una gira que armó mí management, hubo un interés también por las ganas, por el entusiasmo de volver a tocar en vivo; hace mucho que no voy a México también.
-Tenés muchas fechas en México.
-Sí, muchas, y era el momento: no voy hace un montón, Como que ya tenía pesadillas: me despertaba a la noche y era como “no hemos ido a México”. He ido a componer: muchas canciones del disco las compuse ahí, pero no había ido a tocar. Y fui al (Día del) Orgullo: toqué acotadamente en el Zócalo. Ahora regreso ya a tocar de verdad, con mi show. mi gira, mi banda, mis luces.
-¿Con qué formato de banda vas a girar?
-Somos un trío: yo canto, tengo un sinte, una mesa de audio con efectos, filtro cositas, hago producción en vivo. Después tengo una chica que es multiinstrumentista, toca bajo y también coros, teclados y un pad; y otra chica que ya es batería con pads. Yo siempre le digo que no toque mucho los platos, porque esto no va a sonar a rock, va a sonar a disco.
-¿Cómo fue mantenerse activa y conectada con tu público en este contexto? Este disco lo venías componiendo antes, lo hiciste con Marian Ruzzi, pero salió en el aislamiento.
-De verdad a mí me fue bastante bien, porque a veces me quejo un poco de las giras, debo confesar. Entonces estuve como tranquila en la casa, pudiendo organizar proyectos que tiene más que ver con generar contenidos en Internet, que me encanta. Pude conectar desde otra manera, sin tener que estar moviéndome por todos lados, el agotamiento también. Así que estoy súper contenta de todo lo que hicimos en pandemia.
Hacia adentro
-“I. Entusiasmo” es la primera parte de un material más extenso, va a haber una segunda parte.
-Que es el disco.
-¿Cómo fue trabajarlo antes y sacarlo en medio del aislamiento?
-Estuvo bueno, fíjate. Me gustó hacer las entrevistas online: no me movía de mi casa, estuve más encerrada, soy casera. Pero después extrañaba: cuando salí y vi a la gente me di cuenta cuánto lo valora. También un montón de sesiones en el estudio: fue medio tedioso el estudio a distancia, por Zoom, lo más tedioso de todo.
Pero pude profundizar más, me llevé un micrófono para la casa, grabé muchas voces en casa. Cómo que me di cuenta también que se pueden optimizar mejor los recursos, ahora cuando salgamos de la pandemia. Me di cuenta de todas las cosas que eran innecesarias, todos los desplazamientos innecesarios. Así que creo que para mí y para muchas empresas le pasó lo mismo: se puede hacer mucho trabajo en la casa; pero hay otros trabajos que de verdad se necesita estar, por ejemplo estar en el estudio: me gusta estar ahí, agarrar el teclado, y ahí surge magia. Esa magia se pierde un poco a través de la pantalla.
-¿Había cosas que ya habías grabado?
-La espina dorsal del disco, no solamente “Entusiasmo”. está hecha en el estallido social, previo a la pandemia. Después lo otro fue lo que continuamos, pero fue la producción lo que se trabajó a distancia. Después volví a Chile en plena pandemia a terminarlo.
-Trabajaste con el productor Pablo Stipicic, que describió al disco como “una montaña rusa de emociones, está muy arriba y al mismo tiempo que está muy abajo”. ¿Ese mix se dio espontáneo o se buscó a la hora de elegir las canciones?
-Creo que es por mi versatilidad: soy muy de hacer diferentes tipos de canción, y te puedo hacer muy tranqui y después una muy arriba. Me gusta el techno, me gustan las canciones tranquilitas acústicas; y me doy la libertad de hacerlas todas también: me gusta seguir una línea, pero me gusta todo tipo de música.
Creo que se dio por eso, y también por el momento que estamos viviendo, que es como súper bipolar: de emociones fuertes, ya sea para arriba como para abajo.
Encuentros
-Dijiste que “Pasión A.K.A. Ilusión” es la canción que mejor representa el EP. Es una canción que no es no es la más upbeat del disco ni tampoco es la más tranquila; la letra es como optimista. ¿Por qué es la más representativa?
-Creo que por la letra más que por la música. A nivel letrístico, lírico: una canción que habla sobre el deseo; de hecho está inspirada en una serie que se llama “Dark”. Ahí había una parte que me llamó mucho la atención que decía: “El dolor es la nave, el deseo es su brújula”. Habla de eso, de este constante deseo que te va un poco guiando la vida, por esta nave, pero que también te provoca mucho sufrimiento y mucha alegría.
Este es un disco de mucho deseo, por eso se llama “Entusiasmo”. Entusiasmo y deseo tiene muchas cosas en común, de hecho son sinónimos.
-Sí; a veces la palabra deseo se usa en un sentido restrictivo, pero es esa fuerza motora que te lleva hacer a salir de la casa para hacer cosas.
-A hacer una playlist, a cocinar, a viajar. Claro, estamos muy cerrados los latinos en el deseo carnal, sexual; pero el deseo va mucho más allá de eso, es como dices tú: el Eros, el fuego que te enciende.
-De esa canción hiciste una segunda versión recientemente, con Zoe Gotusso, una joven cantante argentina. ¿Cómo salió esa colaboración?
-Porque estábamos en una entrevista a varias mujeres en México. No la conocía, terminamos la entrevista, la googleé y me pareció interesante lo hacía. Estábamos buscando con quién hacer una colaboración y como que pedía buena onda. Entonces le escribí y ahí salió la colaboración: toda a distancia. Pegamos igual buena onda, es muy simpática.
-Hablando de colaboraciones en este disco hay una con Chico Blanco en “Diva”: esa sí es la canción quizá más “para arriba”, más bailable de “I. Entusiasmo”. ¿Cómo se dio eso? ¿Estabas en España?
-Salió tal cual lo que dice la canción. Estábamos en una fiesta, fuimos después a la casa de una amiga. Lo conocí ahí, estuvimos conversando; a mí me gustaba mucho la música que hacía, le pregunté si se quería sumar a la canción y se sumó a la producción también. Tengo mucha buena onda con él; hace un montón de cosas: una fiesta que se llama Mareo, que es increíble. Al igual que con Zoe al final hicimos buenas migas, y ahora somos amigos.
Me gustan las colaboraciones así: que nazcan desde una buena onda, desde la amistad. Creo que son las que mejor quedan.
Transparencia rebelde
-Siempre escribiste con mucha libertad desde tu propia identidad, en lo sexoafectivo, en todo sentido. En este material están “Dos” y “Corazón astral”, sin ir más lejos. ¿Cómo fue hacerlo al principio en una sociedad como la chilena por ahí conservadora en esos detalles?
-La verdad yo siempre he sido rebelde, de pequeña siempre quería llevar la contra. Entonces al momento de darme cuenta que era lesbiana lo dije de una, les dije a mis padres; tengo ese espíritu, como que me gusta generar unas incomodidades pero divertidas, desde un lado también amable.
Nunca tuve problemas, y menos en un país como Chile: más ganas me dan de decirlo. Fue como: “Bueno, no hay nadie que lo diga, lo voy a decir yo. De paso a ver si consigo alguna novia”. Porque en ese tiempo no había lesbianas.
-En realidad había...
-Pero nadie lo decía. Entonces dije: “Así me hago un poco de publicidad con la comunidad” (risas). Lo dije por eso básicamente. Después con el tiempo me di cuenta de que claro, había sido algo súper revolucionario en un país como Chile; y que muchas chicas me dan las gracias hasta el día de hoy por haberlo dicho. Porque para ellas fui un referente que las animó quizás a encontrarse consigo mismas a través de alguien que lo ha visto tan naturalmente como yo.
-Y aparte poder ponerlo en canciones también, cuando no lo hacía nadie.
-Claro sí: poder hablar de eso, poder poner videoclips. Me sentía totalmente punta de flecha, y amé eso: lo viví con mucho gusto, nunca sentí algo tormentoso. Al contrario: “Guau, qué bien me siento siéndolo”.
-Hablábamos de la canción “Dos”, que compusiste con Ruzzi. Tiene algo de canción de los 80: por un lado en lo sonoro, pero también la forma de la letra, para hablar de determinadas cosas es media retro. ¿Cómo nació esa canción?
-Los mexicanos están totalmente congelados en los 80: ves los peinados en la calle, hay discotecas como el Patrick Miller que solo tocan música de los 80. De ahí nació: de las dos componiendo; también amigas, tocando el piano, nos compramos un mezcal. Y sí, tiene toda esa cadencia ochentosa que a mí me encanta y a Marian también, por ende nos sale natural.
Todas la parte de instrumentación también: la producción la hice pensando en que tuviera esas cajas con reverb, un poco electrónicas; pensando en estas canciones que parten muy vacías y se van llenado de a poquito. Pero eso está hecho consciente: quería una power ballad de los 80 del 2021, era la propuesta estética.
Futuro abierto
-Siendo históricamente una solista, ¿cómo es esto de sentarse escribir con otra persona?
-Me encanta. Sobre todo después de tantas canciones que tengo, como que ya: tengo cinco discos, he hecho tantas canciones. Entonces para mí es como refrescante: componer con otra gente, experimentar otros modos de composición, retroalimentarme. Ahora viene mi etapa de eso, de componer con otros. También tengo canciones que hice sola en el disco: la letra de “Corazón astral” es mía totalmente. Pero componer con otros es refrescarme y renovarme un poco.
-Con Miranda! también colaboraste.
-Sí, de hecho la canción con Miranda! (“Entre las dos”) era para mí: me junté a componer con Ale (Sergi) para mí, y al final me dijo: “Hagámosla con Miranda!”, y yo: “Vale”.
-La sacrificaste por un bien mayor.
-Sí.
-Viene mucha gira por México, Perú también, después de la Argentina. ¿Cómo se compatibiliza este proyecto de andar sacando el show con seguir trabajando en lo que va a ser la segunda parte del álbum?
-No lo sé, ahora veré. Es una buena pregunta que ni siquiera yo sé. Me lo voy a tomar con calma: este mundo te exige mucho rápido, singles todo el rato. Ha estado intenso este año, y ahora después del tour quiero pegarme unas vacaciones, que no me las pego desde no me acuerdo ya. Porque también soy un poco trabajólica, así que me voy a obligar a hacerlo.
Y después ya para sacar el disco con energía, y ver qué fórmula voy a usar ahora que se está acabando la pandemia. Sé que mi público está ahí esperándome, y ha sido muy bonito saber que en los lugares se están vendiendo las entradas. Y ver qué pasa con este tour también: es un experimento. Para la pregunta que me hiciste no tengo la respuesta.
-Unas vacaciones en serio, porque en realidad los parates que hemos tenido no han sido vacaciones.
-No, para nada: de hecho dormía y no descansaba; dormía 13 horas y me despertaba cansada.
-Lo aprovechaste para mover todo esto. Ahora hay que parar para resetear el sistema.
-Total. Tengo diferentes maneras de resetear el sistema: a veces me voy de fiesta, y otra pueden ser unas vacaciones.