De cómo llegó a nosotros el
busto del Dr. René Favaloro
El escultor Antonio Oriana relata las desventuras de su creación. La Fundación Favaloro no aceptó la donación del busto. Llegó a Santa Fe a través de Jorge Taverna Irigoyen. La inauguración fue en el marco del 10° aniversario del Museo del Médico.
En ocasión de la inauguración del busto en homenaje al Dr. René Favaloro, que tuvo lugar en la plaza San Martín, frente al Colegio de Médicos donde está la sede del Museo del Médico, conversamos con el autor de la escultura, Antonio Oriana.
Celebrado dibujante y escultor, de líneas y trazos trabajados con maestría, Antonio Oriana nació en Buenos Aires, en 1931, y a partir de su ingreso a la escuela de Bellas Artes Manuel Belgrano comienza una carrera que lo hizo merecedor de numerosos premios. Sus obras figuran en museos, instituciones y colecciones nacionales y también de los Estados Unidos, Holanda, Francia, España, Italia y países latinoamericanos. En su acervo figuran representaciones escultóricas del presidente De la Rúa y de ex presidentes argentinos tanto como de destacados personajes y artistas nacionales.
Lo curioso del caso es la aventura, o mejor dicho la serie de desventuras, que tuvieron como eje al busto de Favaloro y -paradojas de este país y de la vida- gracias a la cual debemos que la escultura se encuentre ahora en nuestra ciudad.
Oriana nos relató que poco después del fallecimiento del Dr. Favaloro se le ocurrió hacer cuatro cabezas: la de Piazzolla, Borges, Favaloro y Quinquela Martín (en un principio había pensado en Picasso, pero finalmente decidió homenajear a un pintor nacional). Se trataba de cuatro cabezas de 80 cm de altura.
Recurrió posteriormente a la Fundación Favaloro para pedir algunas fotos que pudieran servir para su trabajo. El trámite no fue simple, y a la larga el resultado fue la copia de una sola imagen. Estaba claro que el artista ofrecía, a cambio de algunas fotos, una cabeza donada. No tuvo éxito, ni siquiera con el paso del tiempo, cuando la obra ya había sido realizada, a pesar de que insistió en múltiples comunicaciones. Finalmente obtuvo como respuesta que no se aceptaba su donación, basándose en la negativa que habría manifestado Favaloro en ser homenajeado. Ofrecimientos a otros hospitales no tuvieron tampoco respuesta.
Oriana cuenta estos avatares en una carta que envía a una publicación de arte. Y poco después recibe desde Santa Fe, una misiva del Dr. Jorge Taverna Irigoyen. Una carta, puntualiza, "muy hermosa, que me conmovió profundamente". Y así, de esa comunicación, nacería el acuerdo de donación que traería el busto a nuestra ciudad.
Al cumplir diez años nuestro Museo del Médico, y juntamente con una muestra referida al Dr. Favaloro con fotos, documentos, testimonios y cronología de su vida, y con la presencia de funcionarios y también de ciudadanos que con pasacalles y pancartas se acercaron a rendir su homenaje al notable cardiocirujano, se inauguró el busto a la altura de 9 de Julio al 2400.