Dos internos de la cárcel de Coronda, armados con chuzas (armas blancas de fabricación casera), tomaron como rehén a un joven guardiacárcel esta mañana y se parapetaron para reclamar sus traslados a la penitenciaría de Las Flores.

El violento hecho comenzó después de las 10, en el pabellón 4, cuando el subayudante que sería de apellido Villalba cayó en manos de los presos. Esa sección de la cárcel alberga a unas 120 personas, pero sólo dos fueron las que se sublevaron.

Autoridades penitenciarias, judiciales y policiales inmediatamente se hicieron presentes y encararon las negociaciones que culminaron este mediodía, con la liberación del guardia (sin lesión alguna) y el traslado de los dos internos, que se apellidan Orué y García.

El nuevo incidente se suma a una larga lista de episodios inusuales, ocurridos en los últimos tiempos, que dan cuenta de la crisis que atraviesa ese penal santafesino.

Las huelgas de hambre y de trabajo se sucedieron a lo largo del año. Sin ir más lejos, los reclusos de los pabellones 2, 3 y 4 no concurren a sus lugares laborales desde el lunes, mientras reclaman que se mejoren sus condiciones de detención.

Tal vez, el incidente más llamativo fue el ocurrido el 5 de este mes, cuando un grupo de presos que había sido trasladado a tribunales para declarar por un presunto suicidio se negó a volver a Coronda.