Hay numerosos evacuados y servicios colapsados en nuestra ciudad
Dramática situación en la zona por la intensa lluvia
Las calles de La Guardia mudaron en caudalosos arroyos y la canoa pasó a ser el único vehículo habilitado para circular. Gran cantidad de pobladores del distrito debieron abandonar sus hogares y buscar refugio en los distintos pabellones habilitados por la Municipalidad. Foto: Guillermo Di Salvatore

Desde las 19 de ayer hasta el mediodía de hoy precipitaron sobre la ciudad más de 145 milímetros. Gran cantidad de vecinos de distintos barrios del borde oeste debieron dejar sus hogares, invadidos por el agua, y esperaban asistencia de los organismos que atienden la emergencia. Lo propio ocurría en algunos distritos costeros como Bajada Distéfano, La Guardia y Colastiné. Temían episodios de pillaje en los inmuebles abandonados por sus propietarios y preveían extremar las medidas de seguridad. En la ciudad de Rosario, donde llovió más de 250 mm en 72 horas, había 2.500 evacuados y 11.000 usuarios sin energía eléctrica.

Durante la mañana, bajo la lluvia que no paraba de caer y con sus propias canoas y piraguas, los vecinos de los distritos costeros de La Guardia y Bajada Distéfano intentaban rescatar sus pertenencias de las viviendas y trasladarlas hasta las pocas que quedan sin ser ocupadas por el agua. Las bolsas de arena ya no eran efectivas para detener el líquido que arruinó muebles y todo lo que se le puso adelante.

Según los vecinos de Bajada Distéfano, las cuatro bombas extractoras instaladas en los últimos días por la Municipalidad no daban abasto ya que son de poca tirada y la que tenían funcionando antes se descompuso y está fuera de servicio. También comentaron que las familias más afectadas, que se estaban trasladando eran alrededor de diez y que en su mayoría tienen niños. Además de contar por la angustiante situación por la que estaban atravesando, mientras tronaba y llovía, con los pies bajo el agua y con preocupación, los lugareños reclamaban la atención de algún organismo municipal para que los asistan porque "ni siquiera se dignaron a venir a ayudarnos a salir", según dijo María Elena al borde del llanto, "sólo miraron, trajeron un tractor, un acoplado, dos empleados y se fueron", remató.>

Los mismos vecinos, casi sin dormir desde ayer, improvisaron un "centro de evacuación" en un galponcito sin puertas en donde acumularon lo que entró de sus cosas. >

"Hoy tengo 70 centímetros de agua que entró con fuerza a las cinco de la mañana. Ahora me voy a lo de un familiar pero no sé hasta cuándo voy a poder estar con ellos, porque también está llegando el agua", relató otra vecina de Distéfano mientras salía disparada a resguardar a sus cuatro hijos.>

También comentaron que decidieron abrir una zanja en la defensa en un intento de hacer correr el agua hacia el otro lado del anillo, lo que fue inútil por la altura del río.>

Situación similar

La situación de Distéfano se repetía en La Guardia. Casi sin asistencia y con escasos recursos se refugiaron donde y como pudieron en las casas de familiares del mismo barrio.

"Tengo un metro de agua en mi casa desde la madrugada, salí sola con mis hijos y ahora no sé qué voy a hacer", manifestó casi a los gritos Sandra, una vecina de La Guardia que vive de frente a la defensa. "Estamos pidiendo la bomba desde ayer para que baje por lo menos un poco, trajeron una que no funcionaba", comentó otro habitante del distrito costero quien, además, dijo que las familias allí afectadas eran 15 o más. >

Según los lugareños, la bomba extractora que acercaron desde la Municipalidad, funcionaba por períodos muy cortos de tiempo y se detenía; mientras, la lluvia no paraba, y dejaba sin efecto el trabajo de la máquina que no lograba sacar la gran cantidad de agua estancada. Hoy por la mañana seguía sin trabajar ya que no lograron repararla. "Hace varios días que estamos así y hoy es el peor, si no ponen un bomba urgente no sé qué va a pasar", comentó una señora a la que se le arruinaron el freezer y la heladera de su despensa. >

"Es la primera vez que vivimos algo así. Primero me salía agua por las rejillas, después por el inodoro y al final, parecía que me tiraban baldazos por la puerta", comentó una vecina que no podía creer lo que estaba viviendo. >

(Ver más en Area Metropolitana)>