Payitas: el diseño argentino que busca terminar con los sorbetes de plástico
Una cooperativa del norte del país diseñó a partir de la papaya una pajita biodegradable que cumple las mismas funciones y no contamina.
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Juan Ignacio Gerardi, alias “Juani” es bahiense. Hace doce años vive en Jujuy, una de las provincias de mayor diversidad en menor territorio del país. Tiene selva, valles, quebrada, puna. Es muy variado climáticamente. Coordina una cooperativa que busca integrar a productores de alimentos del norte argentino buscando reivindicar los trabajos y las culturas ancestrales.
Hace un par de años viene trabajando sobre el diseño de un sorbete hecho de la resina de la papaya que logra emular al de plástico sin ocasionar contaminación.Proceden de los tallos que quedan en pie una vez terminada la cosecha, los cuales son cortados a mano, pelados y secados. Pueden haber variaciones en el grosor y forma de cada una de ellas.
Según Juani, Las Payitas, así denominan a su producto, se han transformado en la llave para hablar de otros temas, como por ejemplo la ecología: “A esta crisis climática llegamos con microdecisiones, yo creo que nadie se levantó a la mañana y dijo, bueno, voy a contaminar el planeta”.
Charlamos del camino de este proyecto y de las acciones que podemos hacer desde nuestros lugares.
¿Qué te llevó a Jujuy?
La búsqueda de productos que vengan de la tierra. De productores, de historias, de personas que están sembrando desde muchas generaciones atrás y en Jujuy lo encontré. Encontré comunidades y familias que hace muchos años siembran y cuidan la tierra.
¿Cómo nace la idea de payitas?
Uno de nuestros principios es el cuidado del medio ambiente. Una de las prioridades es eliminar el plástico, uno de los problemas más críticos en la actualidad. Salimos hace unos 6 años a buscar alternativas naturales para encarar un tema que era el sorbete y fuimos probando con todo lo que tenía agujerito y fuera vegetal, lo probamos, estudiamos, analizamos y vimos si podían aguantar temperatura, sino transmitía sabor, cuánto tiempo duraban en un líquido y cuanto tiempo no. Empezamos a desarrollar y encontramos una planta que se llama papaya que aca en el norte hay bastante y que tiene una propiedad que es la papaína que es un látex natural que permite que el sorbete tenga características muy similares a uno plastico. Ahí vimos que teníamos una llave para hablar de otros temas. La crisis climática.
¿Cómo logran insertar el sorbete teniendo en cuenta el protagonismo del plástico?
Es complejo porque no es un producto que reemplace al otro, es un producto diferente. Antes un sorbete estaba en una papelera y ahora está más cerca de una verdulería. La forma de adquirirlo y de entender requieren de que toda la cadena tenga ganas de hacerlo, sino es imposible. Sin compromiso, es imposible. Nuestros sorbetes van en una caja impecable, requieren un cuidado. Es imposible para aquellos que no dimensionan la crisis en la que estamos
¿Cómo se re utilizan los sorbetes?
Lo bueno de los sorbetes vegetales es que se pueden hervir, lo pones en una olla, lo dejas secar, lo tenes siempre para usar, no se doblan Es importante que se seque solo, es muy importante el sorbete porque es una interfase entre una lata que no se sabe donde fue guardada y la boca del que va a tomar. en muchos momentos es algo necesario y en otros no tanto. La idea es que cuando no sea necesario no se use el sorbete.
¿Por qué eligieron el sorbete?
Empezamos a ver que al sorbete siempre se le dice pajita y tiene que ver con que al principio eran los tallos de la cosecha de cebada que se usaban como sorbetes, siempre como buscando, como volviendo al inicio donde normalmente todo comenzó sin plástico. Empezamos a buscar. En una viaje en Ecuador en una comunidad Maraví un comunero cortó una planta de papaya, la lavó con sal, me la mostró y nos tomamos un coco con eso. Ahí quedé maravillado. El comunero, Silveiro, me contó que siempre fue así en su casa.
¿Cómo es la recepción por parte de los restaurantes, bares y barras?
La verdad que las barras y el mundo gastronómico tiene ganas y compromiso, sino seria imposible, ¿qué nos pasa? de pronto un sorbete de caña que resiste más como de alguna tacuara por ejemplo tiene un costo de 10 pesos contra un sorbete de plástico que vale tres centavos…. entonces todos queremos cuidar el planeta pero nadie lo quiere pagar. Es mucha la diferencia de precio que la termina pagando el planeta. Vamos buscando entre todos la manera de ver cómo se solventa. ¿Por qué lo tiene que pagar el bartender? ¿Por qué lo tiene que pagar el consumidor? ¿Por qué no puede ser equitativamente?. O que el cliente se lo lleve y lo vuelva a traer. Estamos buscando todavía la manera para que fluya y poder erradicar el plástico. Es difícil. No podes cortar el modelo de negocios con el plástico y trasladarlo a este proyecto, es más complejo. Requiere estudiar modelos de negocios del mundo.