No pocas veces en la historia política moderna de nuestro país muchos anticiparon, ante determinadas situaciones, el fin del peronismo como fuerza política nacional. Hay algunos que pregonaban, justamente, que el kirchnerismo había servido para evitar la disolución final del Partido Justicialista (PJ). Hoy, con la realidad prácticamente hegemonizada por las denuncias presentadas contra el ex presidente Alberto Fernández, vuelven las sombras de la desaparición.
Cristina Fernández de Kirchner había anticipado lo que la gran mayoría no supo entender: que haga "funcionar a los funcionarios", que dedique su tiempo a otra cosa que no sean las mujeres que invitaba a la Quinta de Olivos o la Casa Rosada. Incluso hubo formas de llamar a Fernández que aludían groseramente a su sexualidad y otras cosas, a las que se suman las denuncias de corrupción, aislamientos y falta de vacunas durante la pandemia y fundamentalmente las causas de los seguros que un decreto de Fernández orientaba específicamente a un exclusivo sector allegado a él.
Los más que tristes cuatro años de gobierno que tanto mal le produjeron al país, el peronismo/ kirchnerismo los sufre como un agregado que algunos previeron y muchos "disimularon fingiendo demencia" en el momento de defender o votar al oficialismo, "para no darle votos a la oposición". Con esto demostraron lo poco que les importaba la situación del país. Son muchos ahora los confesos peronistas/kirchneristas que reniegan de los que aprobaban e incluso muchos sacaban beneficios económicos en provecho propio. Difícilmente debe haber en Argentina hoy alguien tan criticado, abandonado y solo como el ex presidente 2019-2023. Por propios y extraños. Es más, desde el peronismo/kirchnerismo abundan las declaraciones tratando de alejarse lo más posible del ahora indeseable personaje.
Claro, el peronismo/kirchnerismo está en una profunda crisis, muy golpeado. Cuando intentaba recomponerse de la durísima derrota electoral de 2023, este mazazo los deja en peores condiciones, con críticas y divisiones internas muy profundas, pregonando algunos la necesidad de una "purga" para mejorar la realidad K. Y esta situación es lo que alimenta las dudas sobre el futuro político del PJ y el kirchnerismo. Muchos, desde adentro, tratan de separar las cosas, de aislarse de Cristina, a quien ahora consideran la principal y casi única responsable de la debacle. Por otra parte, con respecto a ella no hay que olvidar las causas pendientes con la justicia y que ya tiene una condena… y que sus principales esfuerzos están destinados justamente a mejorar su situación judicial.
Mirá tambiénCon la misma piedraEl peronismo ha sufrido transformaciones importantes a lo largo de su historia. Y fueron muchos sus fracasos. Después del gobierno de Carlos Menem se vaticinaba su desaparición, pero sobrevivió. Hoy es otra realidad, y su crisis se basa en situaciones distintas, pero en general se acumulan los errores aumentando su debilidad. La historia demostrará lentamente lo que fue el peronismo a lo largo de su existencia. Lo que sí sabemos es que no es ni nunca fue un partido democrático y además nunca fue de izquierda. Afirmar eso fue parte del relato y servir en reacomodamientos políticos. Y reconocer que en realidad sabían quién era Alberto Fernández pero lo aceptaron por obediencia debida a Cristina, demuestra la gran mentira nacional. Alguna vez tendremos dirigentes a quienes realmente les importe el país, sin privilegiar intereses partidarios o personales. Sería muy bueno que aparezcan pronto.
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