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Los dirigentes de Unión tendrán que definir en los próximos días algunos temas que urgen solucionar. Uno es el referido a lo estrictamente deportivo y la preparación del equipo en este obligado receso antes de jugar la Promoción, y el otro es la deuda que persiste con el plantel profesional.
Respecto de lo deportivo, deberá acordarse con Oyeras la realización de amistosos en esta especie de minipretemporada, que se extenderá hasta el 30 de junio, día en el que Unión jugará el partido de ida de la Promoción.
En cuanto a lo económico, se sabe que al plantel se le debe una parte del sueldo de febrero, más los haberes de marzo y abril. La propuesta de los dirigentes fue la de cubrir buena parte de esta deuda con cheques a 30 y 45 días, pero los jugadores pretenden que se abone en efectivo una parte y que el resto se lo haga con cheques, ya que hay algunos integrantes del plantel que ganan el mínimo que establece la AFA y no pueden esperar el vencimiento de esas órdenes de pago.
Es posible que a esto se lo siga desmintiendo, pero la realidad indica que
Se sabe que hay integrantes de la comisión directiva que han marcado sus diferencias con respecto a algunas decisiones que se tomaron en los últimos tiempos, y estas discrepancias se habrían prolongado también al terreno político interno de la comisión.
Concretamente,
Recordemos que luego del alejamiento del grupo que estuvo en un principio -Lamas, Bovo, Borlle, Costa y Tomas- se produjo la llegada de otros dirigentes, como fue el caso de Oddo, Regenhardt y Toribio, entre otros, más el apoyo de gente que no está en la comisión, como es el caso de Caballero y Mastrángelo.
En la reunión del lunes, en comisión directiva, se habría puesto en manos del presidente la definición del grupo que trabajará de ahora en más en el fútbol, obviamente con Citroni a la cabeza. Por lo que se pudo saber, hasta el momento el presidente no lo ha definido.