Escenarios & Sociedad: SOCI-05
En el Museo de Arte Contemporáneo de la UNL
Las Mutaciones de Maximiliano Maignien
Se expondrán dibujos de técnicas mixtas sobre papel en cajas de madera y objetos. El artista revela en sus obras la riqueza de la experimentación.

Mutaciones es el nombre de la muestra de dibujos y objetos instalados de Maximiliano Maignien, que se inaugurará el viernes 25 del corriente a las 20.30 en el Museo de Arte Contemporáneo de la Universidad Nacional del Litoral, ubicado en Bv. Gálvez 1578.

La exposición se basa en dibujos en técnicas mixtas sobre papel en cajas de madera y objetos, donde aparece el rostro en una variable morfológica de la imagen. Hasta el 18 de mayo se podrá visitar en los horarios del MAC: martes a viernes: 9 a 13 y de 16 a 20; sábados y domingos de 16 a 20.

La directora del MAC, Lic. Stella Arber, sostiene respecto de la obra del expositor que "el tratamiento lineal se hace visible en todo el recorrido de cada obra, armando las estructuras de las imágenes con la línea como sustento, laberínticas e intrincadas, se van desplazando hasta conformar las construcciones básicas y hasta los detalles puntuales de cada obra.

Este artista viene trabajando desde hace tiempo en nuestro medio, evidenciando una impronta personal en sus imágenes, de original factura, y revela en sus obras la riqueza de la experimentación constante, lo que le permite ir afianzando sus medios y modos expresivos, sin forzar los recursos a los que apela, haciendo posible así esa identidad de imagen que lo caracteriza".

"Maximiliano Maignien reduce su muestra a un tema puntual, la metamorfosis del bicho canasto. La profusión de los elementos lineales que se apodera de la imagen, se convierte en la estrategia compositiva del artista, que despliega la línea con sus variaciones múltiples dentro de esa única unidad de sentido. El color actúa como apoyo sutil de las formas, amarillos grisáceos, rojizos y hasta los verdes azulados, todos aparecen como pigmentaciones propias de la naturaleza en mutación".

La Lic. Arber destaca que "casi podríamos hablar de anomalías y alteraciones caprichosas en los cuerpos del cesto, que son intensificadas por el tratamiento óptico-táctil en sus objetos y las intrincadas concentraciones de líneas ejecutadas con destreza en sus dibujos, que forman una masa con poderosos efectos visuales en la impresión del conjunto. El cesto conformado nos revela una energía latente que implica anuncios y apariciones en su cuidadosa estructura, es un dispositivo de contención que permite a la mirada deslizarse hacia la criatura viva que aparece desde el interior del mismo y que corona el soporte. Lejos de querer distraernos con la proclama de esa vida que asoma, nos hace concentrar en los enredados tejidos, ir y venir, y ser invadidos por las fuerzas inherentes de urdimbres desarrolladas en concentradas madejas, formadoras del continente de las surgentes criaturas, pugnando por salir".

La existencia del ser

La directora del MAC enfatiza también que aparece "lo simbólico en estado puro, superador de la metáfora directa, concebido como la única alternativa subyacente de un sentido vitalista, de un relato que obedece a un principio unificador, el de la existencia del ser".

"El ser puede parecer una larva de oruga, un animal ignoto o un humano andrógino. Esto no importa, es aleatorio de quien se trate, hace su aparición y nos toca develar si fue él quien fabricó su propio cesto o el cesto dio nacimiento a la criatura.

Uno o el otro son la misma cosa, pertenecen a la misma estructura, se invaden, crecen y evolucionan juntos, están implicados en una continuidad en desarrollo. Son una emanación de existencia conjunta constituida en exigencia vital como unidad orgánica".

Finalmente, Arber dice que "cuerpos, rostros y cesto se metamorfosean hasta fecundar un refugio, un habitáculo de protección del que nunca saldrá el ser, al que no abandonará, porque sería como abandonarse a sí mismo. Maximiliano Maignien nos acerca a un universo diferente, de una evidente capacidad integradora de la imagen, así como arrastra en todo el despliegue de obras, una insoslayable cercanía con lo perturbador en las combinaciones fisiológicas de sus aparecidos en escena".

Obras abiertas

Respecto de otros trabajos del expositor, el crítico Domingo Sahda sostuvo que "pueden leerse como dibujos-color antes que pinturas en sí mismas, en tanto que el tinte funciona con carácter descriptivo y no esencialmente compositivo. En sí mismas, son obras abiertas a la hipótesis de continuidad infinita, textos visuales que se circunscriben al espacio de superficie elegido pero que en modo alguno se articulan como entidad indivisa, sino que son esencialmente secuencias de una misma hipótesis. La plasticidad manifiesta en cada tramo se acomoda al ocasional relato visual y el trazo cromático de las líneas y trayectorias construye auras de texturas puestas como acentos aquí y allá en los agitados relatos visuales".

De la redacción de El Litoral