Información General: INFO-05 Los reyes del bochazo

Según las cifras dadas a conocer recientemente por el Ministerio de Educación de la Nación, y publicadas hoy por el matutino La Nación, el 25% de los estudiantes universitarios no aprueba ninguna materia.

Al respecto, el periódico afirma que "las cifras oficiales sorprenden": "Casi el 25% de los estudiantes que se anotan cada año en las universidades estatales del país no aprobó ninguna materia el año anterior. La cifra llega casi al 20% en las universidades privadas".

"Son en total casi 291.000 estudiantes los que se inscriben en una carrera, pero fracasan en los primeros parciales, descubren a poco de andar que no es su vocación, deben abandonar a los pocos meses por la necesidad de trabajar o, directamente, nunca la cursan", agrega el diario.

Se advierte que "el fenómeno señala, además, la distancia entre la realidad de las aulas y la normativa que las rige: según la ley de educación superior vigente, para conservar la condición de alumno regular hay que aprobar al menos dos materias por año".

Con sólo una materia aprobada el año anterior, está el 15,7% de los reinscriptos en universidades estatales y el 9,2% en las privadas.

"Los expertos afirman que una buena proporción de quienes no aprobaron ninguna materia el año anterior son alumnos de primer año, cuando ocurre una deserción que se calcula en el 50%", indica el matutino.

Los datos oficiales indican que las universidades en las que el porcentaje de alumnos que no aprobaron ninguna materia es mayor, pertenecen a zonas de menor desarrollo socioeconómico: Jujuy (63%), Santiago del Estero (53%), Salta (40,7%), Catamarca (39,7%) y Misiones (38,7%). El rendimiento general es luego más parejo en las universidades privadas: quienes aprueban 2, 3, 4 y 5 materias oscilan entre el 8 y 9 por ciento, respectivamente.

"Accede a la universidad gente de bajos recursos, que trabaja. Tenemos la obligación de estar pensando cómo sostener a los alumnos en el sistema", dijo Edith Litwin, flamante secretaria académica de la UBA y docente y asesora de la UNL, donde el 20,2% de los reinscriptos no aprobó ninguna materia el año anterior. "La universidad no puede ser selectiva. El desafío es dar calidad y hay que ver cómo la universidad se está haciendo cargo de la gestión pedagógica", concluyó.