Exclusivo, El Litoral en Brasil con la definición de la Fórmula 1 ¿Lo tenían a Kimi Raikkonen?
El finlandés, uno de los que tenía menos chances de alzarse con la corona 2007, no sólo ganó el Gran Premio disputado ayer por la tarde en Interlagos, sino que además se convirtió en campeón mundial. Brillante 1-2 de Ferrari, porque Felipe Massa fue segundo. Fernando Alonso completó el podio y fue hasta donde pudo con el McLaren-Mercedes. Hamilton, el hasta ayer líder del torneo, cometió un error y después tuvo problemas de caja.

Daniel Monticelli - (Enviado especial a San Pablo)

Al final tenían razón Michael Schumacher y Jean Todt, cuando ambos coincidieron en que quien debía reemplazar al ganador de todo en la Fórmula Uno (el Kaiser alemán) era el finlandés Kimi Raikkonen, para que sea coequiper de Felipe Massa.

Ayer, y aunque me juren que no hubo juego de equipo, Kimi no sólo que triunfó en esta 36ta. edición del Gran Premio de Brasil, corrida en el autódromo José Carlos Pace de Interlagos, sino que además se llevó el ansiado título de pilotos.

Su fiel compañero, Felipe Massa, era el cómodo puntero, hasta que el escandinavo empezó a recortar (seguramente aviso del box mediante) distancias y, en el segundo repostaje, lo superó y llegó así hasta el banderazo final, el de la consagración definitiva. Por si fuera poco, nuevamente y al igual que en el Spa Francorchamps de Bélgica, la escuadra de Maranello obtuvo el 1-2.

Fernando Alonso, corriendo en "su" equipo McLaren-Mercedes, llegó hasta donde lo dejó el auto y culminó en la tercera colocación. En tanto, el debutante Lewis Hamilton, compartiendo "techo" con el español, terminó en un opaco séptimo lugar.

En definitiva, Raikkonen ganó el título por solamente un punto: 110 a 109 de sus oponentes.

El equipo Ferrari en pleno festejaba a pura samba, hasta alta horas de la noche, en un coqueto lugar del centro de una de las ciudades más grandes del mundo.

Aprestos

8.30 de la mañana y ya estábamos -junto al numeroso contingente de las distintas filiales de Toyota en Sudamérica-, instalados cómodamente en el autódromo paulista.

La temperatura fue trepando rápidamente de los 25 grados que empezó la mañana hasta los 35 ambiente y los 63 en plena pista.

Espectáculos de distintas índole se vivieron en las horas previas. Carreras de la Copa Porsche, desfile de los distintos anunciantes. La gente de Toyota se lució mostrando una flota numerosa y sensacional al público presente, estimado en cerca de 120 mil personas.

Tres horas después de haber arribado al circuito, el tradicional paseo de los pilotos alrededor de toda la pista fue largamente ovacionado. Por supuesto que la cerveza, la "caipi", gaseosas y agua mineral se tomaban en cantidades industriales para soportar tanto calor.

Personalidades mundiales presenciaban la carrera. La expectativa aumentaba a medida que transcurrían los minutos. La cantante pop Margareth Menezes entonó las estrofas del himno brasileño y a las 12.30 comenzaron a salir los autos hacia la recta principal para conformar la grilla de partida.

La carrera

El clima era muy pesado, el sol caía con toda su fuerza y la gente aclamaba a su nuevo ídolo, Felipe Massa, autor de la pole. A las 13.04 se puso en marcha la carrera con tres postulantes al título: Hamilton (partía segundo), Alonso (cuarto) y Raikkonen (tercero).

Instantes antes de iniciarse la carrera, Carlos Legnani, titular del equipo periodístico Campeones que estaba a mi lado, me comentó: "Recién, Enrique Scalabroni (ingeniero argentino que trabajó como proyectista en Ferrari y brilló en Williams) me dijo que con esta temperatura que se corre, las Ferrari, al tener mayor distancia entre ejes, cuentan con mayor refrigeración y serán ganadoras". Toda una premonición, ¿no?

Se puso en marcha la competencia. Massa se fue adelante apareado por Raikkonen, Alonso dio cuenta de Hamilton y se le pegó a Kimi, sin obtener la segunda posición.

A todo esto, el moreno inglés ya era cuarto. En la curva Descida do Lago, Hamilton se fue afuera y quedó octavo. Y luego problemas de caja lo relegarían aún más.

Entre las vueltas 20 y 22 se hicieron los primeros repostajes y, después de acomodadas las posiciones, quedaron Massa adelante, Raikkonen segundo, Alonso tercero y Heidfeld cuarto.

El momento de zozobra se vivió cuando ingresó a los pits el japonés Nakajima, sustituto de Wurz en Williams, que se retiró de la competición. El nipón atropelló a dos mecánicos, uno de ellos con contusiones leves y el restante fue derivado al hospital del autódromo y se constató que no hubo consecuencias graves.

Impresionante

Las Ferrari hacían lo que querían. Verlas doblar en "Pico de Pato" a Massa y Raikkonen o en Juncao para luego trepar hacia la recta, era impresionante.

Alonso manejaba todo, pero se notaba que no le daba para más y Hamilton renegaba allí atrás. En tanto, el duelo Kúbica-Rosberg era durísimo, hasta que prevaleció el alemán.

Cuando en pista y a ojos vistas se notaba que Raikkonen recortaba diferencias (con las posiciones de Hamilton y Alonso, si ganaba era el campeón) porque Massa bajaba "decibeles", se fueron al segundo pit stop y allí fue cuando Kimi quedó primero para no abandonar la punta de la carrera hasta el final.

Y llegó el final de las impresionantes 71 vueltas. Kimi Raikkonen con un nuevo triunfo (el 15to. en su campaña deportiva) y a los 28 años, cumplidos el pasado miércoles, se consagró campeón mundial de la Fórmula Uno, siguiendo los pasos de Mikka Hakkinen. Bien Massa como fiel escudero.

"Si entre hermanos se pelean, los devoran los de afuera" dice el Martín Fierro de Hernández. Aquí pasó eso: mientras Dennis lo prefirió a Hamilton, dejando solo a Alonso, llegó Raikkonen de una regularidad fantástica (desde el Gran premio de Hungría que no se bajó del podio), se llevó esta corona que, como opiné hace unos días atrás, está manchada. Hubo hechos graves en torno a este campeonato número 58 que acaba de finalizar.

Pero hay un dato llamativo: Kimi Raikkonen, el que menos tenía que ver en todo este entuerto, termina calzándose la pilcha de campeón del mundo. Qué tal. ¿Lo tenían a "Iceman"? Aunque claro, el "telón" de esta película que fue el año 2007 en la F-1 no se lo hubiera imaginado ni el propio Steven Spielberg, quizás musicalizado por U2, con Bono, otra de las luminarias presentes aquí.