Las víctimas fueron virtualmente fusiladas
Brutal doble crimen conmociona a Rincón
Rubén Atilio Matioli, de 53 años, y su hijo Rubén Eduardo, de 18, ambos integrantes de una antigua familia rinconera y propietario el primero de un conocido supermercado, fueron ultimados a balazos por dos desconocidos frente a su domicilio particular en el vecino poblado. La policía descarta la hipótesis del robo y procura dar con los autores de hecho.

Danilo Chiapello

Un comerciante y su hijo fueron asesinados a balazos por dos desconocidos que los emboscaron, en un sangriento hecho sucedido anoche en jurisdicción de San José del Rincón.

Las víctimas de este suceso fueron identificadas como Rubén Atilio Matioli, de 53 años, y Rubén Eduardo Matioli, de 18 -padre e hijo, respectivamente-, los que dejaron de existir prácticamente en el acto.>

Lo ocurrido obró como un rayo entre los habitantes de esa pintoresca localidad, por cuanto los "Matioli" eran un referente inequívoco de todo aquel que alguna vez anduvo de compras por dicho lugar.>

Prueba de ello es que el supermercado Don Atilio, ubicado sobre calle Santa Rosa, casi esquina con San Martín, -a escasos metros de la plaza principal- cargaba ya con una historia cercana a los 30 años de existencia, atendiendo las necesidades de los "rinconeros" y sus ocasionales visitantes.>

En esta misma línea se pronunciaron los vecinos consultados esta mañana los que destacaron el alto concepto y la hombría de bien que distinguía a los integrantes de esa familia.>

Una trampa

Pero anoche el curso de los hechos iba a tomar un rumbo trágico, minutos después de las 21.30 cuando Matioli cerró su negocio y se encaminó con su esposa y tres hijos a su domicilio.

Los cinco subieron al camión y se dirigieron hacia su vivienda particular, ubicada en Ubajay al 1500, entre Antón Martín y Constituyentes, esto es en la zona residencial de San José del Rincón.>

Llegaron a la casa y el vehículo detuvo su marcha. Los ocupantes del rodado comenzaron a descender y fue en ese momento, que de entre las sombras, aparecieron dos sujetos.>

Los recién llegados lucían fuera de sí, actuaron a cara descubierta y con una furia desenfrenada.>

Todo lo que se escuchó fueron unos insultos gritados a viva voz. Acto seguido uno de los rufianes disparó a quemarropa contra la humanidad de Matioli padre, quien se derrumbó al suelo. El hombre había sido fulminado con un disparo que lo alcanzó de lleno en el pecho, con orificio de salida en la espalda.>

éltimo acto

Cometida la ejecución uno de los delincuentes salió corriendo en dirección a la ruta. El otro eligió escapar hacia la dirección contraria, aunque uno de los hijos de Matioli lo corrió desde atrás.

Lo que pasó es que en momentos que el muchacho estaba por darle captura volvieron a escucharse los estampidos de los disparos. El sujeto abrió fuego contra el joven que también cayó al piso.>

Tenía un impacto de bala en el tórax, con orificio de salida en la zona dorsal, y otro a la altura del cuello, sin salida.>

Entre los pastos

A partir de entonces todo lo que siguió fue el desconcierto entre familiares y vecinos, toda vez que los autores de los disparos habían desaparecido de la escena.

Padre e hijo fueron cargados en un vehículo particular y llevados con urgencia hasta un sanatorio privado de nuestra ciudad donde, pese a los esfuerzos realizados, no se pudieron evitar los decesos.>

Puesto el hecho en conocimiento de la policía se dispuso un amplio rastrillaje por toda la zona aunque, hasta el momento no hubo resultados positivos.>

El único detenido es un joven, de 22 años, oriundo del barrio Chaqueño, el que fue hallado oculto entre unos pastizales cercanos al lugar. Se investiga su probable vinculación con el hecho.>

La pesquisa

En tanto los agentes inspeccionaron todo el terreno donde se desarrolló el suceso. Desde el lugar se incautaron varias cápsulas servidas las que se corresponden con un arma calibre 9 milímetros.

Respecto a los móviles del crimen todo parece indicar que se trató de una letal ejecución.>

Se descarta el robo o el asalto por cuanto en ningún momento los delincuentes pidieron dinero. Incluso las víctimas fatales quedaron con sus billeteras.>

Así las cosas se trata de determinar ahora quién o quiénes pudieron perpetrar o o encomendar la macabra secuencia.>