La autora de los best-seller "Mujeres Alteradas" y "Superadas" llega 20 minutos tarde, y su rubia, corta y "fashion" cabellera desentona con la conservadora decoración del Hotel Conrad, situado en la localidad por excelencia del turismo uruguayo, Punta del Este. "Es que hay un encuentro mundial de editores de Mondadori", explica, y se disculpa por la elección del lugar donde realizar la entrevista.

"No tengo ninguna función social, de verdad, yo me quiero despegar de eso, a veces me formulan preguntas que ni Freud ni Lacan pudieron responder y me las hacen a mí que no terminé el secundario", cuenta.

Maitena levanta las cejas, abre sus diminutos y expresivos ojos, se remueve el pelo y hace una mueca mientras afirma que no quiere ser símbolo ni gurú de nada ni de nadie. "No nos confundamos, yo hago una historieta, elijo un tema y humildemente digo lo que pienso, pero eso no está rubricado por un escribano, a veces cuando me mandan una carta puteándome digo `era un chiste, no la Constitución, no te lo tenés que tomar tan a pecho, sólo pasar de página", afirma.

Comenzó a dibujar de pequeña "para que no la mandasen a hacer recados", ilustró libros infantiles, regenteó un kiosco 24 horas, publicó historietas eróticas con 19 años y una hija de dos, y a los 32 comenzó la serie "Mujeres Alteradas", que la catapultaría al éxito mundial.

Actualmente, publica sus trabajos traducidos en griego, catalán, alemán, holandés, portugués, francés, italiano y en 13 países de habla española. Sin embargo, ella sigue dibujando como si sólo publicase en su país. "Si pienso, pienso en Argentina, no en los lectores holandeses o franceses, aunque yo trabajo, no pienso, hago lo que a mí me gusta, lo que me divierte y punto", subraya.

Sus tiras cómicas se caracterizan por la acidez y por una desgarradora sinceridad, algo que contrasta con el desparpajo y la alegría que ella desprende. "El humor tiene que molestar. Además, yo me río de lo que me hace llorar", aseguró Maitena.

Sus personajes fueron, son y seguirán siendo eminentemente femeninos y no tiene ninguna voluntad de cambiar. "Escribo de lo que yo conozco, entendiendo la problemática, estoy metida en el asunto. Además yo hago mucha autocrítica de las mujeres y de mí misma, creo que es la única manera, reírse de uno mismo", relata.

Por eso, Maitena rechaza dibujar sobre los hombres. "Sería deshonesto, ellos tendrían que decir lo que les pasa... aunque sería medio raro porque ellos no dicen lo que les pasa", afirma, antes de soltar una enorme carcajada.

De todas maneras, el tiempo de "Mujeres Alteradas" y "Superadas", con las que miles de personas se ríen en medio mundo, ha quedado relegado a su pasado.

Actualmente, con 41 años, prepara un libro titulado "Curvas peligrosas", con chistes que se publican diariamente en el diario La Nación, en el que habla menos del hombre y de la mujer y sí "de cualquier cosa: de los fumadores, de los `e-mails', del calor en verano, de consumo, de tendencias...". Y lo hace desde su apacible casa de playa en el balneario de La Pedrera, en el departamento de Rocha, donde vive con su pareja y sus tres hijos de 24, 21 y 3 años.

Preguntada sobre si no añora la vida frenética de Buenos Aires, aunque fuese sólo para inspirarse, contesta contundente: "No necesito estar en la neurosis para hablar de la neurosis".

Maitena disfruta de su soledad, de su huertito y de encarar un proyecto -el libro "Curvas Peligrosas"- al que define como "mucho más reflexivo y más libre".

Un texto que como el resto será "desargentinizado" antes de publicarse en España y el resto de países de América latina, como se viene haciendo desde 1999, cuando el diario español El País le dijo que para publicar sus tiras en la revista dominical tenía que adaptarse al castellano ibérico.

Ella dice comprender el argumento de que "facilita el entendimiento de la tira. Mirá, cuando a mí me ofrecieron trabajar en El País de Madrid, era mi primer trabajo fuera de Argentina. Era tan importante, estaba tan contenta que si lo ponían en arameo me parecía bien igual", concluye Maitena entre muecas y risas.

La escritora humorística Maitena se convirtió no sólo en una amiga, sino en una aliada en favor de las causas femeninas de millones de mujeres en América latina, según señala el mismo diario The New York Times.

"Las mujeres no somos todas iguales, pero nos suceden las mismas cosas", dijo Maitena en una entrevista con el diario estadounidense.

La escritora, cuyo nombre significa "la más amada" en vasco, vendió más de un millón de copias de sus dos libros, ambos integrados por recopilaciones de su tira cómica.

"Yo hablo sobre soledad, separación, amor, angustia, fracaso, éxito, hijos, temas universales que todo el mundo experimenta", explicó la escritora.

Los admiradores de Maitena la consideran un fenómeno cultural que simplemente no hubiera podido existir hace 15 años, señala el Times.

Louise Mereles Gras, directora editorial de la edición mexicana de la revista Marie Claire, sostiene que la región está experimentando una "transición generacional", lo cual se refleja en el trabajo de Maitena.

"La suya es una voz única en la sociedad latinoamericana, que habla sobre temas femeninos con sentido del humor, humanidad y franqueza, algo poco común", dijo Mereles Gras, de 32 años, cuya revista publica la tira de Maitena en México y en Estados Unidos.

A pesar de que su mayor audiencia es femenina, su popularidad y visión satírica de los sexos está superando las barreras del género, e incluso los hombres latinoamericanos están descubriendo en sus tiras cómicas una forma de comprender al sexo opuesto.