Robos, saqueos y usurpaciones
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Con el correr de los días muchas familias cuyas casas desaparecieron bajo las aguas desesperan por dejar los centros de evacuados, y para ello echan mano a recursos antes jamás pensados. Sin más, de un momento al otro cruzan el umbral, cargan con sus bártulos y abandonan los albergues para invadir la primera casa desocupada que encuentran en el camino.
Esta nueva especie de "ocupas" escapa de la promiscuidad, la imposible convivencia y el terror a las enfermedades. Suelen explicar que así actúan, apremiados por la necesidad, y prometen que, cuando bajen las aguas, devolverán todo en orden, tal como lo encontraron.
Este es el caso de los Zárate, una de de los cuatro grupos familiares que ayer se ganaron en el barrio policial para ocupar otras tantas casitas, aún sin estrenar. Los Zárate abandonaron precipitadamente su propia vivienda cuando el aluvión arrasó Santa Rosa de Lima.
"Vivíamos en Salta y Aguado -recuerdan-, y la noche del 29 de abril llegamos a los galpones del Puerto sólo con lo puesto. Estábamos mojados y muertos de frío. Somos ocho de familia y teníamos una sola frazada. Desde ese día dormimos en el suelo y el frío no se pasó. En el lugar donde estábamos ocurría de todo. Cualquier cosa podía pasar, a la vista de los chicos".
"Había piojos, sarna... -enumeran, entre otras calamidades-, somos gente de trabajo y juramos que apenas podamos vamos a dejar esta casa a sus dueños, así como la encontramos. Nosotros también somos adjudicatarios de un plan de vivienda, así que entendemos la preocupación de los dueños. No queremos que nadie se sienta perjudicado".
Los desesperación que llevó a los Zárate a convertirse en usurpadores se explica en los diferentes episodios que de continuo obligan la intervención policial en los centros de evacuados.
A modo de ejemplo se pueden citar varios episodios registrados entre ayer y hoy a la mañana. Ocurrió en la escuela de Lourdes que un hombre fuera de sí, posiblemente en estado de ebriedad, se atrincheró en un aula junto a su propio grupo de familia. Armado de un cuchillo, amenazó con dar muerte a su mujer en presencia de los hijos. Afortunadamente, la difícil situación -cuyo origen se desconoce- fue superada con la intervención policial.
También en el local de los Ex Combatientes de Malvinas un hombre y una mujer se agredieron físicamente a la vista de todos. Ambos se infligieron lesiones y finalmente terminaron detenidos en la Seccional 3a.
En otro centro de evacuados de Santo Tomé otro hombre que exigía la inmediata entrega de medicamentos atacó a cabezazos, golpes de puño y puntapiés a un joven voluntario. Recién lograron reducirlo cuando, armado de una filosa sevillana, se disponía a rematar su obra.
Pero así también están los que, fingiéndose necesitados, invaden inmuebles ajenos, se aposentan y finalmente los saquean. Es la hora de la barreta. Pero lo más grave: ha comenzado a ocurrir que la amenaza de las usurpaciones se insinúa peligrosamente en distintos puntos de la ciudad, aún en casas cuyos moradores se hallan ausentes, en horas de trabajo.
Anoche tres sujetos jóvenes apellidados Vilches, Rivero y Villegas fueron detenidos por la policía por hallarse imputados en un caso de ocupación y saqueo, delitos perpetrados en perjuicio del centro comunitario "Nuestros Chicos".
En poder de estos sujetos, que irrumpieron en el local armas en mano, fueron halladas provisiones, mantas y colchones destinados a los evacuados. Ellos viven en terrenos altos donde el agua no representó amenaza alguna.
También está lo que a primera vista se presenta como un miserable acto de especulación política. Los agentes de la Comisaría 20a. -Monte Vera- hallaron depositados en una quinta cajas de alimentos, bolsones de ropa, colchones y frazadas.
Fuentes oficiosas dijeron que el cargamento -de unos 5.000 kilos- habría llegado al lugar procedente del barrio Yapeyú. La existencia de cartones para el armado de cajas hacen pensar que el responsable del depósito -posiblemente un puntero de Yapeyú- tenía la intención de hacer "su propio reparto" para obtener su rédito político en el vecindario.
Esta mañana en 4 de Enero al 6200 personal de Prefectura Naval interceptó una camioneta que cargaba algunos bultos con alimentos y frazadas destinadas a las víctimas de la inundación. El caso -dudoso- deberá aclararse en la Seccional 9a., adonde fue llevado el conductor del vehículo. Supuestamente los bienes incautados estaban destinados a un grupo de autoevacuados que -con autorización de su dueño- se instaló en un galpón. Esas personas dijeron que los alimentos fueron retirados del Puerto con la debida autorización.
Luego, en Luciano Molina al 2100 otros delincuentes fueron apresados en momentos que rompían las aberturas usando como excusa su condición de inundados. Una oportuna denuncia puso al descubierto que éstos ya habían acondicionado los objetos de valor que hallaron la casa para llevarlos con ellos. Los apellidados Díaz y Almada fueron llevados a la Seccional 3a., donde permanecen alojados a disposición de la Justicia.
Así es que, personas damnificadas por la inundación, encuentran al regresar a sus domicilios que han sido despojados de sus bienes más preciados. Tal ocurrió hoy en viviendas ubicadas en Mendoza al 4200 y San José al 1700. Según lo denunciado en sede policial, esas casas estaban vacías.
José Luis Pagés