Alfonsín salió a defender
la figura de Martín Balza
Fue el primer militar en realizar una autocrítica profunda sobre la actuación de las Fuerzas Armadas durante la dictadura. En la guerra de Malvinas fue condecorado.
El ex presidente Raúl Alfonsín defendió anoche al ex jefe del Ejército Martín Balza, detenido en el caso de las armas, al afirmar que es "un hombre austero, un hombre pobre, y no puede haber enriquecimiento ilícito en él".
El ex mandatario advirtió luego que "no se puede pensar en revanchas de ninguna naturaleza", en alusión a la situación del ex presidente Carlos Menem, tras lo cual aseguró que "hay una independencia total de la Justicia".
Al referirse a la figura de Balza, Alfonsín sostuvo que "es un defensor de la democracia, lo puedo decir yo porque en uno de los golpes que sufrimos él estaba en Corrientes (...) y se portó al servicio de la Constitución".
El jefe radical recordó además que realizó "una declaración con respecto a las actuaciones del Proceso que es un obligado reconocimiento para cualquier persona democrática".
El teniente general Martín Balza fue el primer jefe del Ejército en realizar una autocrítica por lo actuado por la Fuerzas Armadas durante la represión ilegal.
Balza regresó a una dependencia militar desde que dejara su cargo al frente de la fuerza en diciembre de 1999, pero esta vez en calidad de detenido como presunto "organizador" de una asociación ilícita para traficar armas y municiones.
Este ex combatiente de Malvinas generó un vuelco en la vida de las Fuerzas Armadas y la sociedad cuando el 25 abril de 1995 realizó la primera autocrítica por lo actuado durante la pasada dictadura, lo que le granjeó el odio de los viejos jerarcas castrenses y otros sectores que apoyaron el autodenominado Proceso de Reorganización Nacional.
En aquella oportunidad cuestionó la "obediencia ciega" alegada por los responsables de violaciones a los derechos humanos y lo actuado por las Fuerzas Armadas entre 1976 y 1983, actitud que reiteró en febrero de 1998, y en otras oportunidades. "Delinque quien cumple órdenes inmorales", sentenció entonces. Balza, quien el próximo 13 de junio cumplirá 67 años y fue el jefe del Ejército que duró más tiempo en ese puesto, con el récord de ocho años, había ingresado al Colegio Militar el 15 de febrero de 1952, de donde egresó con el grado de subteniente del Arma de Artillería el 17 de diciembre de 1955.
En 1982, durante el conflicto bélico con Inglaterra, se desempeñó como jefe del Grupo de Artillería 3 y coordinador de apoyo de fuego de la Agrupación Ejército en Puerto Argentino, por lo cual recibió la medalla "al mérito militar".
Durante los años de plomo cursó estudios en la Escuela Superior de Guerra del Ejército del Perú (entre 1976 y 1977), donde egresó como "oficial del Estado Mayor", y, de regresó en el país, fue jefe de Enseñanza de la Escuela de Artillería (en 1978).
Asumió al frente del Ejército en noviembre de 1991, pero casi un año antes, el 3 de diciembre 1990, había dirigido, como subjefe del Estado Mayor del Ejército, la represión que puso fin al sangriento intento golpista protagonizado por militares nacionalistas denominados "carapintadas", al mando del coronel Mohamed Alí Seineldín, que provocó trece muertos y decenas de heridos.
El general, casado y padre de cuatro hijos (una mujer y tres varones) en su gestión, que coincidió con los años de menemismo, también debió afrontar la muerte del soldado Omar Carrasco, que derivó en la posterior abolición del servicio militar obligatorio en la Argentina.
Mantuvo un perfil alto y un contacto asiduo con los medios de comunicación, y demostró un rostro diferente para lo que hasta entonces habían tenido otros jefes de la fuerza. Pero la línea que trazó, aunque nunca fue cuestionada oficialmente, no fue continuada por su sucesor, el teniente general Ricardo Brinzoni, ni en estilo ni en contenido.
Desde su retiró debió afrontar una especie de ostracismo y la espalda tanto de parte de los oficiales en actividad como de los retirados. De hecho no volvió a aparecer en actos castrenses, y el 30 de junio de 2000 fue expulsado del Círculo Militar, en una operación que comandó el general retirado Ramón Genaro Díaz Bessone, ex funcionario de la dictadura. (DyN/Télam).
Los medios gráficos del mundo reflejaron en forma inmediata, en sus páginas de Internet, la detención del ex presidente Carlos Menem, ordenada por el juez Jorge Urso, en la causa por la venta ilegal de armas.
El diario El País, de España, tituló "Argentina. Un juez ordena el arresto del ex presidente Carlos Menem por tráfico de armas", y aclara que el magistrado tomó la determinación bajo la "acusación de liderar una asociación ilícita que traficó armas a Croacia y Ecuador".
El también español diario El Mundo abre su portada con la detención de Menem y aclara que "es la primera vez en la historia de la Argentina que un ex presidente democrático es detenido por supuestos delitos cometidos durante su mandato".
"Detenido ex presidente Carlos Menem", prefirió titular en primera plana el diario El Mercurio, de Chile, destacando que la decisión judicial fue tomada luego de que Menem presentara un escrito como declaración.
El Nuevo Herald, de Miami, publicó a las 10.32 que "los dirigentes peronistas adictos a Menem que salían del edificio de los juzgados federales informaron de la detención del ex mandatario".
Manuel Lozano, abogado defensor del ex jefe del Ejército, Martín Balza, afirmó que el militar "no atribuyó responsabilidad" en la venta ilegal de armas a Ecuador y Croacia al ex secretario General de la Presidencia, Alberto Kohan.
"Lo único que fue objeto de consideración en la declaración del general fue una conversación mantenida con el licenciado Kohan, pero que para nada atribuye responsabilidad al mismo", aclaró Lozano en declaraciones a la radio La Red.
Durante su declaración ante el juez federal Jorge Urso, el ex jefe del Ejército admitió haber protagonizado una discusión con Kohan cuando el funcionario consideró que se podía imputar a "los intermediarios" de la venta ilegal de armas al exterior.
Según Balza, en un viaje que ambos compartieron por 1998 y 1999, Kohan -quien el mes próximo deberá declarar como testigo en esta causa- había propuesto "imputar a los intermediarios" por el desvío de armas, a lo que el ex jefe militar se habría opuesto porque "eso no era cierto".
Lozano cuestionó la declaración del teniente coronel José Luis Cattenati, quien actuó como observador militar durante la Guerra del Cóndor, en 1995, entre Perú y Ecuador, quien el martes incriminó a Balza en la causa.
"De la testimonial (de Cattenati) surge que el declarante jamás informó esto a su superior inmediato en Ecuador, tampoco lo hizo a la dependencia argentina Jefatura Tres Operaciones; jamás lo hizo por escrito, pese a estar obligado a hacerlo. Hay una serie de hechos que tornan a la declaración inverosímil", dijo Lozano.
Según Lozano, Balza, quien se encuentra detenido en el Comando de Institutos Militares de Campo de Mayo, es acusado por el juez por falsedad ideológica y malversación, que fueron ratificadas por la Cámara Federal, y ayer se agregó "no con carácter firme, la de asociación ilícita". (Télam)