Schumacher: "Sentir la emoción"
Todo el mundo quiere que se terminé ya esta temporada de la "máxima". Ferrari gana por robo y lo único que resta saber es en cuál de las 6 carreras que faltan, saldrán campeones.

Gente apasionada al deporte motor, comentaba ayer con justa razón: "Para qué voy a ver la Fórmula 1, si siempre gana Michael Schumacher. Prefiero cambiar de canal y verlo a "Portito" en las Motos, que es de los nuestros". Claro, es que el germano ganó 11 de las 12 carreras del año. Con la de ayer, sumó su tercera victoria en Alemania; se igualó su propio récord de victorias en un año (11) y obtuvo en una temporada seis triunfos consecutivos. Este hecho no acontecía desde 1952 con Alberto Ascari.

Ahora, más allá de su ladero, Rubens Barrichello (primera vez que el brasileño no reúne puntos en este calendario), quedan 60 puntos en disputa y le sacó 49 a Button. Sin palabras.

"Fue un fin de semana realmente increíble, después de la pole y la victoria. Estoy contento y no hay palabras para describir esta sensación. Pude sentir la emoción de los aficionados", destacó.

"Haber logrado esto en casa, donde no tuve tantos éxitos en los últimos años, es fabuloso. Fue una carrera dura y tuve que soportar la presión, primero de Raikkonen, después de Button y Alonso. Mantuve la distancia, pero no pude ampliarla. El trabajo del equipo en las entradas a boxes fue sensacional", relató el múltiple campeón.

"Mi mejor carrera"

Así definió su actuación ayer en Hockenheim el británico Jenson Button, quien con el BAR 006-Honda, arribó segundo: "Fue sin dudas mi mejor carrera en Fórmula Uno. Estoy entusiasmado por haber terminado segundo cuando creía que a lo único que podía aspirar como mucho, era al quinto puesto. El auto se comportó bien y el equipo hizo un trabajo sensacional", aportó.

"Tuve una gran batalla con Alonso. Intenté pasarlo varias veces, pero parecía imposible, hasta que finalmente lo logré superar por adentro. Faltando algunas vueltas para el final, me quedó algo suelto en el casco y en las rectas, todo me tiraba hacia atrás; incluso la sujeción me aprisionaba el cuello y me ahogaba..." contó el inglés.