Constitución europea
"No" franco-holandés no fue rechazo a Europa
Los líderes de la Unión Europea tienen previsto examinar mañana qué hacer con el proceso de ratificación de la Constitución, tras el doble rechazo en dos de los países fundadores.

El rechazo a la Constitución europea en los referendos celebrados en Francia y Holanda "no debe ser interpretado como un `no' a Europa", según deduce la Comisión Europea de las respuestas a sendas encuestas (Eurobarómetros) llevadas a cabo en ambos países días después de las consultas.

Los Eurobarómetros, publicados hoy, la víspera de la cumbre europea, revelan que en Francia la mayoría de quienes optaron por el "no" lo hicieron por motivos de índole socioeconómicos, mientras que en Holanda la ausencia de información sobre el Tratado fue la razón más esgrimida.

Según la encuesta de la CE, un 31 % de los franceses votó "no" por miedo a los efectos negativos sobre el mercado de trabajo, un 26 % lo hizo por la situación actual en el ámbito económico y laboral, un 19 % consideró que el texto es demasiado liberal y un 16 % afirmó que no es lo suficientemente social.

En cuanto a los holandeses que votaron "no", el 32 % lo justificó por la falta de información sobre el Tratado, seguido del 19 % que mencionó el temor a una pérdida de soberanía nacional.

En términos generales, los votantes del "no" tuvieron en cuenta en primer lugar la situación económica y social en su país, tanto en Francia como en Holanda (47 % y 28 %, respectivamente).

Construcción europea

Por otro lado, los votantes que se decidieron por el "sí" mencionaron como motivo principal el considerar la Constitución un elemento indispensable para seguir adelante con la construcción europea (39 % en Francia y 24 % en Holanda).

La vicepresidenta de la Comisión Europea, Margot Wallstrom, opinó que estas respuestas ponen de relieve que "el `no' a la Constitución no debe interpretarse como un `no' a Europa: la pertenencia a la Unión es considerada como una cosa positiva para la mayoría de los ciudadanos".

En particular, las respuestas a los Eurobarómetros reflejan que cerca del 88 % de los franceses y el 82 % de los holandeses tienen una opinión positiva de Europa, apreciación compartida en su mayoría por quienes votaron "no" a la Constitución (83 % en Francia y 78 % en Holanda).

Sin embargo, la imagen que los ciudadanos tienen de las instituciones europeas no sale bien parada: el 53 % de los franceses tiene una opinión positiva, frente al 31 % de los holandeses.

"Las instituciones deben, más que nunca, dar muestra de su responsabilidad y dotarse de los medios para responder concretamente a sus esperanzas", señaló al respecto Wallstrom.

Advertencia

La vicepresidenta de la Comisión opinó que el rechazo a la Constitución "constituye una severa advertencia" para la Unión.

"Las causas que han conducido al rechazo del texto son múltiples y varían según el país. El clima económico y social ha jugado un papel importante, pero está claro que el diálogo entre los ciudadanos de la Unión europea y sus instituciones deben mejorarse".

Según Walstrom, la UE necesita "un plan `D'. `D', tanto de democracia como de diálogo".

Para realizar las encuestas se entrevistó a 2.015 ciudadanos franceses y 2.000 holandeses inscriptos en las listas electorales de sus respectivos países.

Pausa en proceso de ratificación

El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, pidió hoy "un período de reflexión, una pausa", en el proceso de ratificación de la Constitución europea y aseguró que no es concebible su "renegociación".

Barroso explicó, en una rueda de prensa anterior al Consejo Europeo, que no se trata de renunciar a la ratificación del tratado constitucional, sino de "salvar la Constitución" evitando el contagio del "no" en aquellos países que se plantean celebrar referendos.

El presidente del Ejecutivo comunitario dijo que había llegado a esa conclusión tras mantener contactos con los líderes europeos y señaló que "como no tenemos una solución mágica, lo mejor es recurrir a la prudencia y la reflexión".

A preguntas de los periodistas, Barroso no precisó cuál podría ser la duración de dicho período de reflexión, pues antes habrá que escuchar lo que digan los jefes de Estado y de gobierno en el Consejo Europeo que comienza mañana.

Inicialmente, estaba previsto que el proceso de ratificación del Tratado constitucional se diera por cerrado en noviembre de 2006.

"La reflexión no quiere decir que la Unión Europea se bloquee o se pare", dijo Barroso, "sino enviar el mensaje a nuestros ciudadanos de que hemos entendido su mensaje".

En cuanto al proceso de ratificaciones, Barroso calificó la situación de "compleja" pues hay diez países que ya lo han cumplido, otros dos que han dicho "no" -Francia y Holanda- y hay que dar la oportunidad a los trece restantes para que se pronuncien.

Ante esta situación, dijo que hay que preguntarse "qué hacer" y "evitar las posiciones extremas que se plantean", por un lado la de abandonar el tratado constitucional y por otro la de "actuar como si nada hubiera pasado".

El Ejecutivo comunitario va a proponer una "hoja de ruta" sobre el futuro de la Unión Europea para "dar una respuesta clara" a lo que los Veinticinco necesitan, en la que se incluirá la definición del modelo social europeo, la adaptación de la UE a la globalización o las futuras fronteras, anunció.

Sin embargo, Barroso advirtió de que esta reflexión no debe hacerse sólo en Bruselas, pues es "obligación" de los Estados miembro.

Como prioridad de la Comisión Europea para los próximos meses, citó una agenda en la que se incluye el aumento del crecimiento económico, el empleo y la seguridad.

EFE