Opinión: OPIN-03 Se recomponen frescos de Mantegna bombardeados
Por Iñaki Alvarez-Miranda


Modernas técnicas informáticas han permitido a restauradores italianos recomponer virtualmente parte de los frescos realizados en el siglo XV por Andrea Mantegna en una iglesia de Padua y hechos añicos por las bombas en la II Guerra Mundial.

Casi seis décadas después de su destrucción, el Proyecto Mantegna, presentado en la capital italiana, ha permitido lo que parecía imposible: poder admirar parte de una de las obras maestras del Quattrocento que se creían perdidas para siempre.

El 11 de marzo de 1944 los bombardeos aliados redujeron a escombros la capilla Ovetari en la iglesia de los Agustinos en Padua, cuyos muros habían sido decorados por Mantegna (1430-1506) y otros artistas por encargo de una noble familia de la localidad.

En los días siguientes se recogieron más de 80.000 fragmentos de los frescos, los más grandes del tamaño de un paquete de cigarrillos, aunque la mayoría no superaban las dimensiones de una estampilla de correos.

El cargamento, cuidadosamente embalado, fue enviado al Instituto Nacional de la Restauración en Roma. En 1946 se pudieron recomponer parcialmente cuatro de las escenas bíblicas de la obra, las menos dañadas, que fueron recolocadas en la capilla.

El resto de minúsculos fragmentos fue devuelto al Museo Diocesano de Padua, donde entre 1994 y 1998 fueron restaurados, fotografiados y catalogados, a la espera de averiguar cómo sería posible recomponer ese inmenso y valioso rompecabezas.

Este desafío fue recogido hace dos años por el Instituto de Física de la Universidad de Padua, gracias a la financiación de la fundación de la Cassa di Risparmio di Padova e Rovigo y el apoyo de la dirección del Patrimonio artístico de la región del Veneto Dos de los expertos de la Universidad, Domenico Tonoiolo y Massimo Fornasier, quienes al frente de un equipo de treinta personas han desarrollado un programa informático, conocido como "anastilosis virtual", que analiza las imágenes digitalizadas de los fragmentos y permite en pocos segundos averiguar su localización en el conjunto del fresco.

Una de las dificultades encontradas es que la única imagen completa de la obra de Mantegna es una serie de fotografías de la capilla realizadas en 1920 "de calidad aceptable, pero por desgracia en blanco y negro", señaló hoy Tonoiolo.

Añadió que los ordenadores pueden analizar con gran rapidez hasta siete millones de posiciones posibles de los fragmentos, con la ventaja de no requerir su manipulación física.

De este modo, se han podido identificar 789 fragmentos del fresco de "San Jaime ante Herodes" y otros 437 pertenecientes a la escena "San Jaime conducido al martirio", en un lateral de la capilla.

El experto subrayó que la técnica desarrollada por su equipo puede ser eficaz para otros monumentos del mundo que han sufrido una destrucción similar, además de arrojar nuevos datos sobre la técnica y el arte de Mantegna.

Mantegna es considerado el pintor del norte de Italia más importante del Quattrocento (siglo XV) por la maestría que demostró en el empleo de la perspectiva y las técnicas de composición, precursoras de la pintura renacentista.

Devueltos virtualmente a su emplazamiento original, los fragmentos salvados han permitido recomponer cerca de 77 metros cuadrados, un diez por ciento de la superficie original.

Ello significa en la práctica que por cada fragmento recuperado faltan otros nueve.

La minuciosa labor de los expertos de Padua, a los que queda todavía por delante otro año de trabajo, recibió hoy los elogios del subsecretario del ministerio italiano de Cultura, Nicola Bono, quien destacó "la supremacía italiana a nivel mundial en lo que se refiere a las técnicas de restauración".

Ahora el próximo reto de los estudiosos es saber si de la reconstrucción "virtual" de la obra de Mantegna se podrá pasar a una "real", reinsertando los fragmentos recuperados en su emplazamiento original.

Mientras continúan los trabajos en este sentido, la recomposición de los frescos centra una exposición en la iglesia de los Agustinos y que permanecerá abierta hasta el 1° de marzo de 2004, en el sexagésimo aniversario de la insensata destrucción de una obra maestra que parecía ya irrecuperable. (EFE)