Los nombres de dos bancos privados nacionales circulan como interesados en comprar las tres entidades que deja el Crédit Agricole. El Comafi ha puesto sus ojos en el Bersa y el Macro en el Suquía y el Bisel.

El Grupo Macro surgió en los '70 como una financiera. En la city porteña siempre se afirmó que su nombre significa ``muy agradecidos a Celestino Rodrigo'', en referencia a la devaluación que a mediados de aquella década permitió a Mario Brodersohn (vinculado a la UCR), Alieto Guadagni (hombre del PJ) José María Dagnino Pastore (ex funcionario de gobierno militar) y Alfredo Concepción, a crear la firma.

Desde 1984 la entidad es presidida por Jorge Brito, quien en el '85 pasó a manejar la mayoría accionaria. En 1987 fue José Luis Machinea quien la autorizó como banco.

Milagrosamente recuperado en tiempos del menemismo, el Macro compró en 1996 los bancos de Misiones y Salta, con Raúl Moneta como garante. En el '98 fue el turno del Banco de Jujuy, y en el 2001 adquirió a capitales mexicanos la mayoría de las acciones del Bansud. El Macro extendió así a la provincia de Buenos Aires y a la Patagonia su presencia ya dominante en el norte argentino.

Entre 1998 y 1999 los inspectores del Banco Central detectaron que los bancos de Moneta y Brito intercambiaron préstamos a sus empresas vinculadas, para eludir una prohibición legal que limita los créditos a firmas asociadas a los propios bancos.

El banco que maneja Brito siempre estuvo vinculado con el poder político y financiero, y su presencia en Santa Fe y Córdoba podría complementar una cobertura geográfica ya importante en el norte y en el sur del país, lo que lo fortalecería como ``banca privada nacional''.