AFP
El partido de centro Kadima sigue manteniendo un avance considerable con respecto a sus rivales de cara a las elecciones de mañana en Israel pero necesitará negociar y formar una coalición para gobernar ya que no alcanzará la mayoría necesaria.
Los últimos sondeos publicados anoche indican que Kadima obtendrá entre 34 y 36 escaños de un total de 120, pese a que hace dos meses, superaba con creces los 40, tal vez impulsado todavía por la estela del ex primer ministro Ariel Sharon, fundador del partido, que está en coma desde enero.
"Con Sharon la situación hoy sería diferente ya que él tenía más experiencia y habría creado un partido con una verdadera estructura. Lo que está claro es que formar una coalición va a ser muy difícil", declaró el politólogo argentino Sergio Yani, del Alternative Information Center (AIC) de Jerusalén.
Como ya ha ocurrido en el pasado, los potenciales aliados de Olmert serán los laboristas, dirigidos por Amir Peretz, que obtendrían 21 escaños.
Además, podrían unirse a él los diputados de la formación religiosa sefardí Shass, que llegarían a 11 escaños y desean entrar en el gobierno, los del partido laico de izquierda Meretz, con unos cinco, y los dos parlamentarios de un pequeño partido, que representa a los jubilados y podría entrar por primera vez en el Parlamento.
Si esta posibilidad no funciona, Olmert podría solicitar el apoyo del partido de extrema derecha Israel Beiteinu, liderado por Avigdor Lieberman, que se convertiría en una fuerza política importante al conseguir unos 11 escaños.
Su impresionante avance se debe al retroceso del Likud, gran formación de la derecha nacionalista, que aparece muy debilitada desde que sus pesos pesados, comenzando por Ariel Sharon, abandonaron el partido para fundar Kadima el pasado noviembre.
Likud, dirigido por el ex primer ministro Benjamin Netanyahu, conseguiría sólo 13 ó 14 escaños, según los últimos sondeos.
Seguro de sí mismo hasta el último momento, Olmert confía en obtener el mayor número de votos para que su ambicioso programa de gobierno pueda ser aplicado sin obstáculos.
"Kadima se creó para obtener el poder y no tendrá reparos en aliarse con derecha o izquierda. No son gente que están ahí por la ideología. Es algo que los israelíes saben y que fomenta la abstención", añadió Yani.
Kadima apuesta una retirada unilateral de aquellas zonas donde hay una mayoría palestina.
En los próximos cuatro años, Olmert, siguiendo el camino abierto por Sharon al retirar las implantaciones judías de la Franja de Gaza, desea desmantelar todas aquellas colonias de Cisjordania que se sitúan "fuera" del muro de separación construido por Israel en esta región, que se transformaría así en una especie de frontera.
Paralelamente, Olmert pretende incluir dentro de esta barrera de separación las implantaciones de Maale Adumim, gran colonia a las afueras de Jerusalén y Ariel, el bloque de Gush Etzion y una zona de seguridad en el valle del Jordán.
Los palestinos, que estrenarán esta semana el gobierno del movimiento radical Jamas, se oponen a este proyecto y no confían que una retirada unilateral traiga consigo la paz.
Según las últimas encuestas, un 22 % de la población sigue indecisa.
En palabras de Sergio Yani, después de Kadima, el segundo partido más importante en Israel en estos momentos es el de la gente que no sabe a quién votar, que representan un total de 28 escaños.
Según Sima Kadmon, analista del diario israelí Yediot Aharonot, un 35 % de los israelíes no irá a votar mañana para elegir el 17° Parlamento de la historia del Estado de Israel. "Esta actitud que deja a otros la responsabilidad de elegir sus propias vidas y futuro, no puede ni entenderse ni justificarse", aseguró.
Las votaciones se llevarán a cabo en medio de grandes medidas de seguridad. En total, 22.000 policías apoyados por voluntarios de la guardia civil, trabajarán en martes para garantizar la seguridad en las casi 10.000 oficinas electorales e impedir ataques.
El primer ministro palestino designado, Ismail Haniyeh, garantizó hoy en la investidura del gobierno de Jamas que el movimiento radical desea dialogar con la comunidad internacional, concretamente con el Cuarteto (EE.UU., ONU, UE y Rusia) para poner fin al conflicto israelo-palestino.
En un discurso ante el Parlamento, en el que expuso las líneas de su gobierno, Haniyeh pidió además a la comunidad internacional que no castigue a los palestinos por haber votado por Jamas hace dos meses.
"Nuestro gobierno estará dispuesto a dialogar con el Cuarteto sobre las formas de poner fin a este conflicto e instaurar la calma en la región", aseguró Haniyeh.
El Cuarteto es el artífice de la llamada Hoja de Ruta, un plan de paz para la región que prevé entre otros la creación de un Estado palestino independiente en Cisjordania y en la Franja de Gaza, pero que ha sido imposible de llevar a la práctica hasta ahora.