Una posible lectura post elección marca algunas orientaciones sobre el Concejo santafesino que se viene. La primera es la edulcorada presencia, a priori simpática, de dos outsiders llegados a la arena política local: Saúl Perman, el "militante del megáfono y la bici", y el cantante de cumbia Juan J. Piedrabuena.
La segunda, una eventual "rosca y grieta abierta" entre el interbloque frentista (oficialismo), que tiene una primera mayoría disminuida (perdió una banca), y el frente de la UCR-Juntos por el Cambio, que mantuvo sus escaños y se mixturó con figuras públicamente conocidas dentro de la coalición.
Y la tercera arista a observar es el PJ, la fuerza que más votos perdió en la ciudad, para sorpresa de propios y extraños: sólo pudo renovar una banca de dos que ponía en juego, cuando en realidad las expectativas eran mucho mayores. Este último punto lleva, indefectiblemente, a pensar en el primero.
Trascendió en algunos medios que Piedrabuena es un "producto" impulsado por el concejal saliente Sebastián Pignata, que no pertenece al Interbloque Frente de Todos pero que siguió siendo, dentro del Concejo, un peronista "díscolo", distanciado de sus ex socios de banca Juan J. Saleme y Jorgelina Mudallel (perottistas puros), y Federico Fulini (kirchnerista).
Salta la pregunta, así: el voto de Piedrabuena, ¿será peronista? El cantante de cumbia no quiso dar entrevistas a El Litoral, y aún nadie sabe por qué. No da pistas certeras en sus redes sociales, pero en su cuenta de Twitter, Piedrabuena sigue a referentes del peronismo santafesino.
Tenés que leerSaúl, "deconstruido": cómo piensa el hombre que llegó al Concejo dando abrazos gratisEn el caso de Perman, el desciframiento sobre a qué fuerza podría acompañar el candidato electo es una incógnita. En rigor, él (aún por fuera de su personaje y analizando al hombre) es una caja de sorpresas: reniega de todos los "-ismos" y admitió a este diario no estar identificado con ninguna fuerza política tradicional de la ciudad.
Con todo, habrá que ver si estos dos votos se "acercan " al PJ y compensan lo que ese partido perdió en el Concejo local. Y la otra incógnita, para completar el cuadro de los candidatos con bloque unipersonal, es cómo jugará el edil de Barrio 88, Guillermo Jerez.
Finalmente, se entrevé una probable "grieta" entre el oficialismo frentista y la segunda mayoría, que la seguirá teniendo Juntos por el Cambio. Es que están en pugna "dos modelos de ciudad", en las propias palabras de las principales referentes de esos espacios, Laura Mondino y Adriana "Chuchi" Molina, respectivamente. Uno, el modelo que gobierna hoy y quiere consolidarse; otro, el que gobernó la ciudad durante 12 años. Si se da esa pulseada, entonces quedará expuesto que ambos interbloques ya están mirando la elección para la Intendencia en 2023.
Hacia adentro de cada espacio, el interbloque oficialista responde al intendente Emilio Jatón: incluso hay dos radicales frentistas (del sector Encuentro) que también acompañan las decisiones del primer mandatario local. Esta "unidad en la diversidad" que sí pareció sostener hasta ahora el Frente Progresista es lo que habrá que ver si se consolida en Juntos por el Cambio, pues hay que tener en cuenta que dentro de este espacio, tres ediles viene del sector de José Corral, uno del de Mario Barletta (ambos sectores distanciados por mucho tiempo) y un último edil que es Pro puro: Sebastián Mastropaolo.
Todas las dudas irán siendo limadas y cristalizadas una vez que el nuevo Concejo asuma y comienza a sesionar.