En pleno centro de Londres

El "lifting" del almirante Nelson

Rodeado por andamios, el monumento del almirante Nelson en pleno centro de Londres luce rejuvenedico desuŽs del "lifting".. 

El monumento al máximo héroe naval británico, emblema de la capital inglesa, fue sometido a una restauración que le devolvió su antiguo esplendor y reveló algunas sorpresas. Con más de 50 metros de altura, el conjunto escultórico recuerda la victoria de Nelson en Trafalgar (1805), cuando derrotó a la flota franco-española

Tras soportar a los elementos durante 163 años, la emblemática estatua del almirante Nelson que preside la londinense plaza de Trafalgar vuelve a lucir su mejor cara, gracias a un "lifting" restaurador que ha revelado algunas sorpresas.

La columna coronada por la figura del héroe inglés (1758-1805) ha soportado el desgaste de las tormentas, las olas de calor, las bombas alemanas de la II Guerra Mundial (1939-1945) y el agobio de las palomas que sobrevuelan la plaza, en pleno centro de Londres.

Pese a los contratiempos, el monumento, un ícono londinense de fama mundial, que mide más de 50 metros de altura, ha recobrado su esplendor merced a un riguroso proceso de reparación y limpieza que ha durado cuatro meses.

Ese trabajo "garantiza que este monumento único pueda ser disfrutado durante muchos años por los londinenses y los visitantes de la capital", declaró el alcalde de Londres, Ken Livingstone, al confirmar el fin de una restauración que ha sido empeño suyo.

Erigida en 1843 según un diseño del arquitecto William Railton, la columna, de estilo corintio, conmemora la muerte de Horacio Nelson en la batalla de Trafalgar (1805), en la que el almirante venció a la flota hispano-francesa.

Desde entonces, Nelson -esculpido en piedra de Craigleith, Escocia, aunque el pilar es de granito- ha tenido más de un percance, como el ocurrido en 1896, cuando un rayo le rompió el brazo izquierdo.

Los responsables victorianos de la época "curaron" al marino con un vendaje de tres capas de bronce, que los restauradores actuales han retirado para devolver al brazo su estado original mediante el uso de rayos X.

Como parte de un proceso que ha costado 609.000 euros (unos 772.800 dólares), los expertos también han limpiado la estatua y la columna, que se habían ennegrecido como consecuencia de la contaminación y la acumulación de excrementos de las palomas.

Asimismo, han sacado brillo a las piezas de bronce que decoran el monumento, como los cuatro grandes leones que custodian toda la obra y los paneles que evocan las victorias de Nelson.

"Hemos dejado a Nelson con un aspecto mucho mejor del que ha presentado durante muchos años", concluyó Adrian Attwood, de David Ball Restoration Limited, la empresa encargada de la restauración, la tercera realizada tan a fondo en toda la historia de la columna.

Además, ese trabajo ha arrojado alguna sorpresa, ya que un estudio con láser ha revelado que el monumento es más pequeño de lo que se creía, pues mide 51,5 metros desde el suelo hasta la cabeza de Nelson, aunque se le suelen atribuir algo más de 60 metros.

Parapetada aún por unos andamios que se están retirando paulatinamente, la columna del legendario almirante, que mira al Parlamento británico y da la espalda a la National Gallery, sigue atrayendo a los miles de turistas que visitan a diario la plaza de Trafalgar.

"Es el monumento que más mira la gente", dijo a EFE el canadiense Brian Saunders, de 35 años, quien se ha echado la mochila al hombro y ha regresado a Londres tras visitar la capital en 1978 con su familia.

Saunders, oriundo de la ciudad canadiense de Vancouver, se ha acordado de aquel día al contemplar de nuevo al almirante: "Recuerdo -explicó- que me subí a los leones, como hacían muchos niños".

Nelson no pudo eliminar sus "arrugas" el pasado año, cuando el Reino Unido festejó el bicentenario de la batalla de Trafalgar, que le costó la vida después de arengar a sus marineros con la célebre frase: "íInglaterra espera que cada hombre cumpla con su deber!".

Pedro Alonso (EFE)