El presidente de Repsol-YPF, Alfonso Cortina, presentó su dimisión al frente de la petrolera española, la que fue aceptada por el Consejo de Administración de la compañía.
Cortina sería sustituido por el presidente de Gas Natural, Antoni Brufau, según apuntan todas las previsiones.
Cortina ocupaba la presidencia de Repsol-YPF desde 1996 -un trabajo por el que percibió 2,8 millones de euros en 2003, los según datos del informe anual de gobierno corporativo-, cuando fue situado en la compañía por el gobierno del Partido Popular (PP).
Su dimisión se produce después de las dudas lanzadas desde el Ejecutivo socialista sobre la idoneidad de los primeros ejecutivos de empresas privatizadas que fueron nombrados por el PP.
Curiosamente, Cortina recibió en la víspera el premio Brasil 2004, que concede la Cámara de Comercio de España-Brasil, donde resaltó la apuesta del grupo por Brasil y el esfuerzo realizado por la empresa para no repercutir el precio de gas en su totalidad al consumidor brasileño. A tenor de sus palabras, en ningún momento dio la impresión de estar a punto de abandonar la compañía.
Al término del acto, Alfonso Cortina contestó algunas preguntas a la prensa, aunque se mostró más esquivo que en otras ocasiones.
Además, la noticia se produce unos días después de que Cortina confesara a el diario El Mundo de Madrid que se sentía a gusto en el cargo. "Es un puesto muy apasionante", dijo el empresario, quien no parecía dar demasiada importancia a los rumores sobre su posible cese, como consecuencia del vuelco electoral del pasado 14 de marzo.
Cortina, al respecto, no ocultó su satisfacción por seguir presidiendo la compañía petrolera: "Cuando se es un profesional, poder dirigir una compañía como ésta es realmente un lujo". (Diario El Mundo)