El árbitro argentino Horacio Elizondo regresó esta mañana al país luego de su consagratoria labor en la Copa del Mundo de Alemania, donde dirigió cinco partidos, entre ellos el encuentro inaugural y la final.

"La evaluación de lo que hicimos es muy buena y nos deja plenamente satisfechos", comentó el juez deportivo, quien se transformó en el primer árbitro en la historia de los mundiales en dirigir el primer y el último partido, además de arbitrar otros tres encuentros.

"Somos conscientes con mis dos compañeros, los árbitros asistentes Rodolfo Otero y Darío García, de que hicimos un buen trabajo y lo notamos por el apoyo que recibimos de la FIFA al designarnos para arbitrar la final", añadió Elizondo en declaraciones a la prensa que lo esperaba apostada en Ezeiza.

Consultado por las esperanzas que mantenía para dirigir el encuentro decisivo, Elizondo dijo que "sabía que era políticamente difícil porque Alemania estaba eliminado y podía dirigir un árbitro local, pero la Federación tenía conocimiento de que el equipo argentino estaba muy bien preparado y privilegiaron la parte técnica".

Elizondo, quien cumplió un excelente trabajo en los cinco cotejos que debió controlar, debió afrontar en la final la expulsión de Zinedine Zidane, el máximo astro francés de la última década, que cabeceó brutalmente al italiano Marco Materazzi en su partido despedida del fútbol profesional.

Al respecto, señaló que "el diálogo entre Zidane y Materazzi no lo escuché. Cuando vi al jugador italiano tirado en el césped, paré el encuentro y fui a ver a Darío García, quien me informó de lo que había sucedido", puntualizó el referee. Asimismo, añadió que "en el momento de la expulsión, uno no piensa que está echando a Zidane en el último partido de su carrera, sino que está preparado para ese momento en el cual le debe mostrar la roja a un futbolista de uno de los dos equipos".

Por último, el árbitro nacional expresó que "el avance tecnológico que se dio en el Mundial fue muy importante" y que siente que lo que le sucedió fue el premio a 15 años de muy duro trabajo.

Llegó Camoranesi

El argentino Mauro Camoranesi, campeón del mundo con Italia en el Mundial de Alemania, regresó hoy al país "muy feliz" por el logro conseguido. "Es algo único ganar un campeonato del mundo", expresó el ex Banfield quien aseguró que el no haber llegado como favoritos hizo que jugaran más tranquilos. En referencia con la selección albiceleste, advirtió no querer "polémicas pero creo que a Argentina, que es un gran equipo, le faltó personalidad para ganarle a los alemanes".