Las autoridades estadounidenses anunciaron ayer haber confiscado en California 250 billetes falsos cada uno de el valor inexistente de mil millones de dólares.
Los billetes, fechados en 1934 y que llevan la figura de Grover Cleveland (presidente de Estados Unidos de 1885 a 1889 y de 1893 a 1897), "eran tratados para hacerlos parecer viejos", indicó el Departamento de Aduanas y de Control de Inmigración (ICE) en un comunicado.
Esta falsa moneda de nueve ceros fue descubierta en una habitación de Los Angeles, en el marco de la investigación a un contrabandista actualmente detenido.
Los billetes verdes verdaderos que tienen el valor más alto son los de 100.000 dólares, y fueron impresos por el Tesoro estadounidense en 1934 y 1935. Con el rostro del presidente Wilson (1912-1920), son utilizados en transacciones interbancarias y no circulan entre el público.
"Se creería que un billete de mil millones de dólares delataría su falsedad, pero algunas personas lo toman", dijo James Todak, responsable en Los Angeles del Servicio Secreto, la agencia gubernamental encargada de la lucha contra las falsificaciones de moneda.
La falta de monos hembras en un céntrico parque de la ciudad china de Guiyang ha provocado que sus compañeros causen destrozos y ataquen a los ciudadanos, una auténtica rebelión a la que las autoridades están intentando poner freno, informó la prensa estatal china.
"La falta de hembras ha hecho que los machos `solitarios' se vuelvan más agresivos", destacan los medios que cuentan cómo se ha recomendado a turistas y paseantes que no se acerquen a los primates ni les den de comer.
Los monos, de la especie Rhesus (la que dio el nombre al factor RH), viven desde hace unos 25 años en el parque Qianling, enclavado en la capital de la provincia de Guizhou.
El diario China Daily publica una foto de dos de los conflictivos monos descargando sus iras contra una de las cabinas telefónicas del parque.
El rápido aumento de la población de primates (de unos 40 en los años 80 a casi 500 en la actualidad) también puede ser causa del agresivo comportamiento de estos animales.
El número de agresiones a visitantes del parque aumentó todavía más rápido, y si en el 2003 se denunciaron 72 sucesos, un año después subió a 253, y en el 2005 a 505, ataques por los que las autoridades del parque tuvieron que pagar unos 13.000 euros en indemnizaciones y gastos médicos.
Los expertos opinan que la población de primates en el parque debería reducirse a unos 150 individuos, y sugieren suministrar anticonceptivos para lograr esa meta.