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Nosotros
Ellos tienen la palabra
En Santa Fe los chicos y las chicas tienen la palabra. Durante años, educadores, padres, artistas y organizaciones sociales trabajaron por la defensa de los derechos de los niños. Hoy reciben a la Marcha de los Chicos del Pueblo.


¿Se imaginan una ciudad donde los niños perdidos, abandonados o desorientados tengan un número al que llamar sin pagar, para pedir ayuda? ¿Se imaginan plazas donde los juegos sean los que los chicos pidieron, estén limpios y cuidados? ¿Se imaginan calles con autos que circulen más despacio? ¿Se imaginan lugares donde los padres puedan dejar a sus hijos bien atendidos mientras trabajan, y esto sea responsabilidad del gobierno?

Ésa sería una ciudad a la medida de los chicos. Y estas son algunas de las propuestas que los pibes santafesinos reunieron en un anteproyecto que hace algunos años presentaron en el Concejo Deliberante. Esas ideas y esos sueños fueron el resultado de un trabajo de largo tiempo que se desarrolló en el marco de la campaña "Los chicos y las chicas tienen la palabra", promovida y ejecutada por varias entidades intermedias, organizaciones sociales, unas 30 escuelas y una gran cantidad de educadores de Santa Fe, bajo la coordinación general del Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos (Medh).

"Hace como 10 años que, desde el Medh, se instaló el tema de Derechos Humanos y Educación, a raíz de la sanción de la Convención Internacional por los Derechos del Niño, que pone al chico como sujeto de derecho e introduce un tema muy importante en la tarea educativa, que es la construcción de la ciudadanía", explica Adriana Falchini, una de las impulsoras del trabajo junto con Gabriela Almirón, ambas integrantes del movimiento.

"Eso creó algunas líneas de trabajo y, en la primera instancia tuvo una actividad callejera, que eran de encuentros de expresión, a lo que llamamos `Los derechos de los niños opinados por los niños', que era reescribir la Convención Internacional por los Derechos de los Niños.

"Eso fue creando una red de educadores, formándonos políticamente sobre qué significa organizar actividades públicas con los chicos y qué significa ocupar espacios públicos como en ese momento eran las plazas. Esa campaña duró 5 años y luego decidimos profundizar el trabajo. Así, esa misma red de educadores sostuvo un proceso muy fuerte y ya con otro cometido. La idea ahora no solamente era que los niños opinaran de sus derechos sino que ya intervinieran en la investigación de la realidad y propusieran cosas para modificarla", recuerda Adriana.

Esa etapa de trabajo tuvo un formato casi jurídico, "puesto que los chicos investigaban qué era hacer un mandato, conocían el concepto de delegado... el proceso de las escuelas eran investigar, dar forma y escribir el mandato. Se hacía la asamblea del aula, la asamblea de la escuela y el delegado al Congreso de los Niños. Eso fue un aprendizaje y un desafío para todos los educadores. Primero nos reuníamos los educadores, nos formábamos y después trabajábamos con los chicos. Y siempre en una red".

Silencio, chicos trabajando


El entusiasmo, las ideas, las propuestas y la necesidad de expresión ganaban espacio entre los chicos, pero a la hora de la evaluación ellos mismos descubrían que los adultos que están en condiciones de tomar decisiones no se interesaban en conocer el trabajo. Fue así como decidieron ir hacia ellos, y ocuparon primero la Legislatura para luego proponer una "Convención sobre los derechos de los chicos de nuestra ciudad", a modo de anteproyecto en el Concejo Deliberante.

"Luchamos ya no para que los niños ocupen como un juego el lugar, sino que se armó en el día de sesión, los concejales estaban en sus bancas y los chicos le presentaron la Convención. Ahí se terminó un proceso educativo en lo local, en lo que es historia educativa y en la opinión pública", relata Falchini.

Pese a que en Santa Fe los proyectos de los chicos no prosperaron por falta de voluntad política, en los hacedores quedó una memoria de trabajo. Ese antecedente es el que ahora se constituye en un fuerte basamento local para recibir a la Marcha de los Chicos del Pueblo, que en defensa de los derechos de los niños partió hace días desde Misiones y pasará el próximo lunes por nuestra ciudad. El Medh y el gremio docente (Amsafé) se organizaron, entonces, para recibir a la delegación y coordinaron un trabajo previo en distintos ámbitos de la ciudad.

Los pibes vienen marchando


"Recuperamos en el color local de la propuesta y las líneas de trabajo histórica de la campaña de los `Chicos y las Chicas tienen la palabra', qué es la ocupación de los espacios públicos, qué es la cercanía de los chicos con el espacio del poder político, porque en realidad los derechos del niño tienen que pasar por decisiones de cambio de políticas", apunta Adriana.

Fue así como la concentración, que tendrá lugar el próximo lunes a las 9 en el Parque del Sur y que culminará con una movilización frente a la Casa de Gobierno, tendrá características como ocupación de los espacios con el color, el juego, la alegría, que fueron los ejes permanentes al lado de la denuncia.

Por eso, el lunes la intención es recuperar la palabra de los chicos, producto de un proceso anterior que después seguirá en marcha en cada uno de los espacios cotidianos de los pibes. "Nunca los hechos de actividad de movilización tienen que ser en sí mismos, tiene que haber un antes y un después, la preparación para llegar y la excusa para movilizar -afirma Falchini-. Y uno a veces protesta por los lugares donde vive, pero en Santa Fe tenemos esta red de educadores populares de distinto orden (comunicadores, maestros, asociaciones, artistas) y ése quizá sea nuestro logro. Para no empezar siempre de nuevo, sino para ir profundizando la lucha".