Día internacional de la enfermedad
El glaucoma es una de las causas de ceguera irreversible
La evaluación del médico oftalmólogo y los controles son fundamentales para los pacientes. Foto: Archivo El Litoral.

Esta enfermedad visual es crónica, progresiva, frecuente y destructiva. Con exámenes oftalmológicos periódicos, la detección temprana y el tratamiento puede preservar la vista.

El próximo 6 de marzo se conmemorará el primer Día Mundial del Glaucoma, una iniciativa conjunta de la Asociación Mundial de Glaucoma (WGA) y de la Asociación Mundial de pacientes de Glaucoma (WGPA).

"El día sirve de recordatorio de una enfermedad crónica, progresiva y muy común en la población, que produce defectos visuales importantísimos y es la segunda causa de ceguera en este momento", opinó el Dr. Lucas Andrioli, presidente de la Asociación Santafesina de Oftalmólogos.

A pesar de que la Sociedad Argentina y el Consejo Argentino de Oftalmología -las dos sociedades científicas de la especialidad- no organizan actividades por la fecha, esta primera celebración a nivel mundial es oportuna para recordar las características de esta enfermedad y su forma de prevención.

Sin embargo, el profesional recordó que las sociedades científicas de todo el país y el Consejo Argentino de Oftalmología organizan la campaña anual en octubre y ofrecen controles de la vista a la población, de manera gratuita, con el fin de detectar tempranamente casos de esta patología.

Andrioli también explicó que el glaucoma es un grupo de enfermedades que tienen en común el aumento de la presión ocular. Éste se manifiesta por el desbalance entre la producción de líquido en el interior del ojo y la salida, es decir, que se produce más líquido que el que puede salir. La malla trabecular (así se llama a los canales de drenaje que rodean el iris y que tienen forma de malla) por donde sale líquido del ojo está enferma y esto produce las distintas formas clínicas del glaucoma.

Se pierde campo de visión

El glaucoma es una enfermedad del nervio óptico que, si no es tratada a tiempo, puede llevar a la ceguera. Además, es importante advertir que toda pérdida de visión a causa de glaucoma es irreversible, motivo por el cual es de fundamental importancia el diagnóstico precoz.

Es una enfermedad muy común en la población de todo el mundo, a cualquier edad, y afecta el campo de la visión y no la visión central. En este sentido, Andrioli precisó que el glaucoma más común es el crónico, de ángulo abierto, que se manifiesta generalmente después de los 40 ó 45 años. Sin embargo, existen también los glaucomas congénitos, juvenil, infantil, secundario a distintas patologías metabólicas (como diabetes o miopía).

También mencionó que "excepto el glaucoma agudo, que se manifiesta con dolores intensos del ojo, pérdida súbita de la visión, y que requiere una intervención quirúrgica inmediata (es considerada una urgencia oftalmológica), la mayoría de sus variantes es silente, es decir que los síntomas que produce se confunden con otras patologías o con cuestiones de la vida diaria. Entre ellos se cuentan ver aura alrededor de las luces, visión turbia, cefaleas inespecíficas, dolor detrás de los ojos, que a veces aparece y otras no".

Control preventivo

Insistió en que "los controles preventivos es la medida más importante a tomar. Si uno debe esperar la sintomatología para sospechar la enfermedad, como la crisis aguda, no va a aparecer. Además, como el glaucoma afecta el campo de la visión y no la visión central (ésta y los 30° de visión es lo que más utilizamos) no nos damos cuenta de la enfermedad hasta que progresó de la periferia hacia el centro y afectó la parte central de la visión. El paciente va perdiendo de a poco campo de visión y se va adaptando a ese campo visual restringido. Lo compensa moviendo la cabeza para mirar porque no se da cuenta que está más estrecho y cuando nos damos cuenta, lo perdido, perdido está".

Por eso, recordó que "se recomienda ir al oftalmólogo para hacer los controles de presión ocular y evaluar el nervio óptico, entre otros estudios. De acuerdo a la presión que tiene, el oftalmólogo le dirá cuándo hacer los controles. Si no hay presión ocular deberá hacer el control cada dos años aproximadamente. Si no hay presión ocular pero sí antecedentes familiares de glaucoma, el paciente debe hacer controles cada año".

En este sentido, precisó que "hay que tener en cuenta si el paciente tiene antecedentes hereditarios de glaucoma (madre, padre o abuelos, ya que hay glaucomas que tienen herencia directa o recesiva); si tiene alguna enfermedad metabólica que pueda producir en forma secundaria glaucoma o enfermedades oculares que en forma secundaria puede producir glaucoma (como algunos tipos de cataratas, inflamaciones oculares internas); además de la edad. Se recomienda, después de los 45 años, empezar a hacer controles de presión ocular, porque es la edad en la que aparece el glaucoma crónico de ángulo abierto, el más frecuente.

Terapéutica actual

En relación al tratamiento para esta enfermedad ocular, Andrioli advirtió que "se apunta a bajar la presión ocular. Si bien a medida que van avanzando los conocimientos sobre la enfermedad se menciona más al glaucoma como una neuropatía óptica, es decir una enfermedad del nervio óptico, la única terapia que existe hasta el momento sirve para bajar la presión ocular. No hay otra terapia para tratar la neuropatía óptica, aunque lo ideal sería tratar ambas afecciones en conjunto".

Sin embargo, el oftalmólogo explicó que existen tres tipos de terapia para esta patología: medicamentos, láser y la quirúrgica. "Los medicamentos buscan producir menos líquido o mejorar la salida de los líquidos; el láser consiste en realizar impactos de láser en la malla trabecular (lo que se cierra con el glaucoma), para abrirlo y mejorar la salida del líquido; y la quirúrgica busca mejorar la salida de líquidos por medios quirúrgicos", agregó. Asimismo, concluyó diciendo que "las terapias para esta enfermedad crónica, progresiva, frecuente y destructiva buscan disminuir el avance del proceso de pérdida de las fibras nerviosas".

El ojo y su líquido

Esta enfermedad del nervio óptico se relaciona en forma muy frecuente con el aumento de la presión intraocular. El ojo actúa como un recipiente cerrado, produciendo constantemente un líquido importante para el funcionamiento del ojo, el humor acuoso, y eliminándolo también en forma constante. Es como una canilla que mantiene un equilibrio estable con el desagote.

Al taparse este desagote (conducto de Schlemm), y manteniendo la canilla abierta como siempre, el líquido se acumula dentro del ojo, y como el ojo no es extensible (no crece de tamaño) comienza a perjudicar al nervio óptico.

El nervio óptico es quien transmite las imágenes recibidas en el ojo hasta el cerebro. Si este nervio no funciona, no transmite su información, el paciente ha perdido su visión.

Este tejido -luego de morir- no se puede recuperar, de ahí la irreversibilidad de la ceguera producida por el glaucoma. Si tratamos al paciente cuando el daño es mínimo, todavía no se percatará de que este daño existe, y el daño no progresará, el paciente no sufrirá alteraciones visuales molestas, y, salvo el tener que hacer el tratamiento y los controles pertinentes, no tendrá otro inconveniente.

El glaucoma crónico de ángulo abierto es el más frecuente, comienza alrededor de los 40 años y habitualmente no presenta signos ni síntomas. Es una enfermedad silenciosa. Habitualmente no produce síntomas hasta que es tarde.

La gran mayoría de los glaucomas crónicos se diagnostica dentro de alguna consulta de rutina, para cambio de lentes u otra cosa. Por esto es también importante ir al oculista para la prescripción de lentes.

En el examen, el oftalmólogo u oculista le tomará la presión intraocular, para lo cual le colocará unas gotas en sus ojos y se la tomará con un instrumento llamado tonómetro. El proceso dura entre 1 y 2 minutos, es indoloro, seguro, y se realiza en todas las consultas habituales y básicas del médico oftalmólogo.

Él mismo también se fijará cómo se encuentra el nervio óptico, para lo cual utilizará un elemento llamado oftalmoscopio. Si lo considera oportuno le pedirá un estudio del campo visual para ver como está funcionando ese nervio óptico.

Cabe agregar que en las Campañas Nacionales de Prevención de la Ceguera por Glaucoma, organizadas por el Consejo Argentino de Oftalmología, junto a la Fundación para la Investigación del Glaucoma y la Asociación Argentina de Glaucoma, aproximadamente un 10% de las personas examinadas presentó cifras de presión intraocular lo suficientemente altas como para ser estudiadas con detenimiento. También se demostró que este porcentaje aumenta a mayores edades.

Prevención y toma de conciencia

El tratamiento del glaucoma es preventivo. Prevenimos que el nervio siga dañándose y que el paciente pierda la visión de sus ojos. Aunque no podemos devolver la visión perdida por el glaucoma, bien tratado,no hay que tenerle miedo, sí mucho respeto.

Una consulta a tiempo puede significar mucho, y a cierta edad, esa consulta es necesaria por varios motivos además del glaucoma. Otro dato interesante de las campañas realizadas es que poco más del 50% de los pacientes examinados no sabía qué es esta enfermedad. Y es difícil o imposible que la población se prevenga de algo que no conoce.

Por eso la Asociación Internacional de Glaucoma (que nuclea las Asociaciones nacionales o regionales de glaucoma del mundo) y la Asociación Internacional de Pacientes con Glaucoma instituyeron el 6 de Marzo como Día Internacional del Glaucoma, para tratar de concientizar a la población sobre esta enfermedad potencialmente invalidante a fin de que pueda ser evitada por la mayor cantidad de gente posible. Para ese día en todo el mundo, habrá programado jornadas de detección, conferencias, cobertura de medios, y un sinnúmero de otras actividades. El denominador común será: íconozcamos mejor al glaucoma!

Más información En Internet: Día Mundial del Glaucoma: www.wgday.org; Asociación Mundial de Glaucoma (WGA): www.globalaigs.org; Asociación Mundial de Pacientes con Glaucoma (WGPA): www.aigpo.org; y www.oftalmologos.org.ar.

Presión ocular

La presión ocular normal es 14 a 17. Si está entre 17 y 20 ó 21, algunos pacientes tienen la enfermedad y otros no (es una zona de grises); y si es mayor a 21 siempre es alta la presión ocular.

Si el valor está en esa zona intermedia -explicó el Dr. Lucas Andrioli-, los controles deben realizarse cada 4 ó 6 meses, y se indican otros estudios complementarios, como el estudio de campo visual. Si el paciente tiene presión alta se le debe dar medicación específica.

Mariana Rivera