Florencia Arri
Con su liquidación de Afip en mano y pesos en la cartera o el bolsillo, esta mañana hubo santafesinos que a las 8.30 se presentaron en las casas de cambio para comprar dólares. Todavía no sabían que sólo era viable la operatoria mediante transferencias bancarias o cheques. “La gente está muy ansiosa; si bien tiene muchas dudas, quiere comprar dólares para tenencia”. Es el diagnóstico de Virginia Ruscitti, gerente general de Tourfe, quien al abrir las puertas de esta casa de cambio local tuvo que decir a todos que “esperen hasta las 10 de la mañana”, hora en que comenzaron las operaciones bancarias en Buenos Aires. “Recién a las 11 tuvimos directivas para operar”.
En el mostrador, a esa hora Ruscitti instruía a cajeros y clientes sobre el modo de hacer la operación. La primera se realizó momentos después, cuando una señora de paso raudo “fue a hacer una transferencia a nuestra cuenta -explicó Ruscitti-. Recién después de acreditarla podemos entregarle la moneda”.
“La gente está muy ansiosa, muy interesada en ver cuánto la autorizan a comprar -aclaró-. Tiene muchas dudas: no sabe si nosotros le vamos a decir el monto o en relación a qué va a poder comprar”.
La misma situación se vivió en la casa de cambio Valuar, donde recibieron “muchas consultas telefónicas y gente que se presentó con su autorización impresa para comprar”. Lo contó la operadora Agustina Spesso, y agregó que “la gente quiere saber cómo es, qué tiene que hacer, si ya puede venir a comprar. Está ansiosa por comprar el monto que le autorizó la Afip”.
Para quienes manejan el dólar blue en la calle, los llamados “arbolitos” que ofrecían “cambio” al pregón en la misma cuadra, la situación de esta mañana fue la opuesta: informaron que “desde el viernes casi no hay operaciones” y que los compradores se mantienen a la expectativa de lo que pueda pasar.
Aumento de importados
Mientras tanto, en la peatonal santafesina el movimiento comercial de esta mañana fue el habitual. Si bien las empresas adoptaron diferentes posturas, todas coincidieron en que “se vende igual”.
En escaparates, los electrodomésticos y artículos importados registraron un 30% de aumento. En diferentes cadenas de artículos para el hogar, la respuesta fue idéntica: “La gente pregunta los precios y, a pesar de que nota un aumento, compra igual”, explicaron vendedores fuera de micrófono, desobedeciendo la orden de no dar declaraciones.
Si bien las empresas de telefonía celular no modificaron los precios de lista de los dispositivos, el recorte fue quitar el subsidio para cambio de equipo de sus abonados. Al frente de un local de accesorios para celulares, Gisela Vega contó que todavía no cambiaron los precios aunque reconocio que seguramente van a aumentar. De todos modos, Vega no pierde sus expectativas de venta: “Siempre que hay un cambio cuesta algunos días adaptarse, pero se vende igual”.
Detrás del mostrador
En mostradores del rubro indumentaria, las reacciones fueron dispares. Quienes trabajan marcas con precio de venta sugerido contaron que reciben nuevas listas de precios desde hace algunos meses o se enfrentan a entregas de mercadería discontinuas. Jimena Muriel, encargada de una perfumería, explicó que el mayor problema que enfrentan es la falta de reposición, porque “las empresas de perfumes no están entregando mercadería”. La medida adoptada por su empresa es “no financiar las ventas con tarjetas, hoy las cuotas tienen recargo”.
Tal como indican en sus vidrieras, la mayoría de los comercios de indumentaria mantienen los descuentos de la liquidación de temporada que comenzó días atrás.
Con casi tres décadas en el rubro, Gabriel Esquef notó un único cambio en sus ventas del fin de semana: “Fue impresionante la cantidad de gente que pagó con tarjeta de crédito y en cuotas: casi el 100%”. En otros comercios, el jueves se restringió esta opción. En una reconocida casa de mercería, lencería y corsetería, Silvia Mendoza aclaró que si bien los precios no aumentaron, ya no aceptan pagos en cuotas sin interés con tarjeta de crédito.
En otras no hubo ningún cambio, ni de precios ni de operaciones. Ángel Arroyo, gerente desde hace medio siglo de una tradicional camisería de la peatonal, destacó que “continuamos con el 30% de descuento sobre el precio de lista”. En su firma, el último aumento fue antes de la Navidad “porque en enero la fábrica está cerrada por vacaciones. No hay movimiento de precios, vamos a ver qué pasa en los próximos días”.