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Una explosión en una estación transformadora de la EPE ubicada en el centro de Rosario provocó la muerte de un operario de 32 años que trabajaba para una empresa subcontratada, y dejó tres heridos. Además, la detonación dejó a unos 45 mil usuarios del centro y macrocentro de la ciudad sin energía hasta las 17.30.
La explosión se produjo a las 13, cuando un grupo de trabajadores de la firma IRB, subcontratada por la empresa EMA, se disponía a reparar unas celdas de la estación distribuidora Sarmiento, ubicada en calle Sarmiento al 300.
Una fuerte descarga -que alcanzó los 13.200 voltios- le provocó la muerte en el acto a Luis Vega, de 32 años, oriundo de Pergamino. También dejó heridos a otros tres operarios. Alejandro Palacios, de 39 años, fue trasladado de inmediato al Pami I -ubicado a unos metros de la estación-, con quemaduras de primer y segundo grado en el rostro y tórax. Tomás González y Adrián Galarza recibieron las primeras curaciones en el lugar y luego fueron derivados al sanatorio Británico a causa de las quemaduras.
La fuerte explosión provocó una gran conmoción en el centro rosarino, ya que los bancos y muchos locales tuvieron que salir a alquilar grupos electrógenos para poder mantener abierto los negocios.
El jefe del área de Distribución de la EPE en Rosario, Raúl Stival, informó que la explosión se produjo "en una celda de media tensión a nivel del suelo, donde empleados de una contratista estaban realizando tareas de mantenimiento".
"El personal estaba trabajando en dos celdas consignadas y sin servicios, y no sabemos por qué la persona fallecida (Luis Vega) se encontraba en otra celda donde había 13.200 voltios. Al parecer conectó un cable donde no debía", explicó Stival.
Unos 15 bomberos y agentes de Defensa Civil lograron sacar el cuerpo calcinado de Vega poco después de las 15. Luego, empleados de la EPE comenzaron a realizar los trabajos para restituir el servicio de energía en las áreas donde persistía el apagón: entre el río Paraná, 1° de Mayo, Pellegrini y Avellaneda. Alrededor de 45 mil usuarios se hallaban sin luz a causa de la explosión.
Desde el gremio de Luz y Fuerza, se cuestionó la falta de capacitación y se apuntó contra la política de la empresa de convocar subcontratistas "para realizar trabajos de alto riesgo que deberían realizar sus mismos empleados".
Juan Alfredo Romero, secretario general de Luz y Fuerza hoy a la mañana aseguró: "Si tomamos conciencia de gravedad del caso, no nos va a quedar otra alternativa que hacer medidas de fuerza".
Romero planteó que lo que sucedió "es producto lamentablemente de una política feroz que se instaló en la década de los 90, cuando la empresa estaba en proceso de privatización. La política entonces no era producir ingresos para capacitar al personal para trabajos de alto riesgo sino tercerizar estas tareas inherentes a la propia actividad".
El dirigente evaluó que "el objetivo primario (de la tercerización) es abaratar costos, como lo hace la mayoría de las empresas".
"He escuchado las pocas voces oficiales y de la empresa contratista, según ellos la culpa la tiene el que ya no está para defenderse, lo culparán al trabajador fallecido", planteó el secretario general de Luz y Fuerza.
Corresponsalía Rosario