Región: REG-01
Creciente interés por la oleaginosa
Colza: ¿una ventana para escaparse de las retenciones?
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Para la próxima campaña se manejan precios al productor de hasta u$s 510 la tonelada. Algunos técnicos estiman que con rindes de 18.5qq se gana igual que con un trigo de 40qq. Aunque la mayoría lo hará en forma experimental, prevén un salto en la superficie sembrada.

Juan Manuel Fernández - [email protected]

Varios factores prometen impulsar a la colza durante la próxima campaña. El buen precio para el grano producto del auge de los aceites en el mundo; la superación de viejos tabúes, como la dificultad para vender la cosecha, gracias al desarrollo de esquemas asociativos entre compradores y agricultores; la mejora en el manejo -fechas de siembra, fertilización y, sobre todo, recolección-, que permite incursionar con mayores chances de éxito; y, por sobre todas las cosas, la coyuntura política desfavorable para el trigo, que facilita la incorporación de la oleaginosa en los planes de siembra futuros.

En tal contexto se multiplican los contactos con los agricultores por parte de semilleros, cooperativas y asesores, mediante jornadas en la cuales se exponen lineamientos generales pero también algunos números tentadores. Por ejemplo aseguran que, a los valores actuales de costo y venta de ambos cultivos, para alcanzar el margen bruto que una colza deja con un rinde de 1.850 kilos, se necesita un trigo no menor de 40qq/ha.

Lógicamente no es todo color de rosa. La oleaginosa aún presenta varios desafíos y limitaciones. Lo más importante es saber que no puede suplantar al cereal sino que tiene que ser entendido como una pieza más del esquema de rotaciones, ya que deben pasar al menos 3 años antes de repetirlo en el mismo lote. A su vez, el momento de la trilla sigue siendo crítico, por cuanto es difícil determinar el momento de la recolección debido a la dispar maduración del grano, incluso en la misma planta.

Más hectáreas en Las Colonias

Tal como reflejó Campolitoral en su edición n´ 118 (del 22 de septiembre de 2007), Humboldt hizo punta con la siembra de colza y es allí donde promete darse un gran salto durante la campaña que se inicia. Mientras el año pasado prácticamente un solo productor sembró 60 hectáreas, para el próximo invierno en la cooperativa AFA hay pedidos para implantar alrededor de 400 hectáreas por parte de unos 15 colonos de la zona. Tras las últimas lluvias, muchos están esperando que se acomode el piso para empezar con la siembra.

Edith Weder, asesora técnica de la firma, comentó que la mayoría quiere hacerlo como si se tratara de un cultivo marginal, como sorgo o girasol, y pretenden destinarlo a los potreros de menor calidad. Pero en realidad necesita buen suelo, con fácil drenaje (no encharcable), por lo que en ese sentido compite por la tierra con el trigo.

La mayoría piensa hacer sus primeras armas a modo de prueba, por lo que recomiendan sembrar una superficie apropiada, ni tan grande ni muy chica. "Pedimos que como mínimo hagan 15 has. como para llenar un equipo", relató Weder, tras señalar que la mayoría consulta para hacer 8 hectáreas, tamaño característico de los potreros de tambo en la zona.

El sistema de trabajo que la cooperativa ofrece a sus socios no varía respecto de otros granos, en cuanto a la venta de semillas e insumos, pero garantiza la compra con descarga en su propia planta de biodiésel en Salto Grande (Santa Fe). "Ahora podemos cerrarle el círculo de la demanda, garantizandole la compra", se entusiasma la asesora, y agrega que se estiman cotizaciones de hasta u$s510/tn para esta campaña. Según los esquemas de análisis de costos de la cooperativa, el margen bruto para la oleaginosa en campo propio ronda los $1.300/ha contra $743/ha del trigo, por lo que concluyen que sólo un cereal de 4.000 kilos podría empardarla.

En cuanto a las consideraciones técnicas, AFA recomienda la siembra de variedades primaverales entre el 15 de abril y el 15 de mayo debido a los requerimientos térmicos del cultivo. "Las semillas invernales necesitan una cantidad de horas de frío que no se dan en el centro del país, por lo que nunca florecerían", agregó otro técnico de AFA, Guillermo Gianinetto, quien opinó que después de esa fecha es más alto el riesgo de afección por heladas en los primeros estadíos de la planta.

Un modelo asociativo

Por otra parte, en la jornada que se realizó en la Sociedad Rural de Santa Fe el último martes 29 de abril, los representantes de Colzar, una novel asociación que busca promover el cultivo, brindaron otras opciones y ofrecieron los mismos resultados.

El grupo está formado por la semillera SPS, la firma pampeana Lartirigoyen (acopio, insumos y consignataria de hacienda) y la multinacional suiza Glencor, que viene realizando importantes inversiones para la producción de biodiésel en el país. El responsable de la alianza, Leonardo Sarquis, comentó que ofrecen un esquema asociativo o de capitalización a los productores: la empresa les provee todos los insumos para la siembra (semilla, fertilizante y agroguímicos) y el chacarero participa con el costo de la tierra y el laboreo. "La cosecha seguramente la paguemos nosotros como sociedad y después, en un modelo de contrato que se firma entre las partes, se ve cuanto aportó cada uno y en base a eso se reparten los dividendos", puntualizó.

Hoy la tonelada vale u$s 480, pero "sube en la medida que lo hacen los aceites; por ejemplo a un 10 o 12% más que el de girasol", explicó Sarquis, y recordó que en agosto de 2007 la tonelada valía u$s 220.

Colzar arrancó en octubre y, tras un período de armado del plan de negocios, se dispone a iniciar su primera campaña. "Vamos muy bien, ya tenemos casi dos mil y pico de hectáreas dentro del modelo repartidas en varias zonas: Venado Tuerto, Dairaux, Coronel Suárez, Lobería, así como en las provincias de Córdoba y Entre Ríos", agregó el representante.

En general, y según la zona geográfica, lo más apropiado para que la colza se aproxime a su máximo rinde, del orden de los 3.000 kilos, es realizar una siembra temprana de híbridos invernales, por ejemplo en marzo; aunque muchas veces se hace difícil porque no se cierran los contratos de alquiler o se cosecha tarde la soja.

En la cuenca lechera santafesina, por caso, "si uno siembra hasta abril inclusive, se puede optar por híbridos o variedades invernales; a partir de mayo ya hay que pensar en primaverales", apuntó el especialista.

Para saber cuanto puede dar el cultivo en un lote o zona determinada basta con estimar el 60% de lo normal para el trigo. Este aspecto resulta central, sobre todo para calcular la dosis de fertilizante, el insumo con más participación en el costo del cultivo, con un rango de u$s 280-300/ha.

El representante de Colzar advirtió que el enojo de los productores por la manipulación del precio del trigo puede llevar a conclusiones apresuradas y propuso una receta para aprovechar el momento. Tras señalar que los especialistas aclaran que la colza es un cultivo de rotación que no puede repetirse en un mismo lote antes de los 3 años, opinó "que hoy un productor que hace, supongamos, 1.000 hectáreas de trigo perfectamente puede hacer 700 con trigo y 300 de colza y lo que va a ganar por esas 300 es mucho".

Apuntes de un cultivo nuevo

La colza libera el lote 10 días antes que el trigo. Gracias a ello, los especialistas aseguran que se ganan entre 3 y 4 quintales extra para las sojas de segunda. Además le deja al cultivo sucesor un buen nivel de fósforo.

El grano contiene 38% de proteína y un mínimo de 45% de aceite (se bonifica cada punto por encima de ese valor).

Aunque es sensible a anegamiento, tolera la sequía gracias a su raíz pivotante. En estado de roseta es resistente a heladas.

Hay dos tipos de variedades: las invernales, por debajo de los 35´ latitud sur, se siembran en marzo y abril porque tienen un mayor requerimiento de frío; las primaverales, en cambio, se adaptan a todo el país y se implantan entre abril y mayo.

La densidad de siembra recomendada es de 60 a 80 plantas por metro cuadrado y la distancia entre hileras puede variar entre 17.5 y 52 centímetros. Se busca distanciarlas lo máximo posible porque la mayor producción se da en las ramas laterales antes que sobre el tallo principal.

La profundidad, de 2 a 3 centímetros, puede ser una limitante para la siembra directa.

Es muy exigente de nitrógeno (N) y se recomienda fertilizar con fósforo (P) y azufre (S) a la siembra y, luego, con N al voleo o chorreado en estado de roseta.

Para alcanzar 20/25qq necesita entre 300 y 400mm de lluvias en todo el ciclo de la planta.

Uno de los "cucos" es el desgrane de las silicuas (chauchas). Para evitarlo, se recomienda trillar con un cabezal triguero con un 15% de humedad. La norma de calidad establece 8.5%.

El costo de la semillas oscila entre 4 y 5 dólares por kilo.