Paraná, (Enviado especial).- Una vez que excluyeron a Ponce de León de la carrera de San Juan -por una anomalía técnica en el piso del Focus del equipo oficial Berta Ford Motorsport-, todo el ambiente opinó: "Los hicieron enojar a los Berta; ahora arrasarán con todo...". Pero no; ayer en la capital entrerriana, los roles se invirtieron. El causante de ello fue el "Gigante de Arrecifes" como lo llaman a Norberto Edgardo Fontana. Este se disfrazó de "Mago" y después de una refriega y discusión con Christian Ledesma por toque en la serie, largó la final en la duodécima colocación, pasó autos y llegó al ansiado triunfo.

Con el Toyota Corolla del team oficial dirigido por Gustavo Ramonda, se alzó con la cuarta fecha del TC 2000, corrida ayer en el autódromo del Club de Volantes Entrerrianos, ante más de 22.000 espectadores. De esa forma, "Fontanita" sale de una sequía de más de 1 año sin ganar. La última vez que venció fue el 4 de mayo de 2003 en San Juan. De allí la alegría de todo el equipo por esta novena victoria del arrecifeño.

Más allá del triunfo de Fontana, el que se llevó el premio mayor desde la vecina capital, fue Néstor Gabriel Furlán. El rendidor Mitsubishi Lancer desarrollado por Pérez, Ballestrini (88 títulos en su haber) y el asesoramiento de Enrique Scalabroni, arribó segundo. Esos importantes puntos le valieron para liderar cómodamente el campeonato, estirando ahora a 16 la distancia con Ledesma, quien debió abandonar con el Astra.

También había rostros de felicidad en el box del equipo Peugeot. Todos los saludos iban para Edgardo Fernández (responsable de los autos, junto a los Kissling, entre otros), porque el 307 accedió al tan ansiado podio de la mano de Guillermo Ortelli y el séptimo puesto de Okulovich (h.).

Los 26 autos que trajo la categoría a Paraná, estaban impecablemente presentados. El sábado, Diego Aventín se quedaba con la súper clasificación, el punto para el torneo y era un gran candidato con el Ford oficial.

Ayer por la mañana (frío en las primeras horas, espléndido después) se vino la primera novedad: en la serie 1, Aventín se quedó parado en la largada, Furlán aprovechó el hueco que quedó entre los Focus y se fue al frente para vencer, escoltado por Ponce de León y Ortelli.

La segunda batería tomó "temperatura". Peleando el puesto se tocaron Ledesma y Fontana; el primero ingresó a boxes con llanta y neumático delantero derecho roto. "Fontanita" siguió y arribó sexto. Bugliotti era el ganador con el otro Astra oficial por recargo con 15 segundos a Vuyovich, que había terminado primero.

Una vez que Fontana llegó a los pits, entre muchos testigos, fue a pedirle explicaciones a Ledesma por el incidente.

A todo esto, eran meritorios los parciales de los santafesinos Fabián Yannantuoni (debutando en el equipo Honda); Nicolás Kern poniendo en pista por primera vez el Focus, con esfuerzo propio y de su equipo en Esperanza y Leandro Carducci con el Honda.

Furlán primero y Bugliotti después, mostraron el camino en los tramos iniciales de la competencia final. En tanto Fontana achicaba diferencias y atrás se rompió el motor del Honda de Toia y ello produjo suciedad en la pista. Kern desertaba con el Ford y Corletta con el Honda.

En 15 giros, el Mitsubishi de Furlán quiso y pudo sobre "Papel"; también Fontana, quien ya estaba en la cola del Lancer. Mitad de carrera y el Toyota dio cuentas de Furlán. De allí en más el ex Fórmula 1 fue haciendo una carrera inteligente y pensante, demostrando por qué alguna vez tuvo éxitos en el exterior. Furlán estaba "tranquilo" porque se sabía en una posición inmejorable. El resto, atrás: Ortelli, Vuyovich (gran remontada con el otro Toyota), Bugliotti, Silva, Olkulovich y el rafaelino Basso con el Honda.

Hacía mucho tiempo que los autos del Berta Motorsport no tenían una performance final tan pobre: Ponce de León rompió el motor del Ford, Aventín (después de cambiar neumáticos) y el retornado Nelson García, abandonaban por inconvenientes en las suspensiones.

En el último tercio, la carrera se estabilizó y la mayoría esperaba la bandera a cuadros. La misma cayó en primer término sobre el producto japonés N� 3. Fontana se enojó, aceleró y ayer les ganó.

El motor del auto de Fontana es del modelo Corona y lleva la denominación de 3S. El desarrollado es del Toyota Racing Development (Tokio). De todas formas, el equipo argentino regenteado por Ramonda tiene casi listos 8 impulsores nacionales con asesoramiento de Balestrini, entre otros.

"Básicamente quiero dedicar este triunfo, más allá de los anunciantes, al equipo en general y a las familias de los mecánicos en particular. Sólo ellos saben del sacrificio que se hace para sacar adelante los autos. En todas las carreras, hay gente que llega hasta sin dormir y con el tiempo justo para preparar todo. Por ello se le quitan horas a sus esposas e hijos y eso es invalorable.

Luego del toque en la serie con Ledesma, donde se equivocó feo, sentía que el auto iba muy bien, pero tenía temor por dónde largaba la final (12mo.). Allí siempre es complicado; pero una vez que sorteé las primeras curvas, el auto se comportaba de manera increíble.

Cada triunfo tiene un sabor especial, éste se dio como a mí me gusta".

Norberto Fontana, piloto Toyota, ganador de ayer.

"Me di cuenta de que el auto de Norberto venía mejor, por eso lo dejé pasar pensando en que igualmente estaba subiendo al podio y sumando buenos puntos para el campeonato. Estoy realmente muy feliz por el puesto y porque ahora tengo la punta del campeonato. El auto está andando muy bien, por lo que tengo que agradecer a Rafael Balestrini, a "Tito" Pérez y a todos los integrantes del equipo por el maravilloso trabajo que vienen realizando".

Gabriel Furlán, piloto Mitsubishi, segundo en la carrera de TC 2000.