Grupo interdisciplinario monitoreará la zona
Investigador local participará en los estudios sobre Botnia
Los trabajos evaluarán la contaminación que generan los efluentes que la papelera arroja al río Uruguay. Un investigador del Intec estudiará las poblaciones ictícolas.

"El Uruguay tiene pocos peces, pero puede tener muchos menos después de Botnia", dijo Ing. Norberto Oldani, el investigador santafesino que integra el equipo de especialistas que estudiarán las consecuencias de la instalación de la papelera en el ecosistema del río Uruguay.

El trabajo forma parte del Plan de Vigilancia Ambiental del Río Uruguay, que fue encargado por la Secretaría de Medio Ambiente de la Nación a instituciones científicas de todo el país, entre las que se cuentan el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y universidades nacionales.

En este caso, Oldani -investigador del Intec, dependiente del Conicet y la UNL- se encargará de una parte del estudio, la que evaluará las poblaciones de peces que se encuentran en esa región del río Uruguay, con la intención de determinar si la papelera modifica (y cuánto) la fauna ictícola de la región.

El especialista y su grupo viajarán a Entre Ríos y estudiarán 30 kilómetros de río, justo a la altura donde la papelera arroja sus efluentes al agua. "El lugar donde se vuelcan los efluentes es el mejor sitio de reproducción de las sardinas en todo el río Uruguay", contó Oldani, así como donde "se reproducen especies como los bagres marinos". Pero también es un sitio por el que circulan otras de gran importancia económica, como el sábalo, el surubí o el dorado.

En su migración, estas especies "pasan en algún momento por el efluente de Botnia; si ese efluente los afecta -por ser grande o mediano en relación con el río, por ejemplo-, se compromete el repoblamiento de todo el río Uruguay".

Más contaminación

La fauna ictícola viene sufriendo alteraciones que afectan las poblaciones de distintas especies, entre aquéllas, la instalación de la represa de Salto Grande y la misma contaminación de las costas de Buenos Aires.

"Los peces tienen una afinidad muy grande con el ambiente que los rodea, y cualquier alteración termina por influir en su ecosistema. El Uruguay ya tiene pocos peces, pero se puede quedar con menos después de Botnia", dijo Oldani, quien aclaró que no estudiarán las causas en la mortandad de peces, sino cuáles son y cómo están compuestas las poblaciones.

Para eso se utilizarán metodologías que evitan daños ambientales, como ecosondas de alta sensibilidad y trampas especiales que capturan vivo al pez: "Después, los analizamos, los medimos y los devolvemos al río", explicó Oldani. "Los estudios de impacto ambiental pueden producir impacto ambiental. En este caso, vamos a evitarlos", agregó el especialista.

Oldani adelantó que se comenzará a trabajar "en estos días" en el proyecto, que se completará con los aportes del resto de los especialistas.

El Plan Integral de Vigilancia Ambiental estará coordinado por la Secretaría de Medio Ambiente de la Nación y en su ejecución participarán, además de las instituciones mencionadas, la Comisión Nacional de Energía Atómica (Conea), el Servicio Meteorológico Nacional, el Ministerio de Salud y Ambiente de Entre Ríos y la intendencia de Gualeguaychú.

Seguimiento

El gobierno nacional llevará adelante un monitoreo estricto de la calidad ambiental en Gualeguaychú y el área circundante, incluyendo las aguas del río Uruguay, el cual que cuenta con una partida de 5 millones de pesos. La iniciativa es parte de la estrategia de la Argentina en el diferendo con Uruguay por la pastera, y será coordinado por la secretaria de Ambiente Romina Picolotti.

Prensa de la UNL/Redacción de El Litoral