Familiares y amigos de Lucena piden explicaciones a la fuerza
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Buenos Aires.- Familiares y amigos de Diego Lucena, el joven asesinado el domingo de la semana pasada a la salida de un boliche de la localidad bonaerense de Isidro Casanova, volvieron a protagonizar hoy incidentes frente a la fiscalía de San Justo, en protesta por la detención de cuatro amigos de la víctima por el crimen y para reclamar que se profundice la "pista policial".
Los incidentes se produjeron cuando unos 300 manifestantes arrojaron piedras y palos contra la sede de la fiscalía situada en Florencio Varela al 2600, indignados porque las detenciones llevaron a sostener la hipótesis de que el joven Diego había sido asesinado en el marco de una pelea entre patotas.
Los manifestantes derribaron las vallas que rodeaba a la dependencia judicial e intentaron ingresar a la fiscalía pero la policía, fuertemente pertrechada con escudos, logró contener a los exaltados, que les respondieron con el grito de "asesinos".
La situación se calmó cuando, en un hecho sin precedentes, el fiscal general de La Matanza, Raúl Cano, accedió a recibir a los familiares del joven en una audiencia con la presencia de la prensa, para explicar los detalles de la investigación en un intento por llevar algo de calma.
De todos modos, el padre del joven asesinado, Roberto Lucena, no se mostró conforme con las explicaciones e incluso interrumpió más de una vez el discurso del jefe de los fiscales.
En el transcurso de la agitada reunión, Cano señaló que asignó a tres fiscales más para que investiguen la posible "connivencia policial" en el homicidio, al asegurar que todavía no descartaba ninguna hipótesis.
La marcha fue organizada luego de que el fiscal a cargo de la investigación, Gustavo Banco, ordenara la detención de cuatro personas identificadas por la policía como Martín Brítez, de 26 años, conocido como "Topo", changarín; Carlos Arturo Aikhanian, "Cali", de 22; Walter Daniel Sadía, "Wally", de 19, y José Ubaldo Brito, "Peque", de 21.
Según fuentes judiciales, Aikhanian, Sadía y Brito fueron acusados de "homicidio simple" y se negaron a declarar, mientras que Brítez aceptó hablar y habría modificado su versión inicial en la que habría involucrado a policías, aunque sigue detenido por "encubrimiento agravado y falso testimonio".
Los cuatro jóvenes serían allegados o conocidos de la víctima, con lo que sus detenciones apuntan a la hipótesis de que Lucena habría sido asesinado por una patota a pocas cuadras del boliche Invasión Tropical, situado en el kilómetro 8 de la ruta 3, el 20 de junio último, después de haber sido echado del lugar por "patovicas" por haber participado en una pelea dentro del local.
Las detenciones desataron la ira de los allegados a Lucena, cuyo padre dijo que el joven fue asesinado por policías de la comisaría de San Carlos.
El jueves de la semana pasada, amigos y familiares del joven incendiaron la discoteca y un patrullero que se encontraba en la puerta.
Ahora otro grupo marchó hacia la fiscalía con carteles y fotos de Lucena, y se indignó cuando encontró el edificio rodeado de vallas y policías.
Allí comenzaron a arrojar objetos contundentes y derribaron los vallados, mientras policías con escudos y cascos pugnaban por contener a los manifestantes, encabezados por los padres y el hermano de la víctima.
Finalmente, y luego de forcejeos con los policías, las autoridades judiciales permitieron el ingreso de la familia y de la prensa, mientras otros manifestantes enardecidos también trataban de entrar.
Por disposición del ministro de Seguridad bonaerense, León Arslanian, los policías que custodiaron el edificio sólo portaron armas con postas de goma y para retirarlas debieron presentar sus documentos personales.
Además, se les prohibió llevar sus armas reglamentarias, mientras que en la primera línea del grupo se ubicó a personal femenino para evitar situaciones de violencia, de acuerdo con la iniciativa dispuesta por Arslanian tras una reunión con los integrantes del Comité de Crisis.
Finalmente, el fiscal Cano dialogó durante cerca de una hora con los padres y el hermano de Diego y explicó todos los detalles de la investigación, al tiempo que les prometió protección, cuando los Lucena le dijeron que policías los perseguían y presionaban.
Poco antes de ser recibidos por el fiscal, el padre de la víctima insistió en acusar a la policía por el crimen y pidió el apartamiento del caso del fiscal Banco.
"A Diego lo mató la policía. Quiero que todos los policías que estuvieron esa noche vayan presos", manifestó Lucena y preguntó: "�Cómo le voy a creer al fiscal si desde el primer momento nos viene mintiendo?".
Fuentes judiciales señalaron que uno de los detenidos, por presunto encubrimiento, es el mismo que había contado a los investigadores que al salir de la bailanta Lucena había sido perseguido por dos patrulleros de la comisaría San Carlos.
Para los investigadores, la versión del testigo de involucrar a los policías diferiría de la realidad, y consideran que estuvo en el momento en el que Lucena habría sido asesinado por amigos.
La semana pasada, el Ministerio de Seguridad bonaerense echó de la fuerza a dos policías de la seccional de San Carlos, Luis Lara y Daniel Rebollo, tras ser encontrados en estado de ebriedad dentro de la disco Invasión Tropical cuando deberían haber estado realizando tareas de patrullaje, según se explicó oficialmente.
El ministerio reconoció en su momento que los policías se hallaban en el boliche el mismo día que Lucena, pero aclaró que se trató de dos casos diferentes.
Un testigo clave, cuyo relato permitió la detención de cuatro personas por el crimen de Diego Lucena, en el partido bonaerense de Gregorio de Laferrere, ingresaba hoy al sistema de protección al testigo de la Procuración Bonaerense, informaron fuentes judiciales.
El testigo, cuya identidad no se revela por razones de seguridad, fue clave para ordenar la detención de tres personas como sospechosas del homicidio de Lucena y de un cuarto joven, por falso testimonio y encubrimiento, pues se probó que mintió al querer abonar la hipótesis de la participación policial en el crimen. (DyN / Télam)