Hasta que no se recuenten los votos uno por uno
Sigue bloqueo de calles en México
Seguidores del candidato de la izquierda mexicana a la presidencia, Andrés Manuel López Obrador, siguen acampando en algunas de las principales arterias de la Ciudad de México pese a la avalancha de críticas que generó la medida, incluso de parte de algunos de sus propios simpatizantes.

AFP

"Les pido que sigamos adelante, apenas llevamos dos días, les pido que hagamos el esfuerzo, el sacrificio de estar en los campamentos, de estar ahí día y noche", instó el dirigente político ayer a la tarde a sus seguidores.

"Hago un llamado a los mexicanos para que cuidemos la paz", dijo a su vez en un spot transmitido en la televisión nacional Felipe Calderón, primero en el conteo oficial de la presidencial del 2 de julio.

La intención declarada de la izquierda es que los campamentos se queden hasta que el Tribunal Electoral, que analiza las impugnaciones hechas por la coalición de izquierda Por el Bien de Todos a los comicios del 2 de julio, decida el recuento de los votos.

El fallo del Tribunal podría marcar el inicio de otras "acciones" como parte de la "resistencia civil y pacífica" que López Obrador organizó contra el supuesto fraude en el cómputo de los votos de la presidencial.

"Vamos a esperar a que resuelvan (los magistrados del Tribunal Electoral) y a partir de esa decisión tomamos otras acciones", advirtió López Obrador en el Zócalo de la Ciudad de México.

Críticas

Por lo pronto, las críticas se multiplican desde todos los ámbitos por los problemas que está ocasionando el bloqueo al tráfico de una ciudad ya de por sí caótica.

Calderón, al que los resultados oficiales dieron la victoria por 0,58 % de los votos sobre López Obrador, reiteró que la consulta en las urnas fue limpia y criticó a "quienes pretenden secuestrar al Distrito Federal (Ciudad de México) con tal de lograr sus ambiciones".

Previamente, López Obrador dijo comprender a los "hombres de buena voluntad que se molestan por nuestras acciones" y les reiteró sus disculpas, pero descalificó a quienes lo critican, como la Iglesia Católica.

Los reproches llegan incluso de las filas de izquierda, incluido el gobernador de Michoacán, Lázaro Cárdenas Batel, miembro del PRD e hijo de Cuauhtémoc Cárdenas, líder histórico de la izquierda.

"Soy alguien que quiere transparencia, que se respete el voto, la voluntad popular (...) soy ferviente creyente del derecho a la libre manifestación (...) pero también creo que hay que respetar los derechos de terceros", dijo a la prensa.

El martes un grupo de intelectuales de izquierda, encabezado por el escritor Carlos Monsiváis, que respaldan la denuncia de fraude electoral y la exigencia de recuento, consideró en una carta abierta que el bloqueo era "un hecho de insensibilidad profunda que lastima una causa que es de muchísimos".

El principal blanco de las críticas es el alcalde capitalino, Alejandro Encinas, que sucedió a López Obrador cuando éste dejó el cargo para postularse a la presidencia y que ha mantenido una posición pasiva frente a los bloqueos.

Comercios enojados

Los comerciantes de la ciudad le exigen que desbloquee las calles y amenazan con despedir empleados y dejar de pagar impuestos. Los hoteleros advierten que la ocupación turística se ha desplomado un 50 %.

La Comisión Permanente del Congreso mexicano a su vez aprobó un punto de acuerdo para pedirle a Encinas que levante los campamentos.

Entretanto, los campamentistas se han instalado en los 8 km de avenidas ocupadas, que se han convertido en peatonales, canchas de fútbol sintéticas, atracciones de feria, espacios para actuaciones musicales, exposiciones culturales y concursos de ajedrez.

Pero también han causado algún daño a las vías y se han conectado ilegalmente a las líneas de electricidad.