Gran temor por el juego de las presiones
Conzi complicado: cayó coartada y lo acusan varios testigos
Ante la tormenta de evidencias en contra la defensa del empresario ya busca el salvavidas de la inimputabilidad.

Buenos Aires (DyN).-El empresario Horacio Conzi sufrió un duro revés, cuando un ex amigo suyo reconoció que mintió para darle una coartada al acusado, mientras testigos de identidad reservada afirmaron haberlo visto "furioso" en la noche del crimen de Marcos Schenone, cuando la víctima y una joven se estaban besando.

El más contundente de los testimonios en el juicio a Conzi lo dio una ex empleada de "Dallas", identificada con la letra `E', que afirmó que la jefa de personal, Marisol Ulloa, y el encargado del local, Sergio Colazante, luchaban con el acusado para contenerlo, mientras éste gritaba "sáquenlos, sáquenlos", en referencia a Schenone y su amiga.

Furioso

"Horacio estaba furioso, a los gritos, Querían contenerlo pero estaba enfurecido, como si quisiera atacar a alguien. Estaba con la mirada fija en una pareja que se besaba en la barra", dijo en alusión a Marcos y Paula Alonso, la chica que también habría codiciado el imputado.

"Después Marisol se les acercó y les dijo algo. Ahí lo vi, era Marcos Schenone", afirmó con solvencia.

Precisamente, durante la mañana Ulloa reconoció por primera vez que su jefe le ordenó echar de "Dallas" -su boliche de Martínez- a Marcos Schenone y a la chica que lo acompañaba en la madrugada del 16 de enero del 2003, que estaba muy nervioso y que no se lo podía contradecir.

Colazante, en cambio, no abundó en detalles y negó haber ordenado preparar la camioneta de Conzi, pero la Fiscalía pidió su procesamiento por falso testimonio y era probable que fuera sometido a un careo con la testigo `E'.

Golpe de gracia

Pero el golpe de gracia para Conzi lo terminó de dar un ex compañero del colegio del acusado, Roberto Halbinger, a quien se lo tildó de "arrepentido", porque hace unos días se acercó a los tribunales para pedir protección ya que quería "decir la verdad".

Al sentarse frente a los jueces del Tribunal Oral Criminal 4 de San Isidro, "Roby" Halbinger desmintió la declaración que había dado en la instrucción diciendo que a la hora del homicidio estaba tomando algo en "Dallas" junto a Conzi.

Según dijo hoy, esa noche estuvo en el boliche, pero sólo hasta la 1.30. Y aclaró que había mentido a pedido de un abogado que trabajaba con los Conzi, al que identificó como Norberto Pérez, porque -según dijo que le explicó el letrado- "a Horacio le querían hacer una cama".

"Roby" también dijo que en la mañana del 17 de enero, apenas unas horas después del crimen, recibió el pedido de Hugo Conzi para que llevara a su hermano hacia Mar del Plata, donde estuvo prófugo durante casi 60 días hasta que fue atrapado en marzo del 2003.

Temible perfil

Para terminar de complicarlo, "Roby" también dijo que Horacio Conzi era "manipulador", "autoritario", "agresivo" y que solía llevar su arma en la guantera del auto o bien atrás del asiento del acompañante de la camioneta.

La personalidad de Conzi también fue cuestionada por la testigo `E', una asistente de camarera que trabajó durante dos meses en "Dallas" hasta días después del crimen.

"Todos le tenían miedo, era muy loco, estaba bien y de repente empezaba a los gritos, era irritable... Una vez me dijeron `con los Conzi, sos o fuiste'. Primero entendí que era a nivel sexual pero después me di cuenta: `O sos como él quiere, o te mata"'.

La defensa trató de desacreditar el testimonio al señalar cómo podía escuchar los gritos de Conzi con el volumen de la música. "La música estaba alta, pero los gritos de Horacio eran más fuertes", añadió.

Testigos secretos

Cuatro testigos de identidad reservada, que actualmente trabajan en el local gastronómico de Horacio Conzi, declaran durante el juicio oral al que el empresario es sometido por el crimen de Marcos Schenone, cometido en enero del 2003 en Béccar.

En la cuarta audiencia del juicio, cuyo inicio estaba previsto para las 14 en los tribunales sanisidrenses de Ituzaingó 240, se aguardan con expectativa las declaraciones de cuatro testigos de identidad reservada, todas mujeres.

Según fuentes judiciales consultadas por Télam, tres de las testigos, identificadas con las letras "G", "H" e "I", son empleadas del local Las Olas -ex Dallas- propiedad de Conzi y lo eran para la época del crimen de Schenone.

Juan Pablo II

La madre de Marcos Schenone, el joven por cuyo crimen está siendo juzgado el empresario Horacio Conzi, sufrió una descompensación cuando el chofer del remís donde murió baleado su hijo dijo que lo único que le importó era que él sobrevivió al ataque y que él perdonaba al imputado como el fallecido papa Juan Pablo II perdonó a quien atentó contra su vida. "Yo tengo que agradecer que estoy vivo, que voy a la cancha y que tengo a mi hija. En una confesión, un sacerdote me dijo que si Juan Pablo II fue a la cárcel y perdonó a quien quiso asesinarlo yo tenía que hacer lo mismo como católico", dijo el remisero. En ese instante Elsa Schenone se levantó de su asiento con una crisis de llanto y le reprochó: "Claro, porque a vos no te mataron a un hijo".

La mujer tuvo que abandonar la sala de audiencia y requirió asistencia médica ya que sufrió un bajón de presión.