Renovación de un líder
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Nuevo Land Rover Freelander. El 4x4 liviano más vendido de Europa ofrece dos nuevos motores e importantes mejoras.
Cuando en diciembre de 1997 Land Rover lanzó al mercado su modelo Freelander, muchos amantes de la firma británica pensaban que se había perdido el rumbo que la hizo famosa: vehículos casi rústicos y preparados para atravesar cualquier terreno. Pero luego de 50 años la empresa se había decidido a lanzar un todoterreno perteneciente al competitivo segmento "light", también denominado SUV (Sport Utilitary Vehicle - Vehículo Utilitario Deportivo).
De este modo por primera vez se producía un vehículo sin chasis, con suspensiones independientes en las cuatro ruedas, menor despeje y ausencia de caja reductora. Un todoterreno que defiende bastante bien fuera de la ruta, manteniendo un óptimo comportamiento en carretera y un gran nivel de confort para todos los ocupantes.
Los jefes de marketing, ingenieros y diseñadores de Land Rover no se equivocaron, y apenas dos años después del lanzamiento el Freelander se transformó en el vehículo 4x4 más vendido de su segmento en Europa.
Avalado por este nuevo éxito, Land Rover, ahora perteneciente a la Ford Motor Company, no dudó en apuntar sus cañones a los mercados norteamericano y japonés, y para ello presentó una renovada versión equipada con una nueva transmisión automática secuencial de 5 velocidades y dos nuevos motores (que se suman al tradicional 1.8i de 117 CV): un poderoso motor V6 de 2.5 litros de origen Rover y un nuevo turbodiesel de 2.0 litros, denominado Td4, construido por la BMW.
Existen dos versiones; una "corta" de 3 puertas, que se denomina Targa, que cuenta con 4,38 m de longitud, y otra "larga" de 5 puertas, denominada Excursión, de 4,45 m de largo. Como sucedió con la versión original, la mayoría de las unidades importadas a nuestro país corresponden a la versión "larga", con tres niveles de equipamiento: "S" base, "GS" intermedio y "ES" full.
La carrocería, similar a la del modelo original, es del tipo monocasco sin chasis de largueros. Mide 4,45 m de largo, 2,07 m de ancho y 1,83 m de alto, con una distancia entre ejes de 2,56 m y trochas delantera/trasera de 1,53 m y 1,55 m, respectivamente.
Al bastidor se anclan las suspensiones independientes en las cuatro ruedas, en las nuevas versiones más duras que en la original, con lo que se obtiene una mejor tenida en ruta sin balanceos excesivos y con un óptimo confort de marcha. La delantera es tipo McPherson, con brazos inferiores, resortes helicoidales y barra estabilizadora de 21 mm de diámetro. La trasera también es tipo McPherson con unión trapezoidal y resortes helicoidales. Los frenos delanteros son a discos ventilados de 277 mm de diámetro, y los traseros a cinta y tambor de 254 mm. La dirección a piñón y cremallera cuenta con asistencia hidráulica, y le permite un diámetro de giro mínimo de 11,6 metros con 3,25 vueltas de volante.
Desde el punto de vista estético, el nuevo Freelander ha recibido pequeñas modificaciones que mejoran su imagen externa, ahora más agresiva, y referidas a nuevos paragolpes, parrilla y luces de giro, ahora integradas a las ópticas delanteras.
En cuanto al interior, se nota la modificación de la consola central con el objeto de poder alojar los comandos de la nueva caja automática secuencial Steptronic de 5 velocidades.
De este modo las modificaciones más profundas se han producido a nivel de la mecánica, con la adopción de los nuevos motores arriba citados, la nueva transmisión automática, nuevas suspensiones traseras, frenos delanteros con discos ventilados de mayor diámetro y la incorporación de ABS de serie.
Como es tradición en los vehículos de la marca, se mantiene el sistema HDC de control de descenso de pendientes, al que se nota más efectivo y silencioso que su antecesor. Como en todo vehículo de vanguardia, también se cuenta con sistema de control de tracción ETC, airbags para el conductor y el acompañante, cinturones de seguridad inerciales de tres fijaciones -los delanteros con pretensores pirotécnicos-, columna de dirección colapsable, cinco apoyacabezas y zonas de deformación programadas por computadora para absorber mejor las energías de choques frontales, laterales y traseros. También tiene regulación interna de altura de faros delanteros de serie, volante regulable en altura, levantacristales eléctricos delanteros (también traseros en la versión V6), espejos retrovisores externos con comando eléctrico, limpia-lava-luneta, respaldo trasero rebatible en posiciones 60/40, aire acondicionado manual, equipo de sonido con reproductor de CD, volante forrado en cuero, barras porta equipaje en el techo, tapizados de cuero en la versión V6 y de telas sintéticas con dibujos geométricos en la versión Td4, techo solar eléctrico en la versión V6, etc.
Las llantas de nuevo diseño son de aleación liviana medidas 6,5Jx16" y calzan neumáticos medidas 215/65 R 16.
El motor V6 naftero está ubicado en posición delantera longitudinal. Tiene 2.497 cm3, 4 válvulas por cilindro, doble árbol de levas a la cabeza por bancada de cilindros comandados por correas dentadas. La alimentación es por medio de un sistema de inyección electrónica multipunto con recirculación de gases de escape, y tiene una potencia de 177 CV a 6.250 rpm, con un torque máximo de 24,5 kgm a 4.000 rpm. Las versiones equipadas con este motor tienen una caja de velocidades automática secuencial Steptronic, de 5 velocidades hacia delante y marcha atrás. La tracción es integral permanente, con diferencial central viscoso. Con este motor el Freelander desarrolla velocidades máximas del orden de los 182 km/h, y acelera de 0 a 100 km/h en 11,1 segundos.
La versión turbodiesel cuenta con un motor Td4, aportado por la BMW, de 1.951 cm3, equipado con inyección directa y sistema common rail con turbo e Intercooler. Es de cuatro cilindros en línea y va dispuesto en posición delantera transversal. Tiene 4 válvulas por cilindro, un árbol de levas comandado por correa dentada y una potencia de 112 CV a 4.700 rpm, con un torque máximo de 26,5 kgm a 1.750 rpm. En este caso la caja de cambios es manual, de 5 velocidades hacia delante y marcha atrás. La tracción también es permanente en las cuatro ruedas con diferencial central viscoso. Con ese motor el Freelander desarrolla velocidades máximas del orden de los 164 km/h (unos 4 km/h más que la versión naftera 1.8i) y acelera de 0 a 100 km/h en 14,4 segundos.
MPV - M&T