Fondo de Recompensas: se ofreció en 24 ocasiones, pero sólo se pagó una
En lo que va de 2021, el gobierno provincial ya apeló a esta herramienta excepcional en siete ocasiones. Implica el ofrecimiento de una suma de dinero, a cambio de datos certeros para esclarecer un delito de relevancia y alto impacto social. En la práctica, desde su historia, sólo se logró ese cometido una vez.
En casi seis años de vigencia de la ley que permitió crear el Fondo Provincial de Recompensa, sólo una vez se pudo pagar el monto ofrecido porque los datos aportados eran veraces y contribuían a esclarecer el ilícito en cuestión. La norma correspondiente fue sancionada en 2015 y reglamentada en 2016; estipula que a través del Ministerio de Gobierno, se ofrezca una suma de dinero a quienes aporten datos útiles para dar con los autores o cómplices de un delito. Es una vía de excepción y justifica la oferta "la gravedad, complejidad o alarma social" que genere un suceso.
En lo que va del año, el gobierno provincial ya ofreció recompensa en siete ocasiones; la última fue ante el homicidio de Joaquín Pérez, un arquitecto rosarino de 34 años que fue asesinado el 19 de octubre en un presunto intento de robo. Para quien aporte datos fidedignos sobre el crimen, el estado ofrece un millón de pesos. En la práctica, los hechos demuestran que muy pocas veces, el mecanismo ha permito esclarecer un ilícito. Desde 2016, la provincia ofreció pagar recompensas en 24 ocasiones: 3 veces en 2016, 3 en 2017, 4 en 2018, 5 en 2019, 2 en 2020, y 7 en lo que va de 2021. De todas ellas, sólo una vez se pagó el dinero ofertado; se trató de una recompensa pagada en 2021 pero por un hecho que fue cometido en 2017. En diálogo con El Litoral, el secretario de Justicia, Gabriel Somaglia, analizó el funcionamiento, instrumentación y resultados del sistema.
- ¿En términos globales, el sistema de recompensa ha sido útil para el esclarecimiento de hechos graves?
- El programa de oferta de recompensa para ayudar al esclarecimiento de delitos que nos rige desde hace un poco más de cinco años, no es un mecanismo usual para su utilización, sino que es una vía excepcional. Es excepcional porque se apela a él, cuando los resortes legales o institucionales no alcanzan para dilucidar la conexión o autoría de un hecho delictivo. Por lo tanto esta herramienta en la provincia, si bien fue ofertada en varias oportunidades en los últimos cinco años, solamente se concretó el pago en una ocasión, en la que pudo corroborarse que un grupo de personas pudieron ayudar al esclarecimiento de un hecho. Es una herramienta que en términos criminales no facilita o colabora con la confianza que la sociedad debe tener en las fuerzas policiales o cuerpo de fiscales, que son las herramientas legales y viables para esclarecer un delito. Igualmente la valoro como positiva, cuando se agotan aquellas instancias reglamentarias en todo lo que hace a poder esclarecer un hecho.
- ¿Sólo una vez se pagó la recompensa desde que el sistema está vigente?
- Sí, sólo una. Fue por un hecho producido y una recompensa ofertada en 2017. Esto también posibilita advertir que este sistema no tiene una capacidad de resolución inmediata, sino que para poder pagar la recompensa, hay que verificar fehacientemente la veracidad de los datos que se ofrecen. Y por otro lado, supervisar que no tengan vinculación con el delito o sean personas vinculadas no con la víctima, sino con la autoría del hecho o la saga delictiva.
- ¿A qué se atribuye que en lo que va de 2021 ya hayamos tenido siete ofrecimientos de recompensa? Es, de hecho, el año en el que más ofrecimientos se produjeron desde que entró en vigencia el sistema…
- Esto tiene que ver con la calificación de los hechos; no nos olvidemos que en estos once meses que han transcurrido del año, han ocurrido hechos de alto voltaje criminal, sobre todo en la ciudad de Rosario, donde con el cúmulo de investigaciones que se están llevando adelante, se entendió que en algunos de ellos se podía ayudar a la resolución con esta herramienta. También el estado acompaña la sensación social frente a un hecho que causa gran conmoción; en la necesidad de esclarecerlo, echa mano a este resorte no sólo porque estén o no agotadas las instancias reglamentarias para la investigación, sino también para acompañar a las víctimas que reclaman un mecanismo por parte del estado para obtener justicia. No es una cuestión simbólica; de hecho, en el caso de Joaquín, dejamos transcurrir unos días para ver el avance de la investigación; uno es prudente y no puede ligeramente disponer de la aplicación de esta herramienta.
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- ¿Es frecuente el ofrecimiento de datos que terminan resultando falsos?
- No tanto, porque obviamente el acceso a admitir, tratar y evaluar la información que una persona puede traer, está protocolizado. Entonces, al inicio mismo, si no se entiende como seria o viable, se desestima.
- Es difícil creer que nunca nadie tenga ningún dato certero para aportar y ayudar a esclarecer un caso ¿Cómo se analiza que esa información no aparezca, aun cuando media una recompensa económica? ¿Por qué esa persona no se termina de convencer de que debe aportar esos datos?
- Esto tiene que ver con la tipología de los delitos y con la conmoción social que generan estos hechos. Tenemos que ser conscientes de que la mayoría de los homicidios que se están produciendo están asociados a la droga, a los búnkers y a determinadas empresas criminales y sicariatos.
- ¿Entonces la gente tiene miedo de contar?
- Es que muchas veces quienes pueden aportar esos datos, son personas que conviven en las zonas de influencia o de gestión de esos delitos. Por lo tanto generan temor, sí. Por eso mismo estamos con el otro programa que es el de protección de testigos que precisamente, valoramos positivamente por la gestión que se está llevando adelante. Muchas veces se le ha ofrecido a algunas personas ser incorporadas a este programa, pero desisten por las implicancias y obligaciones que ello tiene para la persona, que hay que sacarla de su medio de convivencia, trasladarla a otra localidad, perder todo vínculo con su familia y su entorno...