Extendido repudio a los graves episodios de ayer
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El gobierno sospecha que hubo infiltrados entre los piqueteros.
En nuestra ciudad se realizó una manifestación hasta la Casa de Gobierno. Se desarrolló en forma pacífica. Duhalde prometió una profunda investigación.
El saldo de dos muertos, cuatro heridos graves, gran cantidad de contusos y detenidos durante el enfrentamiento de ayer entre piqueteros y policías en Avellaneda provocó hoy un generalizado repudio en todo el país.
En nuestra ciudad, una nutrida concentración calificó de "asesinatos" a los actos que terminaron con la vida de dos de los manifestantes que protestaban en uno de los accesos a Capital Federal; la manifestación local -decidida ayer por la tarde, en unas pocas horas y casi sin ninguna organización previa-, logró reunir a unas quinientas personas.
Movimientos de desocupados, agrupaciones políticas de izquierda, gremios opositores y organizaciones de derechos humanos se reunieron en la Plaza del Soldado y marcharon por la calle San Jerónimo hasta el centro institucional de la ciudad, frente a la Casa de Gobierno.
No hubo ningún incidente de importancia, salvo un breve forcejeo cuando un grupo de manifestantes abrió, por unos instantes, la cerca que separa a la Casa Gris de la plaza. Bastó con que una delegación policial sin utilizar la fuerza ordene el repliegue para que los ánimos se calmen.
Por otra parte, el obispo de Río Cuarto y representante de la Iglesia Católica en la llamada Mesa del Diálogo, Artemio Staffolani, advirtió hoy que el país "va en picada hacia el abismo", sino se resuelven de manera urgente los problemas sociales.
El religioso calificó como "deplorables" los episodios de violencia sucedidos ayer en Buenos Aires, que derivaron en la muerte de dos piqueteros, y explicó que éstos hechos suceden "cuando el odio, el rencor, el hambre y los problemas de la gente no se solucionan".
Desde el gobierno y según el jefe de Gabinete Alfredo Atanasof, el presidente Eduardo Duhalde pidió investigar "hasta las últimas consecuencias" los sucesos ocurridos durante la protesta piquetera de ayer, para determinar "quien está detrás" de esa situación.
Además, el subsecretario de Seguridad, Carlos Vilas, ratificó que la hipótesis del gobierno sobre los hechos de ayer es que "hubo infiltrados" y afirmó que "a lo mejor, es gente interesada en repetir el trágico 20 de diciembre".
"La impresión que uno tiene es que lo que pasó no fue improvisado, lo que pasó no fue producto de la mala suerte, y que se trabajó para que pasara lo que pasó ahí y no en otro lugar", explicó el funcionario.
(POLITICA).