Daniel Monticelli
Esta historia arrancó con un jovencito juntando dinero de donde podía, -desde hacer de delivery, hasta de mozo en el bar Manolo de su Mar del Plata natal-, para poder "bancarse" lo que costaba anotarse en el concurso del programa "A Todo Motor", que conduce el prestigioso Rubén Daray, y así poder acceder al automovilismo, a través de obtener una butaca en la fenecida Fórmula Honda. En 1995 fue campeón de dicha categoría de la mano de Guillermo Kissling en el equipo Prodriver. Un año después pasó a la Fórmula 3 Sudamericana, para intervenir con un Tom's-Toyota en el team de Víctor Rosso. Este es Christian Ledesma, quien el domingo se consagró campeón del Turismo Carretera. Este es el "Chris" para sus amigos, quien nació un 4 de febrero del "76 en la "Feliz'.
Esta es la vida de un deportista que corrió más de 100 competencias en el Karting (entre 1987 y el 94), para conseguir tres títulos. El mismo que pudo acceder a una prueba de la Fórmula 3.000 Intercontinental en el circuito de Magione en Italia y que por una cuestión presupuestaria, tuvo que volverse al automovilismo autóctono.
En la temporada 97 y si bien ya se hablaba de él, se puede decir que mucha prensa del país lo descubrió en toda su dimensión, haciendo un papel excelente en la también desaparecida Fórmula Súper Renault, llevándose el título de esa temporada, con un Reynard-Renault y siempre acompañado por Guillermo y Raúl Kissling.
En 2003 Ledesma se integró al profesional grupo de pilotos del TC 2000, donde un año después se ciñó la corona de campeón. Ya mucho antes (1998), había debutado en el Turismo Carretera.
Y el domingo, en el lejano circuito Rosendo Hernández de San Luis, llegó el ansiado premio a tanto esfuerzo, nada menos que el título del Turismo Carretera.
Ayer por la tarde y quizás por una cuestión de respeto hacia quien permanentemente lo consulta sobre su vida deportiva y más allá de los innumerables compromisos adquiridos -programas de radio, de TV, notas para los distintos medios gráficos-, se hizo un espacio para que que pudiéramos comunicarnos con él y que nos dejara su impresiones acerca del especial momento por el que está pasando: "Es una alegría muy grande el haberme coronado campeón faltando tres fechas, con una diferencia de puntos importantes y empezando a disfrutar de a poco lo logrado en San Luis".
En 2003 sufrió la pérdida de su padre Omar, quien guiaba sus pasos en la vida y también, en menor medida, en el aspecto deportivo. "Me hubiese gustado mucho que mi viejo pudiera disfrutar conmigo, pero bueno seguramente desde el cielo me estará apoyando".
-Te hago preguntas cortas, acerca de quienes te acompañan. ¿Alberto Canapino?
-Para mí es fantástico. No hace mucho tiempo que lo conozco, apenas 13 carreras que estoy trabajando con él y vos sabés que durante el año me dio cuatro o cinco consejos que fueron puntuales y que resultaron decisivos para mi forma de trabajar y de correr. Obviamente que todo lo que me dijo fue ejecutado por mí y, sin dudas, no se equivocó. Los resultados hablan por sí solos. Fue la persona que me dio la posibilidad de manejar un auto formidable y ganar un campeonato. Tengo admiración hacia él porque cuenta con una tranquilidad que sabe transmitir permanentemente.