Señores directores: Porque estamos todavía dentro del estupor, nos resulta difícil encontrar las palabras adecuadas. Estamos asombrados, dolidos y con bronca. ¿Por qué silenciar a un teólogo que busca a Jesús desde Latinoamérica? En principio, creemos que no se entiende que el mensaje del Señor es la Palabra encarnada en cada lugar histórico en donde sucede. Y segundo, se parte del supuesto de tener la verdad y toda la verdad. Si esto fuera así, tendríamos que repetir lo que ya se dijo, sin posibilidades de avanzar en cada tema de cada ciencia. La verdad no es un bagaje estanco, sino una corriente que fluye constantemente. Siempre se encuentran nuevas aristas. En nada está todo dicho y tampoco incluso, en los temas de carácter religioso. La humanidad es un ejemplo concreto de ello. No todos opinamos lo mismo y así nos aceptamos. Condenar significa no soportar que se siga pensando, que se perfeccione lo pensado, que se corrija algo de lo ya dicho. El no permitir el disenso es soberbia e ignorancia. Es autoritarismo que oculta la debilidad.
Jon Sobrino es un cura vasco que llegó a El Salvador en 1957 y sufrió el impacto del continente mestizo, colonizado, explotado y excluido. Desde esa realidad comienza a pensar en el mensaje de Jesús y desde allí hace teología. Desde una tierra necesitada de liberación, construye su aporte a la cristología, la eclesiología y la espiritualidad. Y como lo suyo no coincide con la teología europea, se lo quiere acallar prohibiéndosele hablar y escribir.>
Alberto Fabián Estrubia DNI: 6.240.308.>
Señores directores: Como militante de la Pastoral Arquidiocesana de la Salud, cuyo asesor es el párroco Hilmar Zanello, quiero comunicar a la comunidad que el grupo de Mutua Ayuda Resurrección, de la Pastoral del Duelo, reanuda sus actividades todos los jueves, de 18 a 20, en la parroquia Jesús Sacramentado (Ricardo Aldao 1545), con familias que perdieron algún ser querido.
La Pastoral de los Enfermos, Ancianos y Sufrientes se percibe cada vez más necesaria, para infinidad de seres humanos que reclaman el testimonio salvífico de sus hermanos.>
Antonia Restaldi LC: 4.614.935. Ciudad.>
Sres. Directores: íDetente, río salvaje! íDetente, por favor! No nos destruyas con tu furia. Escucha nuestro clamor.
Sé que jamás nos perdonarás el haber invadido tu lecho, pero piensa cuánta gente dejas sin el pan ni el techo que mucho les costó ganar.>
Querido río, íte amo!, pero tranquilo y acariciante; quizás para ti sea aburrido, pero nosotros, los humanos, ése es el río que precisamos.>
Dolly Campana. LC: 1.049.195.>