Desde el viernes pasado, gran parte de los argentinos venimos hablando de la prohibición de pagar en cuotas los viajes al exterior, tanto de pasajes como de estadías y demás servicios turísticos. Claro, ahí se paga en dólares y lo que el Banco Central resolvió es no entrar en la "zona roja" de las reservas negativas. En realidad, poco importa si las reservas líquidas ya están en ese terreno o no quedan muchas en el tarro para retirar. Todos comenzamos a preguntarnos qué vio el gobierno que estaba sucediendo para aplicar una medida que despertó la crítica y la incomodidad de los argentinos que estaban pensando en "cerrar" la etapa pandémica antes que llegue otra variante y otra restricción.
Según el balance mensual, la salida de dólares por viajes fue récord en octubre tras las Paso y antes de la general del 14 de este mes: U$ S 173 millones, cifra que marcó un nuevo récord desde diciembre de 2019. Además, volvió a subir la venta de dólar ahorro. El mes pasado más de 760.000 personas compraron (récord de 2021). En el Central sabían que luego de los comicios iba a ser necesario acelerar el ritmo de ajuste del tipo de cambio mayorista, que desde fines del primer trimestre viene subiendo por debajo de la inflación. El atesoramiento totalizó unos U$ S137 millones en términos netos. Una cifra similar se había observado en enero de este año, mientras que en diciembre de 2020 el monto había sido superior, de U$ S157 millones.
La conclusión es lógica: el Gobierno tiene pocos dólares y, al parecer, también tiene poco tiempo. Por lo tanto, lo más rápido y efectivo era restringir la salida de dólares para tratar de frenar el goteo de reservas. La cuestión que no tiene una respuesta confirmada es saber cuánto tiempo de vida tendrá esta nueva resolución y veremos la semana próxima la reacción del mercado, el que aún no sabe cuán cercano está el acuerdo con el FMI y por lo tanto quién se anima a asegurar que los dólares se van a quedar en el Central o se irán por otra vía. En otras palabras: hay que estar atentos a cómo asimila el mundo financiero ésta nueva vuelta de rosca sobre el mercado de cambios.
El gobierno, en tanto, planteó una solución. "Todos podrán viajar porque cuando no puedan pagar ese pasaje en una cuota, lo podrán pagar financiándolo con los diferentes planes que tienen las tarjetas de crédito, que tienen una tasa bastante baja, o con créditos personales", aseguró Gabriela Cerruti, portavoz presidencial. Olvidó decir que a la vista (seguramente la imaginación repondrá otros procedimientos) solo podrían tener una oportunidad los que consigan los créditos a tasa cero para Monotributistas que se tramitan en la web de Afip y que garantizan un desembolso de hasta $ 150.000 en una tarjeta de crédito. Estos créditos pueden tramitarse hasta el 31 de diciembre de 2021 a través de la Clave Fiscal y se cancelan pasados los 6 meses del otorgamiento y en 12 cuotas durante los 12 meses consecutivos.
Si miramos hacia adentro del país, la primera conclusión es que el perjuicio no será sólo para quienes se dediquen al turismo emisivo, sino también al receptivo, precisamente la actividad que el gobierno busca incentivar. Si se reduce el número de pasajeros, es probable que varios rubros (compañías aéreas, agencias de turismo y cadenas de hoteles) analicen la rentabilidad y medidas concretas. Esperemos que la comentada no haya sido otra medida improvisada ni que solo nos quede rogar que se concrete la mejor cosecha de trigo (20,3 millones/tn) para que el agro liquide dólares para el alivio.