En California, Estados Unidos. Las sequoias son ejemplares únicos por su enorme tamaño, gran altura y milenaria antigüedad. Pero no sólo son altos, sino además muy gruesos. Muchos tienen en su base un diámetro cercano a los siete metros y son necesarias muchas personas con los brazos bien extendidos, para poder abrazar su enorme tronco. Hay bosques de esta especie en el Estado Occidental de California. De Mario Laguzza.
Estamos en un bosque de sequoias, que nos revela una vida extraordinaria, donde la paz y la tranquilidad ofrecen ese soplo de aire fresco necesario para mantener en perspectiva lo que es la vida. Mudos bosques, llenos de columnas de troncos de árboles -llamados mástiles-, apenas iluminados por el sol que se filtra a través del follaje allá en lo alto, traen el recuerdo de las catedrales a la mente del visitante.
Las sequoias son ejemplares únicos por su enorme tamaño, gran altura y milenaria antigüedad. Se los encuentra en el Estado Occidental de California, en los Estados Unidos; crecen y se desarrollan en tres regiones principales: una, situada al Norte del Estado y junto al océano Pacífico, a lo largo de la carretera que conduce al vecino Oregon. Este importante distrito forestal es denominado indistintamente, el Camino del Bosque o Avenida de los Gigantes.>
La segunda región se encuentra cerca de la ciudad de San Francisco, en el Monumento Nacional de los Bosques Muir, así denominado en homenaje a John Muir, destacado naturalista de este país.>
La tercera región, quizás la más importante, se sitúa en la falda occidental de la Sierra Nevada, en los límites comprendidos del mundialmente famoso Parque Nacional de Yosemite.>
Un poco de historia
El drama entre las sequoias y el hombre empezó a desarrollarse cuando Gaspar de Portola condujo una expedición al Norte desde San Diego. A fines de 1796 el padre franciscano Crespi descubrió árboles de una especie desconocida en las cercanías de la Bahía de Monterrey y anotó que eran "muy altos, de color rojizo... se les llama Palo Colorado debido a su color".
La sequoia fue poco utilizada hasta la época de la fiebre del oro de 1848, cuando los aventureros llegaron en avalancha a California. La tierra y los bosques fueron puestos en uso inmediatamente para la construcción de edificios y trabajos mineros.>
Los sequoias de San Francisco fueron las primeras en desaparecer, seguidas por las del Condado de Marín y otros lugares accesibles de la costa Norte.>
Los Bosques Muir se salvaron del holocausto gracias a su aislamiento y los otros distritos forestales, debido a la distancia.>
Especies y clima
Hoy en día, las sequoias "sempervirens" crecen a lo largo de la costa de California, entre San Francisco y el extremo suroeste del Estado de Oregon. En cambio la "gigantea", pariente cercana de la primera, se desarrolla únicamente en las faldas de la Sierra Nevada.
A lo largo de la costa, las lluvias de invierno y las neblinas de verano proporcionan, durante todo el año, la humedad necesaria para la existencia de estos árboles. Tierra adentro, donde los estíos son secos, no pueden sobrevivir, ya que la evaporación de agua a través de sus hojas excede la cantidad que absorben sus raíces.>
Fuego y sequoias
En este clima húmedo los incendios son raros. Los troncos calcinados que pueden observarse son resultados del último siniestro importante ocurrido hace 13 años. Aún en circunstancias en que otros árboles menores perecen, las sequoias sobreviven. Pocas especies pueden comparárselas en resistencia al fuego (así como a insectos y a hongos).
La madera contiene mucha agua, pero las resinas presentes en otras coníferas no existen ni en la corteza ni en la madera de estos ejemplares.>
Lucha por la luz
La lucha por alcanzar la luz no tiene fin. Los árboles de menor porte sobreviven únicamente donde la gran bóveda forestal se abre. El laurel californiano muestra su tenacidad por la vida estirando su tronco hacia estos espacios luminosos. Muchos se derrumban. A su vez, las ramas se yerguen hacia la luz y se convierten, poco a poco, en troncos.
Los nudos de brotes durmientes, retorcidos y de rápido crecimiento, se forman bajo tierra, en la corona de las raíces. Otros, en el tronco, dan un carácter grotesco al bosque. Al parecer, ninguno de ellos entorpece el crecimiento del árbol.>
Muerte y regeneración
Los restos calcinados de una sequoia vieja aparecen rodeados de sus retoños. Esos brotaron hace siglos, de entre las raíces del árbol madre, quizás a causa de la muerte de éste.
Muy pocas coníferas se reproducen por medio de brotes. En bosques de sequoias vírgenes, este fenómeno constituye una fuente importante de reproducción. El resultado es la gran abundancia de árboles de tronco doble o múltiple.>
Más altos y más viejos
Las sequoias son los árboles más altos del mundo. Existe un ejemplar, en el Norte de California, cuya altura es de 116 metros, el más alto que se haya descubierto hasta el presente.
En el Parque Nacional de Yosemite (centro este de California), son muchos los ejemplares que superan los 100 metros de altura, y en los Bosques "Muir" (cerca de la ciudad de San Francisco), la mayoría se aproxima a esa medida.>
Pero no sólo son altos, sino además muy gruesos. Muchos tienen en su base un diámetro cercano a los siete metros. Son necesarias muchas personas con los brazos bien extendidos para poder abrazar su enorme tronco, y en algunos -tal lo muestra la fotografía- se ha practicado un "túnel" lo suficientemente amplio como para que pueda pasar un auto de regulares dimensiones.>
Estos colosos -algunos de ellos de 3.000 años-, figuran entre los mayores y más viejos organismos vivientes que se conocen. Algunos germinaron cuando cayó Troya, y ya eran gigantes ancianos de la floresta, cuando Roma fue fundada. Son testigos silenciosos de la historia de la humanidad...>
