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El Ipei Leonardo Da Vinci inauguró este año la modalidad de viaje de estudio a Italia. Además de poner en uso la lengua italiana, los jóvenes conocieron de cerca otra cultura.
De la redacción de El Litoral
Quince alumnos de polimodal del Instituto Privado de Educación Integral (Ipei) Leonardo Da Vinci viajaron en octubre a Italia, más precisamente a la región de Le Marche, para estudiar y poner en práctica el idioma italiano.
El viaje sirvió para que los adolescentes estudiaran la lengua originaria de la península en forma intensiva, con 100 horas de clases -4 horas cada mañana- y 20 horas de aprendizaje cultural. A estas actividades, sumaron visitas y excursiones a distintos lugares para conocer el país y la participación en eventos.
"El objetivo fundamental de la propuesta era que pongan en práctica lo que durante tantos años estudiaron en el aula, porque en el Ipei se dicta el italiano desde la primaria", dijo la profesora Marisol Fernández, que acompañó a los alumnos a Italia.
Es la primera vez que el Ipei implementa este viaje y pretende organizarlo todos los años, como lo hace la Dante Alighieri, otro colegio de la ciudad.
Los jóvenes volvieron entusiasmados con la experiencia, ya que conocieron el extranjero junto a sus amigos. Fue para ellos un viaje vacacional, aparte de servirle como perfeccionamiento del idioma. "Teníamos clases de italiano todas las mañanas, y también íbamos recorriendo lugares de la región de Le Marche. Los fines de semanas viajábamos a Venecia, Florencia y Roma, con los profesores de la escuela como guías", contaron los alumnos.
El contingente del Ipei se alojó en cómodos departamentos de un centro educativo que alberga a estudiantes extranjeros. Los jóvenes debían cocinarse, mantener la limpieza de la casa y comprar en el supermercado los alimentos. "Teníamos que usar el italiano para comunicarnos con los nativos, y debíamos pronunciar bien porque sino te lo reprochaban", dijeron los jóvenes.
Según la profesora Fernández, los estudiantes se desenvolvieron "muy bien" con la lengua y lograron utilizarla en situaciones cotidianas, más allá de las paredes del aula.
Otras costumbres
Las diferentes costumbres entre italianos y argentinos llamaron la atención de los chicos. Mencionaron, por ejemplo, que los lugares bailables de Italia abren a las 11.30 y cierran a las 3 de la mañana, cuando acá ellos recién ingresan al boliche de madrugada.
"Otra cosa rara es que todo el comercio cierra los domingos, no abre nada, ni siquiera un kiosco y mucho menos un supermercado", destacó una de las chicas.
Otro alumno notó la ausencia de adolescentes en los lugares que frecuentaron. "Creo que por eso hay otro estilo de diversión", consideró.
Los jóvenes coincidieron en el crecimiento personal que significó el viaje. "Nos gustó hacer la experiencia porque te ayuda a abrir la mente. No sólo estás en otro país, con una cultura diferente a la que te tenés que ambientar, sino que estás en contacto con gente de todas partes del mundo y aprendés mucho de ellos", rescató una alumna.
A la hora de señalar la ciudad que más les gustó, no había consenso. Algunos destacaron a Venecia "porque es única: no hay calles, todo se maneja por barcos", otros manifestaron preferencia por Roma "por su historia y porque el Coliseo es increíble", y hay quiénes se quedaron con lugares menos conocidos turísticamente pero igual de extraordinarios.
El contingente
que viajó a Italia está formado por los siguientes alumnos de primero a tercero de Polimodal: Paula Rossi, Nadia Soldano, Antonio y Vicente Nappa, Agustina Benítez, Soledad Sensosti, Mailén Ranzuglia, Mara Flamini, Gastón Franzini, Luciano Gauna, Francisco Fernández, Ramiro Chamorro, Hernán Macua, Daiana Cabral y Magalí Antoniazzi.
